Crítica: «Secret Wars 8», ahora sí.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Emocionante y fugaz.
Cómic divertido y potente pero breve... que nos deja encarrilado el final de Secret Wars.
Ya lo dijimos en la anterior crítica… el ritmo lento de Secret Wars propiciaría que los últimos números supusieran un sprint descontrolado para llegar a meta sin dejar ningún cabo suelto. Esto es, efectivamente, lo que ha pasado aunque en honor a la verdad hay que reconocer la habilidad de Hickman para manejar tantas historias paralelas y no volvernos locos, a pesar de que por el camino perdemos cosas.
A lo que vamos… este penúltimo número presenta la rebelión de algunas baronías de Mundo de Batalla, conscientes de la usurpación que Muerte ha hecho de la realidad misma, erigiéndose en Dios Todopoderoso. Esa rebelión les enfrenta a las baronías afines al monarca y, en medio de todo este alboroto, aquellos que van directamente a enfrentarse al tirano. Son tantos personajes y tantos frentes que perdemos de vista algunas situaciones interesantes, mientras otras se muestran de manera rápida y dejan con ganas de más. Pero Hickman sabe orquestarlas todas con destreza y nunca nos asalta sensación de saturación, compensando acción con tramas y elevando progresivamente la emoción, de forma ascendente conforme se acerca el final.
Volvemos a tener momentos impactantes, como pasaba en los primeros números de la serie, que ayudan a dar énfasis al cómic y potencian la sensación de epicidad. Julián M. Clemente los menciona en el epílogo que cierra el número, pero de todos ellos me quedo con la irrupción de un personaje que estaba presente desde el principio, pero al que no terminábamos de ver claramente y no, no comentaré nada para que vuestra sorpresa sea como la del resto. Todos los personajes que han contado marcado protagonismo están aquí, presentes, encaminándose a su final, unos como figuras trascendentales y otros casi de manera anecdótica… como anecdótica vuelve a ser esa pelea inexistente que nos anuncia la portada (una vez más), aunque Ben Grimm sí tendrá su momento esta vez.
Da la sensación de estar todo contenido, expectante para el gran bombazo final del número nueve, que será doble y que cerrará la serie. Sin este número previo hubiera sido imposible, ya que consigue dejar todo encarrilado para ese final, como apunta la impactante página con la que termina este. Y aunque parezca que no encuentro nada negativo… reincido en lo comentado en el primer párrafo: tantos personajes y situaciones deja olvidados mil detalles interesantes que, si Hickman hubiera economizado el tiempo como lo ha hecho en este octavo número, hubiéramos podido ver con más tranquilidad. Sin embargo nos quedan las series paralelas, donde alguna cosa se cuenta, aunque para dar con ellas haya que bucear entre decenas de series de relleno.
Jonathan Hickman y Esad Ribic firman un cómic tan dramático como efímero que cuenta como su mayor don el servirnos en bandeja el gran final de Secret Wars. Deja un panorama muy optimista para esa conclusión… esperemos que así sea.
Antes de este número no estaba seguro de que fuera capaz de cerrar correctamente secret Wars, tras leerlo solo puedo decir que estoy deseando leer el número 9 :D