Crítica: “El Regreso de Superman”. El Retorno del Rey
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
“Superman es ese tío. El único que hay.”
Punto y final a una saga que se convirtió en un clásico instantáneo desde su publicación.
El orden ante tanto desorden reaparece limpiando su casa de polvo y paja reafirmándose como jefe de todo esto. Ahora bien, con un precio. La resurrección no va a escapar de los contratos onerosos que los traumas de la brutal desaparición se han cobrado interna y externamente. Para el propio supes y para los que le rodean: su familia y todos los demás. La experiencia ha roto la confianza en su inmortalidad y lo ha pagado su pervertido legado, el que formó el triunvirato de superhombres. Ese pago es El Regreso de Superman. Estaba el Superman postcrisis y ahora el Superman post Juicio Final. No fue casualidad que de repente cuatro superseres se arrogaran como el auténtico. Todo estaba conectado, desde la paliza mortal hasta la obra de teatro interpretada por los imitadores. Por fin las incógnitas y los misterios presentados en El Reino de los Superhombres se esclarecen en este relato épico superheroico lleno de drama y acción, ya clásico. Porque los acontecimientos que tienen lugar en este desenlace no hubieran sido posible de no ser por la sorpresa de la aparición de Juicio Final, desde el piloto de helicóptero muerto por la irresponsabilidad del Superman Clon hasta la eliminación total de Coast City. A partir de esta recopilación, Kal-El debe asumir la responsabilidad de lo que hará en vida y de lo que puede pasar en muerte.
Después del cliffhanger colocado en el tercer volumen, las páginas descubren al Superman Ciborg como titiritero de un plan criminal maestro a gran escala que es claro ejemplo de la ambición de toda la saga. Si el caos producido por el combate entre Superman y Doomsday fue traumático globalmente, más lo es el resultado de su ausencia. Que un personaje creado en segundo plano para malmeter a la Primera Familia de la competencia, reaparezca dejando boquiabierto al personal y poniendo todavía más a prueba los límites fijados en la última página de La Muerte de Superman, fue un acierto. Por fin vemos en un comic de estas características, lejos del evento universal correspondiente, el salvajismo del odio enfermizo y la destrucción de su triunfo.
Si pensábamos que con la primera entrega solo podía quedar un resacón que necesitaba dos volúmenes para ser absorbido, resulta que aún quedaba el shock afterhours. Porque la resaca dura a día de hoy, véase el Green Lantern de Geoff Johns. Y es cierto, el agujero destructivo que la desaparición de Kal-El dejó, sigue teniendo eco en la actualidad. Sin Juicio Final no hubiera sido posible la deconstrucción de Hal Jordan en el Espectro, su posterior resurrección y la terrible guerra con los Sinestro Corps. No sólo Alan Moore destapó la creación de la mitología moderna del universo Green Lantern, también el eficaz Dan Jurgens puso los cimientos de un drama que aún suena. Una lección de universo compartido, sí señor. Podía ser Metrópolis la desaparecida,…pero oiga, gracias a esta decisión hemos tenido Injustice veinte años después. En fin, hasta con un Elseworlds tiene ramificaciones lo que acontece en el impactante arranque de este último arco. Los forofos de la continuidad y de los encajes argumentales quedaron contentos a largo plazo, porque los efectos de la aparición de Juicio Final en esas primeras páginas del primer arco argumental han dado para 25 años de grandes sagas. Eso sí, como le pasó a Daredevil con Misterio en Marvel, es el héroe B el que al final paga las consecuencias. Pero qué consecuencias, nunca Linterna Verde fue tan interesante desde el team up con Green Arrow.
Alrededor de tan impactantes acontecimientos, los escritores de las series que componen las colecciones arrojan un montón de épicos y desgarradores combates sólo interrumpidos por las necesarias secuencias explicativas. Tarde o temprano esto tenía que pasar. A nivel argumental sirve para desconectar y tomar aire de la desenfrenada acción. Había que averiguar quién es realmente el Superman Oscuro, la intrahistoria de Henshaw (el ciborg, vamos), cuales son las motivaciones de su socio Mongul y la explicación a la resurrección del original. Pero el desarrollo de los personajes ante la reaparición del héroe es el que paga el precio. Pero bueno, para eso están los episodios-epílogos auto conclusivos fuera de la trama principal. Es el único pero al arco en conjunto, un mal muy de esta época que se sucedían en los crossovers en las dos editoriales grandes, el de los guantazos interminables sin parar de hablar, explicando el porqué de las cosas. No obstante, tal y como se precipitan los acontecimientos y ante tantos combates en otros tantos frentes, lo contrario habría sido dedicar un episodio a las explicaciones con los problemas de ritmo que eso hubiera conllevado. Y no olvidemos el noventismo total, ese Superman vestido de negro con pistolones a dos manos y greñas, tremendo!!
En fin, si la saga comenzó a guantazo limpio a dos bandas, visto el desarrollo y duración de la tetralogía, que menos que cerrarlo de forma capicúa pero a cuatro. Destrucción a porrillo en una escenografía alienígena tecnológica al más puro estilo Apokolips kyrbiano con cinco supermanes como repoker ganador de los asombrados lectores. Si esto no es aventura superheroica pura, nada lo es. Tanta épica que apenas hay espacio para nada más, ni para saborear el regreso del héroe por sus seres queridos. Pero ya tuvieron su parcela dominadora durante dos volúmenes, dejemos que la razón de ser de las cabeceras tome el mando de nuevo y disfrute. Que se suelte el muchacho, como su larga melena.
El Regreso de Superman: punto y final a un clásico instantáneo, que cumple 25 años.
Superman 80-82, Adventures of Superman 503-504, Action Comics 690-691, Superman: The Man of Steel 25-26, Green Lantern 46, DC Comics. El Regreso de Superman, ECC Ediciones. Cartoné. Color. 248 pags. Pvp: 24 €. Fecha Edición: Noviembre 2016.