Crítica: «Robocop (2014)». No se siente el metal del mismo modo.
Resumen de la Crítica
Valoración
No encaja mal en el cine contemporáneo, pero hay una cierta nostalgia por el óxido y la carne desgarrada
En un mundo en el que el debate sobre la carrera armamentística, los drones y la mecanización de los ejércitos sigue latente, Robocop de Jose Padilha surge como una visceral crítica al poder de las grandes corporaciones y la política militar norteamericana. Tampoco es para ponerse pejigueras, no es en absoluto un discurso en profundidad, recordemos que hablamos de cine palomitero. Es más bien el camino que este cyborg ha encontrado para llegar a los cines del siglo XXI. Y señores, pese a todo, la cinta, que desde su concepción fue criticada de suave, innecesario remake, etc… ha salido triunfante.
Es cierto, puede que no hablemos de un film redondo y magnífico pero no creo que esa fuese la intención de Padilha, que ha sabido reconvertir la temática de Robocop, adaptarla al siglo XXI y hacerla disfrutable y hasta molona en ocasiones. Te quedas incluso con ganas de más. Quizás porque se queda algo floja en cuestión de acción, a la hora de poseer una trama sólida que resolver, un reto para el héroe. El Robocop que todos conocemos relataba una venganza. Aquí se cuenta, sobretodo, la historia de un origen. El del hombre-máquina. El hombre de hojalata con corazón. Y no se hace mal del todo. No si no nos ponemos a comparar con cuanto Paul Verhoeven nos presentó allá por 1987. Criticar un remake es siempre complicado pues las comparaciones son odiosas y las versiones pocas veces superan al original. Es por eso que he tratado de alejarme de tal ejercicio para plantear un análisis objetivo de la cinta en cuestión.
Y si no miramos atrás y nos centramos en este Robocop, el del póster con los cuatro rascacielos madrileños de fondo, la cosa funciona. Hay poco del Alex Murphy que fue y mucho del que se ha convertido en Robocop, lo cual es de agradecer. La mitad del film se centra en el origen del héroe, en un origen traumático propio de un villano, mutilado y reconvertido contra su voluntad en un ser parte hombre, parte máquina, todo policía (con sutil toque frankenstainiano). La relación entre el doctor Dennet Norton (Gary Oldman) y Murphy (Joel Kinnaman) es más profunda que la de éste último con su mujer e hijo. El matrimonio artificial sirve, sin embargo como punto de conexión del policía cibernético con su lado más humano. En el otro extremo de la ecuación está Raymond Sellars (Michael Keaton), CEO de Omnicorp, dueño de medio mundo gracias a la introducción en los ejércitos de sus robots militares. Sellars está a punto de culminar su plan maestro, lanzar su producto en el único mercado que lo ha rechazado, precisamente el norteamericano, pues una ley impide a Omnicorp liberar sus máquinas en suelo estadounidense. Pero, y si en lugar de robots hablamos de un cyborg? Y si hablásemos de salvarle la vida a un hombre? Tal es el plan de Sellars y de manera limpia y eficiente es llevado a cabo sobre el agente Murphy, herido de muerte tras un atentado terrorista.
El hilo narrativo funciona, con escenas cortas al principio que no ayudan a alcanzar tal vez la profundidad que la historia requeriría y que el espectador necesita para empatizar con los sentimientos de Murphy con respecto a su familia, pero que llevan allá donde la película realmente tiene que comenzar, a la muerte del policía y el nacimiento de la máquina. Dinámicas escenas de acción aquí y allá decoran el resultado final y las pequeñas tramas que estructuran la historia. Los extractos televisivos protagonizados por un sarcástico Samuel L.Jackson permiten desde el principio y hasta el final, introducirnos en el mundo del 2028, su cultura y su política. Y entonces, dónde está la chicha en este Robocop? Dónde, si no es en la venganza de Alex Murphy? Dónde si no es en su familia y su relación con su compañero? (Cómo se echa de menos a la oficial Lewis) Dónde, si los ED-209, aquellos tanques bípedos erráticos de la original, funcionan perfectamente aquí? Pues la chicha está en los giros que da Murphy, en su evolución e involución como ser humano y policía. En el modo en que se relaciona con el otro humano con corazón de la historia, el doctor Norton, en cómo se enfrenta a sus propios sentimientos y en cómo éstos influyen en su entorno. Se hace esto mejor que en el original de Verhoeven? De nuevo, no comparemos. Se hace y se hace bien, punto.
El apartado gráfico es también destacable. Ya le pasó a Terminator. Desaparecieron el metal, el sudor, la sangre… llegó el CGI, siempre impecable, siempre impoluto. No encaja mal en el cine contemporáneo, pero hay una cierta nostalgia por el óxido y la carne desgarrada.
En definitiva, Padilha parece no tomarse en serio lo que tiene entre manos, pero eso no tiene que ser malo. Allí donde la cinta original exudaba dureza y dolor, Padilha ha optado por alejarse del antihéroe y seguir la estela de producciones más en la línea superheróica. Los homenajes están por doquier, en el guión (vivo o muerto vendrás conmigo) y audiovisualmente e incluso la banda sonora roquera muestra ese lado irreverente y el tono que Padilha ha querido marcar. Robocop es una excusa, una excusa para realizar una crítica a los tiempos que nos rodean. Robocop es un dron, un videojuego. Se ha suavizado todo lo que la cinta del 87 representaba: Los tiros, la sangre, la calle, el aceite y el sudor. Todo es limpio ahora, con una estética más cercana al Call of Duty que a la Jungla de Cristal. Robocop es ágil y aerodinámico. Entretenida y fresca para las nuevas generaciones, sí, pero advertidos quedan los amantes del original, no se siente el metal del mismo modo.
Esta crítica es perfecta, a mi me gusto mucho y concuerdo con la parte de que quería ver mas acción, pero estoy seguro de que si hacen la secuela tendremos mas de eso, esta nueva franquicia tiene mucho por delante, si tienen imaginación este Robocop puede dar mucho más. Y José Padilha nos da un poco de el mundo corrupto que nos rodea y del que nunca nos libraremos, yo ya quiero ver una segunda parte.
Yo he tenido la oportunidad de verla Frederick el domingo y me ha parecido una pasada , y en cuanto a la evolución de Alex es espectacular de estar echo polvo a lo primero porque no asimila su situación hasta el punto que se derrumba y luego ya va asimilando . Además que transmite Alex muchos sentimientos también .
También quiero ver una segunda parte que ójala así sea , además el final da paso para ella . Espero que pronto tengamos noticias de esa secuela y si que tiene mucho por delante .
Lo que no me gusto de la peli es el traje de robocop, era mejor de metal, pero lo han puesto de negro q no parece robot mas q por el ruido q le ponen al moverse.