Crítica: «Promethea 3(de 3)», rebasando los límites.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Muy recomendable
Un final en todos los sentidos, con la épica y la sorpresa que se le presuponen a la serie.
Tercer y último volumen de Promethea. Si el primero era una presentación del personaje y las aventuras más convencionales dominaban la historia y el segundo volumen era un viaje iniciático y de aprendizaje a los conceptos básicos de la Magia esotérica… este tercero da un paso más allá, por difícil de creer que esto sea. Promethea/Sophie ha regresado a la vida y vuelve a ocupar su lugar, pero Promethea/Stace no está dispuesta a cederlo y esto les llevará a enfrentarse entre ellas, como sucedió en siglos pasados. Este es el arranque del final, no solo de esta serie, sino de todo el universo de America’s Best Comics.
Promethea es el desencadenante del Fin del Mundo, por lo que Sophie decide ocultarse y llevar una vida sencilla y anónima, lejos de su versión superheróica. Pero el mundo no renunciará a ella y pondrá todos los medios disponibles para localizarla. Por eso llegará Tom Strong y su familia, para encontrar a Promethea y sacarla de su retiro voluntario… provocando con ello la llegada del fin de los tiempos. Pero Alan Moore no se va a contentar con hacerlo fácil, ni mucho menos. Para empezar, el combate entre las dos Prometheas resultará en un juicio sumarísimo, protagonizado por seres del inconsciente colectivo, seres de leyenda, donde se decidirá cual de las dos seguirá ejerciendo como la heroína tecnológica y mística. Un número este, el 25, especialmente cautivador, pues las escenas del juicio se mueven constantemente entre el humor absurdo y la genialidad más admirable. Una de esas historias que se recuerdan.
Luego está la llegada del Fin del Mundo y todo lo que hay alrededor, la aparición de Tom Strong, la amenaza descubierta que es el Muñeco Pintado, las consecuencias que este final tienen… pues Alan Moore recurre a las filosofías culturales de otros países que leen en ese Final de los Tiempos un momento de cambio, no de destrucción sin más. Lo viejo debe morir para que algo nuevo y mejor renazca. Y si este gran cómic que es Promethea quedase ahí, ya sería mejor que la media… pero va mucho más allá. Alan Moore se reserva los números finales para dejarnos boquiabiertos y dirigirse a nosotros, los lectores, a través de los personajes del papel. Decir que rompe la cuarta pared es quedarse cortos, pues directamente la fulmina, la destruye y la hace añicos, consiguiendo confundirnos con su prosa inteligente y que vivamos una experiencia sorprendentemente cercana a lo que hemos estado leyendo.
El número 32, que cierra la serie, es la Fiesta de Despedida. Tiene muchas lecturas y encierra más simbolismo del habitual en una obra de este autor. Para empezar, cada página es una viñeta completa donde está dibujada solo la silueta de Promethea, siendo el fondo un estallido de colores aparentemente aleatorios… porque si combinamos todas las páginas en un collage inmenso, nos aparece el rostro de Promethea en sus dos versiones vistas a lo largo de la serie. Cada página, además, nos revela interesantes secretos de los personajes históricos o legendarios que han ayudado a configurar este mundo de imaginación y magia por el que se ha movido el personaje y, por si fuera poco, Moore pone en boca de Promethea algunos de sus pensamientos y agradecimientos. Tremendo este número 32 también en el aspecto gráfico, como el mismo J.H. Williams reconoce en unas notas al final del capítulo, en las que confiesa lo duro y sacrificado que resultó trabajar en él.
A J.H. Wlliams III le hemos reconocido un mérito impensable cuando reseñamos los dos volúmenes previos… pero no podemos ahorrar ahora en elogios, más bien al contrario, cuando comprobamos que su implicación en Promethea no es menor, sino que llega todavía a cotas más altas de calidad e incluso se despide con ese estallido de creatividad y trabajo que hemos apuntado en el párrafo anterior. La variedad de estilos y de técnicas, cada uno pensado para acompañar a un momento concreto en la aventura, el color maravilloso y las tintas que incluso mejoran los ya de por si elegantes y magníficos dibujos, todo en Promethea está cuidado para ser una serie inolvidable.
El tomo se cierra con todas las historias cortas de otras series en las que Promethea ha aparecido, teniendo como guinda final una miscelánea de aventuras variadas y divertidas. También encontramos bocetos de los personajes, del original incluso, de Alex Ross… páginas a lápiz… los guiones de algunos números… En definitiva una buena cantidad de extras que ayudan a comprender la trascendencia de este cómic. Una de las obras más personales de Alan Moore que, pese a tener marcado el carácter insólito de su autor, se saborea en cada número como algo trascendente y único. Parafraseando a la propia Promethea: «Todo empezó en la imaginación humana. Vuestras vidas, vuestras personalidades, el mundo entero. Todo inventado. Soy la imaginación, soy real. Una ficción que puede colarse en tus sueños, poseer a sus creadores y hablarte a través de ellos. Soy una idea, pero soy una idea real.»
- Promethea 3. ECC Ediciones.
- edición original. Promethea 24 al 32. America´s Best Comics 64 Page Giant núm. 1 USA, Tomorrow Stories Special núm. 2 USA y extracto de Tom Strong núm. 36 USA.
- cartoné. 332 pp. color. 31,50 €