Crítica: “SCALPED Libro 3”. El fin del principio

Cuando parece que la adaptación televisiva de Scalped cobra forma, me viene a la mente el jugueteo imaginario de ver en la pequeña o gran pantalla mis obras favoritas, elucubrando en sus castings y planteamientos. Que quitaría y que subrayaría. Que trama sobraría y cual no. Que parte estaría desfasada y cual se mantendría vigorosa. Con esta obra no encuentro debate interno. No quitaría nada. Si un episodio no da para un capítulo, los combinas con flashbacks, como por ejemplo los episodios centrados en los pasados de Diesel y Nitz, presentados en el primer arco argumental. Algo así. Este tomo es un claro ejemplo de esta reflexión. Hay momentos que deben contemplarse exactamente igual que las secuencias que transitan por estas páginas. Como el desenlace de Cuervo Rojo con Brass en el segundo. Brutal e impactante. Lo mismo con la tensión y violencia esgrimidas en la resolución letal de los agentes del FBI en ese pasado por fin esclarecido. Dramático punto de partida por fin descubierto que marcará para siempre los destinos de cinco veteranos de esta serie y que por fin averiguamos, donde el rojo sangre mancha la omnipresente fotografía azulada del escenario.

“Triste y Solo”, primer arco argumental del tomo es la voz reivindicativa de los odiosos. El alisamiento de la capa de gotelé que descubre el año cero de Diesel y Nitz. Lo que nos faltaba para contextualizarlos como merecen. El plus necesario para descubrir que esconden esas fachadas tramposas y maquiavélicas. Pero es también el enfoque positivo de la evolución personal de los blancos (que no de piel) de la serie, Caído y Lawrence. Supervivientes que dan esperanza a este rincón del infierno que es Prairie Rose. Y a su vez regala ese tipo de joyas que es muy común en las series a medio-largo plazo del sello Vertido, tipo 100 Balas e Y, el Último Hombre. La introducción de ese nuevo personaje, oscuro y truculento, protagonista de un capítulo completo que irrumpirá y desaparecerá como un tsunami poderoso que ahoga al que se cruce en su camino. En este caso un caído en desgracia Dash Caballo Terco que sobrevivirá al chapuzón con energías renovadas. El toque de atención necesario que funciona mejor que una clínica de desintoxicación. Un doble capítulo, que curiosamente lo formará el primero y el quinto, con los mejores ingredientes de la serie negra. Un implacable timador y asesino, un atraco epiléptico y sangriento en un casino, un tiroteo de carretera, un antihéroe renacido de las cenizas y una moraleja siniestra, metidos en un exprimidor temporal de trece horas con el marcador a posteriori y no a priori. El guión de Aaron conforma una pildorita narrativa de montaje marca “Atraco Perfecto” de Stanley Kubrick. Una experiencia de acción de primer nivel salpicada de sangre, espumarajos pulpfictionados, gasolina y suerte, muuuucha suerte. Esto debe respetarse en acción real desde los signos de exclamación hasta los tacos.

Y por si fuera poco, lo anterior no es más que un ligero aperitivo. Lo que viene a continuación en forma de cápsulas narrativas ruidosas y brutales quitan la respiración. “El Mordisqueo”, historia de cinco capítulos que representa el clímax más absoluto de Scalped a estas alturas de la película. Si el renacimiento de Dash viene de la anterior, aquí culmina su reinserción en esta peculiar sociedad. La total aceptación interna y externa en un recorrido lleno de emoción y suspense. Pero si hay alguien que sale vencedor es Lincoln Cuervo Rojo. Es el momento de eliminar ese grano en el trasero que lleva arrastrando con los Hmongs en una particular odisea de decisiones chungas y perfectamente resueltas. El cara a cara con Johnny Tongue y los suyos es una delicia para los amantes de los giros salvajes y secos del mejor thriller de acción. Maniobras impensables llenas de diálogos ingeniosos y disparos a quemarropa. Lo que engrandece las películas de este palo, a lo “Amor a Quemarropa” o “Training Day”. Tiroteos en espacios cerrados, revanchas satisfactorias y malrrollerismo nivel diez, pueblan las secuencias en la acción más conseguida de esta saga hasta la fecha. El nivel de emoción que alcanza el guión de Aaron alcanza cotas maestras. Quita el aliento. El alucinamiento general es tan portentoso que no puedo describirlo con palabras. Desde el ajuste de cuentas con Brass hasta la oleada final con la organización criminal rival, el lector enferma visualmente por la incapacidad de parpadear. Los giros son tan brillantes que en acción real serían secuencias históricas del género. El estribillo de esta cantinela que es la presente reseña vuelve a sonar. Esto debe adaptarse tal cual sí o sí. Una boda roja en toda la cara.

Y luego está la trama rocambolesca de pura supervivencia con Dash como protagonista acorralado por un Cuervo Rojo y un Nitz desatados que le tosen el cogote. La inteligencia de su resolución es prporcional a la inteligencia de Aaron en este coctel de emoción y angustia. La cumbre de la excelencia en una atmósfera oscura, nocturna y realista que simboliza su simbiosis con Guerá. El grado de reciprocidad de estos talentos en estas páginas es historia viva del sello Vertigo. El nivel de excelencia artística mostrado en este arco es superlativo, colosal. Messi y Cristiano son colegas y juegan en el mismo equipo.

Libro Tres es absolutamente emocionante y memorable. La cima de esta apasionante y absorbente historia que encumbra a los dos autores gracias a su altísimo nivel narrativo y creacionista. Una experiencia lectiva y lectora maravillosa, deslumbrante.

Scalped 25-34, DC Comics/Vertigo. Scalped Libro Tres, ECC Ediciones. Color. Cartoné. 258 pags. Pvp: 25 €. Fecha de edición: Noviembre 2016.