Crítica: «Saga vol.5», persecuciones familiares.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Excelente
Continúa la Saga creada por Vaughan y Staples, difuminando la historia central pero manteniendo su calidad habitual.
El quinto volumen de Saga publicado por Planeta Cómic recopila los números 25 al 30 de la serie original publicada por Image, la omnipresente colección en todos los premios de la industria. Brian K. Vaughan y Fiona Staples siguen ofreciéndonos la dosis regular de esta maravillosa ópera espacial donde lo más inverosímil puede llegar a suceder.
Guirnalda y Terrada hace ya mucho tiempo que iniciaron una guerra que se ha extendido a todos los rincones de la galaxia, salpicando planetas y civilizaciones distantes y ajenas al conflicto original. Las masacres y las víctimas causadas por esas repercusiones han creado una tercera fuerza en conflicto… la de los rebeldes, los terroristas que actúan de manera indiscriminada para intentar poner fin al conflicto. Recordemos que la epopeya familiar de Marko, Alana, Hazel y compañía se vio interrumpida por la llegada de uno de estos terroristas que capturó al hijo recién nacido del Príncipe Robot IV y, de paso, se llevó a Alana, Hazel y la abuela de esta última. Esto originó una inusual alianza entre IV y Marko, que partieron tras el revolucionario para rescatar a sus respectivas familias… y consumar alguna que otra venganza.
Otra línea argumental sigue en paralelo… la búsqueda de una cura para ese entrañable caza recompensas que es La Voluntad. Búsqueda que llevará a sus familiares y amigos (y mascotas) a un recóndito planeta para encontrar el singular ingrediente capaz de curarle: semen de Dragón. Imaginaos (o mejor no) lo que deben hacer para conseguirlo.
Como es costumbre en Saga, los autores nos presentan nuevos personajes cargados de carisma y personalidad, algunos de apariencia humana y otros de aspecto más… imaginativo. También como de costumbre la historia se desarrolla en crecimiento constante y acaba con interesantes giros y momentos álgidos. Sin embargo, el cambio radical en el desarrollo de la serie queda un poco por debajo de lo visto en los volúmenes anteriores y el hecho de que los protagonistas difuminen su aparición en favor de otros muchos (este es el volumen más «coral» de todos) hace que se pierda un poco la sensación de continuidad en este relato vital que nos hace una adulta Hazel.
Pero no quiero llevaros a engaño, pues no hay nada que pueda resultar extraño o fuera de lugar, y la evolución de la historia, si bien transcurre más lentamente, no deja de avanzar y nos termina colocando en un punto muy interesante de la vida de Hazel… que ha dejado de ser un bebé, personaje presencial, para transformarse en una niña y comenzar a actuar como uno de los grandes protagonistas de esta «saga».
El final del tomo marca otro punto y seguido (otro más) en la vida de Hazel y sus padres, pero supone un punto y final para muchos otros personajes que abandonan aquí el camino. Vaughan no deja nada al azar y sabe cuando introducir elementos, situaciones y personajes… y lo que es más importante, sabe como y cuando sacarlos de la escena. El impacto que consigue con estos cambios de rumbo sigue teniendo la misma efectividad, por mucho que lo repita. También el diseño y la presencia de los nuevos derrocha creatividad y fantasía, siempre en la línea de lo asombroso y lo ridículo, pero siempre también rozando lo genial. La señora Staples sigue con su particular arte, tan atractivo y colorido y que tantos premios le está reportando. Los fondos continúan siendo descuidados y realizados íntegramente de manera digital, pero es ya marca de la casa y casi no me imagino a Saga sin esta deficiencia que tanto critiqué en un inicio.
Muy recomendable este quinto tomo que, sin llegar a ser tan soberbio como los anteriores, mantiene su firma y su sello, algo más que suficiente para destacar entre la mayoría de publicaciones. Imprescindible.