Crítica: «Satanela», dejarse caer en la tentación

Que difícil es abordar un género como el terror en un medio como el cómic. Conjugar la narrativa gráfica con la literaria para que consigan ese objetivo que es inquietar, incomodar, asustar… Y lograrlo de manera efectiva y contundente está al alcance de pocas obras y de no muchos autores. Creo no equivocarme si afirmo que las claves para lograr que todo funcione deben ser una historia poderosa, unos personajes marcados y un cuidado exquisito en la ambientación general de la obra. En todos esos detalles que en otro género se pueden elaborar sin demasiadas complicaciones… pero que en este son cruciales para que la obra funcione y consiga el deseado efecto.

Grafito Editorial se aventura en este difícil género por primera vez y lo hace confiando en dos autores primerizos en la editorial y no demasiado conocidos por estos lares. Alfonso Bueno, escritor y guionista, y Diego Simone, ilustrador argentino con experiencia en el mercado americano, incluso en editoriales tan sonadas como Dark Horse o Image. Vamos a ver si tanto la editorial como los autores consiguen colmar esas normas no escritas que antes mencionaba… y su obra, Satanela, es digna exponente de este difícil género.

El argumento… Nos traslada en el tiempo hasta el Madrid de finales de los años 20, concretamente a su vida nocturna. Allí llega Diego, un tipo de vida «ligera» cuyas máximas preocupaciones son poder echarse un trago y meterse alguna chica en la cama. Rigoberto, que trabaja en un cabaret de la capital, lo acoge y le ofrece trabajo como trompetista. Pero la primera noche que actúa Diego ya queda prendido de Satanela, la cautivadora y sensual bailarina del cabaret y de la que todo el mundo le advierte que se guarde.

Conociendo las tendencias de Diego imaginamos que Satanela será su tentación… y su perdición. Porque esta «mujer» guarda un terrorífico secreto, a medias maldición y a medias negocio, que pronto vamos a descubrir. Y aunque en la misma web de la editorial podéis avanzar más en su argumento yo prefiero quedarme aquí y que descubráis por vosotros mismos qué se esconde tras el secreto de tan siniestro personaje y que conlleva caer en sus tentaciones.

Satanela está escrito y dibujado persiguiendo un claro objetivo, que es hacernos sentir incómodos. Viñetas opresivas con muchos medios planos y personajes enfocados de manera que da la sensación de estar siendo observados… donde reinan los entornos oscuros y siniestros, los tugurios y cuchitriles, que vemos también desde ángulos incómodos. Durante la lectura la sensación de inquietud llega automáticamente gracias a esta manera de narrar que, acompañada de los fantásticos diálogos de Alfonso Bueno, terminan por conformar esa atmósfera tan precisa para que este género sea creíble.

Los personajes son, simultáneamente, protagonistas y títeres del relato. El calavera y «buscaplanes» se convierte en presa y víctima… a la vez que su depredadora (y la de tantos otros) no es sino dependiente de su propia naturaleza, por muy sobrenatural que sea. Y entorno a ellos se mueven personajes tan carismáticos como la misteriosa señorita Erustes, los pequeños y vengativos seres sin nombre, Rigoberto… víctimas también de esta aventura que transcurre entre dos mundos.

A lo largo de sus aproximadamente 100 páginas encontraréis ilustraciones tan asombrosas como las que podéis ver junto a estas líneas (en la web de Grafito también podéis leer algunas páginas) y en las que destaca no solo el gusto de Simone por recrear la sordidez de lo que cuenta, sino la exhaustiva labor de documentación que ha realizado. A no ser que haya pactado con Satanela, dudamos que Diego Simone haya vivido en el Madrid de la época, así que el trabajo de información y recuperación de imágenes, con su posterior conversión en cómic, debe haber sido antológico.

Si esto no fuera suficiente, Alfonso Bueno nos confirma, en el epílogo que acompaña la obra, que sus referencias no son gratuitas ni aleatorias… incluso la misma figura de Satanela tiene su versión en la vida real. No quiero acabar sin alabar el trabajo en equipo de Diego y Alfonso. La simbiosis es perfecta y cada uno retrocede o avanza según precise la escena… es decir, el dibujo no tapa o entorpece la narrativa literaria cuando Alfonso debe contar algo con diálogos… y al revés: la ausencia de los mismos ayuda a que la narrativa gráfica hable por si sola. El mejor ejemplo de esto es la doble página del baile de Satanela. Antológico.

Enlazamos este párrafo final con el párrafo inicial para confirmar que Satanela cumple con creces lo que se pide en un cómic de terror y que es, definitivamente y sobre todo, independientemente del género, una gran obra. Grafito Editorial vuelve a acertar en su apuesta por el cómic de producción propia y confía, con muy buen criterio, en autores que van a dar mucho que hablar (y que leer). Aunque ya se puede adquirir desde su web (con lámina y obsequio) estará a la venta en librerías a partir del 22 de Octubre. Si todas las tentaciones de Satanela son como esta, nos veremos en el «otro lado»

• Satanela. Grafito Editorial
• rústica con solapas. 104 pp. color. 16 €