Crítica: «Poison City 1(de 2)», el acoso de la censura.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Recomendable.
Sin renunciar a su género favorito, Tetsuya Tsutsui critica la censura y la doble moral en el cómic.
Tetsuya Tsutsui se posicionó en primer lugar, como artista a seguir dentro del medio, nada más descubrir su obra hace unos meses. Con Prophecy, Manhole y Reset ha captado toda mi atención y he comprobado que además de dominar todas las artes del cómic, mantiene siempre un nivel equilibrado… siempre alto. Pero con esta nueva obra, Poison City, explora nuevos temas y géneros, aunque se guarda un curioso truco en la manga para no terminar de salirse del todo de su thriller habitual.
En Poison City seguimos a un joven mangaka, Mikio Hibino, que consigue colar su obra en una revista de prestigio, como era su sueño. Sin embargo, las inminentes olimpiadas en Tokio (estamos en 2020) hacen nacer y crecer movimientos de censura en los medios, para evitar dar al exterior una imagen de Japón demasiado sórdida. En el punto de mira de estos movimientos censores se sitúan los mangas. Ya sabemos que el cómic en Japón tiene infinidad de géneros y los hay para todos los gustos y de todas las temáticas… los de contenido violento, sexual o «moralmente cuestionable» serán los primeros en caer. Mikio está intentando sacar adelante Dark Walker, un manga que trata de un virus que vuelve a la gente caníbal… lo explícito de las imágenes y el mensaje que transmite le va a crear muchos problemas… a él y a su editor. Y hasta aquí voy a contar.
Lo más evidente de este Poison City es la crítica que Tsutsui lanza a la censura y a los grupos de presión que velan por la moral, atacando a los medios sin importarles la sagrada libertad de expresión. La escalada de acciones por la defensa de la moral (sig) irá in crescendo en detrimento del trabajo de artistas , editores e industria del manga en general. Aquí hay poco de thriller, pero la habilidad narrativa del autor y la sencillez con la que cuenta las cosas, hace de este primer tomo un paseo absorbente por las interioridades del sistema de publicación y su control. Y ahora viene la guinda… Tetsuya Tustsui intercala la historia que sucede en el «mundo real» con las páginas que el protagonista va confeccionando de Dark Walker. Por lo tanto, en un ejercicio de metalenguaje, vamos a poder conocer también lo que pasa dentro del manga que está, a su vez, dentro del manga que estamos leyendo.
El virtuosismo gráfico del autor se mantiene en la misma línea que en sus anteriores obras, quizá se descuide algo más el fondo, los detalles… recordemos que, por ejemplo en Manhole, eran de una meticulosidad obsesiva. Ese nivel de detalle no se encuentra aquí, pero no impide en absoluto el disfrute del cómic ni influye de forma negativa. Sigue manteniendo, eso sí, su dinámica manera de narrar con imágenes y nos transporta agradable y sencillamente al interior del manga. También sigue siendo aquí un genial creador de personajes, aunque para este manga es muy posible que se haya basado en personas reales, cercanas a su entorno laboral. Aun así, es muy destacable el nivel de detalle y complejidad en sus personajes. Para dotar a Poison City de argumentos reales y añadirle contundencia, Tsutsui recuerda momentos en la Historia del cómic en los que se aplicó la censura, contando de forma sencilla pero exahustiva lo que sucedió en EE. UU. con La Seducción del Inocente y la aplicación del Comic’s Code. Pone en boca de sus personajes lo que piensa la gente de la industria y nos lleva a reflexionar sobre lo que puede pasar si aceptamos el boicot encorsetado de los que piensa de manera retrógrada.
El thriller, el terror, el bio terrorismo… siguen presentes en Poison City gracias al manga «dentro del manga», pero no oculta que lo importante en esta obra es la crítica a la censura y, cuidado, la voz de alarma que hace sonar a la vista de lo que empieza a suceder en muchos países. En nuestro caso, podemos sentir este argumento como muy cercano, ya no por lo que ha pasado con algunas portadas de El Jueves, sino por lo que se está empezando a mover. Esperemos que este manga se quede como obra de ficción y no sea una de esas que terminan haciéndose reales. De momento, Poison City nos recuerda que la manipulación y la censura no es algo del pasado, puede ser algo del futuro.
- Poison City 1. Planeta Cómic.
- rústica con sobrecubiertas. 240 pp. B/N. 9,95 €