Crítica: «Resident Evil 4 Remake», mucho más que un remake

Resident Evil 4 llegó hace casi 20 años para Game Cube. Su éxito hizo que saltara unos meses después a PS2, PC… y de ahí a todas las consolas posteriores. Fue motivo de crítica y elogio por igual, que aquí nunca estamos todos contentos. El hecho de que Capcom abandonase los fondos pre-renderizados tan típicos en la saga por esos entornos 3D detallados y por la tan de moda «cámara al hombro» le supuso tanto detractores como defensores.

Personalmente disfruté con el que se convirtió en uno de mis juegos de terror favoritos que, además, sentó las bases para los posteriores lanzamientos no solo dentro de la saga Resident. Ese grato recuerdo hacía que mirase con cierta desconfianza su revisión, pues conociendo el juego en profundidad temía que Capcom se limitase a recrearlo con mejores gráficos y ya.

Los temores eran infundados y, tras disfrutar la versión de Xbox SerieS/X facilitada por Plaion, me dispongo a contaros la terrorífica maravilla que es este Resident Evil 4 remake. No solo se ha estado a la altura, sino que se ha comprendido que no basta con recrear un juego, 18 años después, para dejarlo igual. Esta nueva versión mejora el original en todo y aporta tantas novedades y añadidos que permite, a los que ya lo conocíamos, volver a disfrutarlo como si fuera algo nuevo… pero sin perder su esencia.

La misma historia con distintos detalles

El mítico inicio de Leon llegando a un pueblecito del norte de España queda ahora menos ridículo para los que somos «de aquí». Incluso algunos detalles como la actitud del policía que se queda en el coche nos hacen sonreir… pero esa sonrisa se congela cuando vemos a lo que nos enfrentamos: un pueblecito de la España profunda habitada por aldeanos alienados, dementes y sanguinarios que nos van a perseguir sin descanso. Las cinemáticas, creadas de nuevo para la ocasión, se integran perfectas en el juego y son, si cabe, más sórdidas y sangrientas que en la versión anterior.

El embargo de la crítica nos impide contar prácticamente nada del argumento, algo comprensible una vez lo juegas, pues se han tomado la molestia de cambiar ciertos momentos, extender otros y, en definitiva, mejorar y ampliar la ya de por sí interesante historia que planteaba el juego original.

Y, aunque todo cambia, mantiene la esencia del juego y aquellos que lo adoramos saboreamos constantemente las mismas sensaciones, recuperadas y potenciadas, que disfrutamos allá por 2005.

Todo mejorado

Creo que lo más acertado y conveniente sería centrar esta crítica en las mejoras y cambios que aporta el remake, sin desvelar nada capital. Lo primero y más evidente es el apartado gráfico que, usando el RE Engine, recrea de manera fotorealista los campos y bosques, el «encantador» pueblecito y el resto de escenarios, algunos inéditos, por los que camparemos jugándonos la vida.

La ambientación asfixiante y de terror se potencia en los lugares cerrados y oscuros, donde el uso de la linterna intensifica la sensación de indefensión y de que, en cualquier momento, nos vamos a llevar un susto. También sorprende lo cambiante de los escenarios, genialmente recreados, que nos llevan desde lugares naturales hasta el interior de construcciones. Con todo lujo de detalles.

Las luces (o la falta de ellas) y los efectos que producen están sensacionalmente trabajados y, junto a los efectos visuales y elementos interactivos, ayudan a crear ese entorno vivo y amenazante que pasa a ser un protagonista más. Pero sería un protagonista desangelado si no tuviera habitantes.

Cuidado con los lugareños

Esos son los enemigos a los que nos enfrentamos, siempre acechantes y siempre violentos, no dudarán en atacarnos en grupo o en guardar distancia y lanzarnos todo tipo de cosas. El combate es otra evolución con respecto al original y se ha transformado en algo mucho más versátil y divertido. Las armas de fuego son, evidentemente, esenciales y su munición varía dependiendo de la dificultad elegida (dificultad que podemos modificar en cualquier momento). Algunas armas nuevas se han añadido y se ha potenciado la posibilidad de modificarlas/mejorarlas. Para ello debemos recolectar recursos y monedas (pesetas) para entregárselas al comerciante en cuestión que, mágicamente, aparecerá a lo largo de todo el mapa en los lugares más insospechados. Por supuesto, también le podemos vender objetos y comprar consumibles… además de dejarnos practicar en una curiosa galería de tiro donde, como premio, obtendremos ciertas mejoras.

Pero volvemos a los enemigos y al combate… los lugareños, el ganado, será solo el principio, por lo que se recomienda ahorrar munición y emplearnos a fondo con ellos para practicar el combate cuerpo a cuerpo. Podemos esquivar, realizar parrys y golpear/patear… incluso dar un golpe de gracia con su cinemática incluída. Así se añade un nuevo elemento al juego: el combate cuerpo a cuerpo. Pero ojo, que las armas que usamos se desgastan y se pueden romper del uso.

Los enemigos más poderosos requerirán dosis extras de plomo y, en no pocas ocasiones, una estrategia meditada para aprovechar el entorno en su contra. Y con respecto a estos enemigos, podéis esperar la aparición de aquellos que nos amargaban la existencia en el juego original… y de varios más, creados para la ocasión.

«Deprisa, deprisa… Se escapan los corderitos, perseguidlos«

Un juego tan cuidado por Capcom no podía olvidar un aspecto esencial que ya era clave en la primera versión: el sonido. Recomendable 100% jugarlo con cascos y con un sistema de audio que saque todo el rendimiento posible a este aspecto. El sonido ambiente nos captura y nos lleva hasta cada lugar, aumentando la sensación de terror… un gruñido lejano o un golpeteo constante, los pasos de un enemigo al que no ves todavía o los cánticos ceremoniales de los fanáticos. Todo está puesto ahí para desasosegarnos, para inquietarnos, para ponernos nervisos y hacer que erremos el tiro.

La localización al castellano es sensacional y sin censura. Nos insultan y nos provocan, nos amenzan y nos gritan. Si eso se ha cuidado, imaginaos que en las escenas cinemáticas y en las conversaciones con pnjs también se ha trabajado bien. Se consigue, una vez más en la saga gracias a los últimos títulos, que la narrativa y el hilo argumental no sea una madeja indescifrable.

Aparte de combatir y sobrevivir, de rescatar y de cooperar, el juego te propone numerosas opciones como la localización de objetos/tesoros o misiones secundarias no necesarias para acabar el juego pero que aportan tanto a la historia como a la jugabilidad. Coleccionables y recursos que deben ser buscado y obtenidos si queremos acabar el juego al completo y mejorar nuestras armas/inventario/habilidades… algo que podriamos echar en falta en los últimos compases de la aventura.

Definitivamente este remake es mucho más que el juego renovado. Se ha creado desde cero y se ha usado como base aquel genial Resident Evil 4, potenciándolo, ampliándolo y mejorándolo en todos y cada uno de sus ya sensacionales aspectos. Que una compañía se tome esa molestia y no se limite a ponerle gráficos HD o mejora de frames es ya una buena noticia, pero Capcom ha ido más allá. Esto es lo que necesita Resident Evil para no estancarse: apostar por mejoras y novedades como en RE VII o RE Village y también en recuperar sus juegos clásicos yendo más allá del simple port o remasterización.

Con esto da igual que la calidad de sus películas y series no esté a la altura. Videojuegos como este mantienen viva la saga.

Título: Resident Evil 4 Remake

Ediciones estándar, steelbook y lenticular

Formato: PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S, PC

Desarrollador / Editor: Capcom/ Capcom

Género: survival horror

Idioma: totalmente en castellano

Lanzamiento: 24 de marzo de 2023

PEGI: +18

Web oficial: https://www.residentevil.com/re4/es/