Crítica: «SAGA» vol.2, Lo que siempre le pediste a un comic
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Historia
Personajes
Imprescindible
Crítica del segundo tomo de SAGA, de Brian K. Vaughan y Fiona Staples, publicado por Planeta.
Cuando crítica y público coinciden en valorar una obra como sobresaliente y la cubren con todo tipo de elogios, podemos apostar por la calidad de la misma. Si, además, se le otorgan los premios más importantes que concede el sector… ya no cabe duda de estar ante una de las mejores series de comic de los últimos años.
Este es el caso de Saga, la colección editada por Image a cargo de Brian K. Vaughan y Fiona Staples, cuyo segundo volúmen, que recopila los números 7 al 12, acaba de publicarse en nuestro país gracias a Planeta. Una edición tan cuidada y elegante como la anterior que trae como guinda un soberbio artículo de José Torralba en el que explora aspectos del comic que quizá puedan ser pasados por alto por algun lector.
Saga nos cuenta la historia de Alana y Marko, narrada desde un futuro remoto en primera persona por Hazel, su hijita recién nacida. En un galaxia muy muy lejana (sorry) los habitantes del planeta Terrada mantienen una guerra cruel con los habitantes de su luna, Guirnalda. La ferocidad y destrucción de la contienda es tal, que ambos bandos deciden continuar la lucha… pero en planetas lejanos, usándolos como campos de batalla. Los protagonistas de esta historia pertenecen cada uno a un bando, a un ejército, lo que les condenará a huir de los suyos para mantener no solo su amor, sino también la vida de su recién nacida. A grandes rasgos este es el argumento central de la historia… pero hay muchísimo más.
Este segundo volumen continúa exactamente en el punto donde quedó el anterior: con la aparición (literal) de los padres de Marko mientras los protagonistas se hayan en plena huída. Y las cosas se complican (sí, aun más) cuando los suegros no aceptan que su hijo se haya comprometido con una «enemiga» y mucho menos hayan tenido descendencia. Pero las dificultades con las que se enfrentan y los fuertes sentimientos que ambos muestran pese a todos los contratiempos comienza a crear nuevos lazos irrompibles con estos nuevos protagonistas. Pero como dije antes… hay muchísimo más.
Nos encontramos con nuevos personajes creados con tanto fondo y personalidad que el lector enseguida se encariña con ellos. Los que ya conocíamos del tomo anterior, como es el caso de ese peculiar y carismático caza-recompensas llamado La Voluntad y su Gato de la Mentira, cobran todavía más peso y más protagonismo. Los detalles de imaginación y originalidad que salpican algunas de las páginas del comic son sencillamente geniales (que grande es descubrir que Marko y su madre han llegado a un planeta que no es tal, sino un monumental y gigantesco huevo a punto de eclosionar!). Pero seguir desvelando más detalles de este tomo sería un veradero delito, una de las satisfacciones de esta lectura es ir decubriendolos por uno mismo.
En lo que sí ahondaremos será en el plano creativo. De Vaughan pocos elogios más se pueden decir de él sin caer en la repetición. Sabe crear personajes como pocos autores hoy día, dándoles vida propia y haciéndolos creibles pese a llevar alas, cuernos, un monitor por cabeza o un solo ojo. Sus diálogos son ágiles y divertidos, además de estar repletos de referencias culturales que en ningún momento parecen fuera de lugar (Romeo y Julieta parece la referencia más evidente). Saga es posiblemente su obra más redonda, original y, a la vez, prometedora pues, aunque parezca mentira por la cantidad de premios que cosecha, da la impresión de que lo mejor está por llegar. Del aspecto gráfico, a cargo de Fiona Staples, sigo pensando lo mismo que pensaba tras leer el primer tomo: sus trazos gruesos y seguros ayudan a destacar lo importante de cada página, los personajes… pero la casi total ausencia de fondos da al comic una extraña sensación de vacío. Personalmente echo de menos unos fondos más trabajados y ricos, que ayuden a crear y dar consistencia a ese Universo nuevo, a esa Galaxia nueva. Me resulta contradictorio contemplar unos personajes tan bien diseñados y tan originales y, al mismo tiempo, unos mundos tan vacíos y difusos. Pero insisto en el hecho de que es una impresión personal y también entiendo que los autores quieran volcar toda la fuerza narrativa en los personajes.
Saga es, en definitiva, un comic imprescindible para el lector de hoy día. Uno de esos títulos que se convierten en clásico con el tiempo y del que muy posiblemente veamos versiones en otros medios. Un trabajo casi perfecto de dos autores que se coordinan con precisión y que tienen muy claro a donde quieren llegar. Y nosotros estaremos allí para leerlo.