Crítica: «Predicador: Guerra bajo el sol», Arizona de Guerra.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Imprescindible
Uno de los mejores tomos de uno de los mejores cómics que puedas encontrar.
Como pasaba con el tomo anterior, este sexto volumen de Predicador se inicia con un número especial, esta vez dedicado a Starr. Guionizado por el propio Garth Ennis e ilustrado maravillosamente por Peter Snejberg. Vamos a conocer los primeros pasos de este personaje dentro del ejército, el origen de su turbia y ambiciosa forma de pensar y su llegada y posterior imparable ascenso dentro de esa organización conocida como El Grial. Detalles previos a la serie (y algunos paralelos también) que desconocíamos y que enriquecen todavía más este particular universo tarado que es el escenario en el que se desarrolla la serie.
Y como pasaba también en el volumen previo, ese especial nos introduce en lo que sucede en los siguientes números que componen este volumen, los números 34 a 40 de la serie original americana. En ellos se cerrarán heridas abiertas entre Tulip y Cassidy y asistiremos a lo que el subtitulo del libro promete… una Guerra bajo el sol. Jesse y sus amigos viajan hasta los desiertos de Arizona para encontrar al Todopoderoso, pero lo que allí encontrarán será un cara a cara con Starr y sus tropas y, al mismo tiempo, con un rabioso y colérico Santo de los Asesinos. La resolución de este conflicto es, como siempre ha pasado y pasará en la serie, tan sorprendente como inesperado. Radical y expeditivo… sobre todo para Starr, que ya no volverá nunca a ser el que era, literalmente (omito detalles para que os sorprenda y divierta a vosotros tanto como me sorprendió y divirtió a mi). Pero nuestros protagonistas no saldrán bien parados tampoco… Tulip y Cassidy por un lado y Jesse por otro, ya nunca volverán a ser los mismos.
Paralelamente asistimos al auge musical de Caraculo y a sus devaneos y enfrentamientos con el difícil mundo de las discográficas… y es que Ennis no pierde oportunidad para meter el dedo en el ojo a nuestra sociedad.
Predicador sigue a estas alturas siendo una serie divertida, sorprendente… gamberra, pese a que ya pasaron casi veinte años de su publicación. No ha envejecido ni una milésima, en absoluto, incluso puede decirse que es una serie contemporánea, mucho más actual que las que hoy día se publican. La fuerza de sus personajes sigue aturdiendo y lo ácido de sus guiones casi no tiene parangón. En esta Guerra bajo el sol asistimos a algunas de las mejores frases de la serie, a algunos de los momentos más crudos y surrealistas (ojo a los hermanos Chunt!) y al continuo desfase, humorístico-crítico-cruel, del que goza uno de los mejores cómics Vértigo jamás publicados.
Pasado el ecuador de la serie, los autores no muestran síntoma alguno de cansancio y denotan que es una historia muy bien pensada y cerrada, sin fisuras y con un claro objetivo y final. Tanto Ennis como Dillon permanecen sólidos y convencidos de lo que hacen. Y eso se nota. Los escenarios desérticos, los pueblos perdidos de la América profunda y sus gentes, son lugares donde los autores se sienten cómodos y manejan con maestría. La historia avanza, siempre cambiante y siempre aportando nuevos elementos (personajes) Es verdad que a veces de forma algo más pausada y, otras, se acelera frenéticamente… pero eso es ya un sello característico de Predicador, y lo seguirá siendo hasta el final.
Los elogios para este volumen casi no acabarían… Y eso que todavía no he mencionado la acertada inclusión de las portadas originales del maestro Glenn Fabry, absolutamente impresionantes, ni un pequeño grupo de ilustraciones realizado por diversos artistas. Todo esto, acompañado de la impresionante edición que realiza ECC, conforma una compra/lectura imprescindible para cualquier aficionado e, incluso, para quien no haya cogido un cómic en su vida. No lo dejes pasar.