Crítica: «Santa Claus Junior», el espíritu de la Navidad según König.
Resumen de la Crítica
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Recomendable
Divertido cuento navideño pasado por el filtro del siempre cachondo y polémico Ralf König
El conocido y provocador Ralf König, autor de cómics de temática gay, siempre genial y siempre incisivo, se atreve también con un cuento navideño. Mezclar la Navidad con el autor del Condón Asesino puede ser un cóctel excesivo para las mentes más mojigatas, para aquellas que vean en las festividades de invierno una verdadera celebración religiosa. Pero Santa Claus Junior, que es como se llama la obra, no busca el escándalo ni la agitación. Se limita, que no es poco, a ser un entrañable cuento cargado de ese llamado «sentimiento navideño», pasado por el filtro de la modernidad y quitándole todas las capas de óxido timorato y sensiblero.
Un cuento de Navidad actual, con su personaje cascarrabias y todo, que cambia de parecer en Nochebuena… eso sí, sustituyendo los fantasmas de pasado, presente y futuro por un curioso querubín y un fornido y apuesto varón. Vamos a contar un poco…
Ute vive sola y así está decidida a pasar de la Navidad (y de la Navidad). Las luces de colores parpadeantes, los villancicos y las sonrisas esculpidas en la cara le ponen enferma. Prefiere quedarse sola en casa y disfrutar tranquila de una velada que, para el resto de la gente, es Nochebuena. Sin embargo, llegará el milagro navideño… en su balcón aterrizará un peculiar niño con alas, el Niño Jesús, nada menos, que le anuncia la llegada de su «regalo de Navidad» en forma de Santa Claus Junior.
No contaremos más, porque a lo largo de las páginas y las viñetas vamos a entender por qué Ute actúa tan a la defensiva en estas fiestas y por qué llegan hasta ella estos dos personajes, tan estrafalarios como interesantes, cada uno a su modo. Una situación peculiar que da paso a divertidas escenas e ingeniosas conversaciones. No se evita tampoco cierto leve erotismo, masculinidad 100% con poderosos y peludos torsos, para turbación de Ute, que está la pobre a dos velas desde no se sabe cuando.
König nos narra la historia a través de divertidos cuadros de texto escritos en verso (un hurra por el equipo traductor!¡) en los que empieza por criticar el mercantilismo navideño, que arranca casi en verano. Con ese estilo desenfadado y cercano consigue hacernos pasar un muy buen rato de lectura en el que nunca dejamos de sonreír.
El estilo caricaturesco y particular de König es ideal para este cuento gamberro y cachondo, luciendo un acabado gráfico que se basa en la sencillez y en la frescura. En ese aspecto no hay nada que descubrir de un autor de contrastada y dilatada carrera que lleva ilustrando páginas genialmente desde hace más de cuarenta años. Domina la escena, el humor, lo absurdo y la gestualidad de sus personajes con absoluta soltura.
Una historia menos transgresora pero igual de divertida que otras obras suyas y con la que se atreve a tocar la temática navideña sin caer en lo sensiblero y manteniéndose fiel a ciertos preceptos inamovibles en sus trabajos. Con Santa Claus Junior nos vamos a reír y a reconocer un poquito, porque todos somos en cierta manera Ute. Cansadas de unas fiestas que ensalzan valores olvidados el resto del año, pero que bien se pueden disfrutar si cae en nuestras manos un cómic tan divertido… o un fornido mocetón.
- Santa Claus Junior. Ediciones La Cúpula.
- cartoné. 118 pp. color. 19,50 €