Crítica: «Plan de Huida», huida hacia el talento
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Muy recomendable
Excelente obra, un autor que no defrauda nunca
Hace diez años, estamos de celebración, que conocimos a Agustín Ferrer Casas. Un autor del que nunca habíamos oído hablar y que llegaba con su obra para ser el primer lanzamiento de Grafito Editorial. Debut por partida doble. Cazador de Sonrisas era su título y trataba sobre un dentista… nada demasiado atrayente, la verdad. Pero como cambió la cosa una vez que comenzabas a leer: una historia divertida pero muy turbia, una ambientación sugerente y un dibujo distinto en el que se notaba el cariño y cuidado puesto en la obra. Nos gustó tanto que cada obra posterior de Agustín ha sido esperada, deseada, celebrada, leída y disfrutada. Y sin decepcionar jamás.
Arde Cuba, Mies y este Plan de huida han marcado el crecimiento como autor de uno de nuestros autores patrios favoritos… y lo hemos seguido en tiempo real. Paralelamente, por supuesto, hemos acompañado a Grafito como editorial, acogiendo esos otros títulos del autor y viendo como cada uno de ellos multiplicaba el éxito del anterior. Éxito por partida doble.
Quizá un preambulo demasiado largo, pero necesario para constatar que hemos sido testigos del «nacimiento» y «crecimiento» del autor y de la editorial y que esta obra marca un punto de excelencia del que nos alegramos haber podido disfrutar. Y lo que nos queda.
Plan de huida… En la web de Grafito Editorial podéis leer las primeras páginas (muchas) y haceros una idea de lo que trata esta obra, pero aun así os lo resumimos. Avanzada la Guerra Civil el bando republicano teme que la capital vaya a caer pronto frente a las tropas de Franco. Para salvaguardar el patrimonio artístico del país deciden trasladarlo a la nueva capital, Valencia ( y posteriormente se movería más, y más…). La señora Claramunt, una empresaria de buena posición, sabe que la guerra está perdida y sabe, también, cual va a ser su destino una vez los sublevados alcancen el poder. Así que trama un PLAN DE HUIDA para ella, su familia y toda la gente que trabaja para ella: fletar un barco que les lleve a un país de acogida. Pero para eso necesita dinero y trama el robo (y sustitución por una copia) de una de esas obras de arte que van a ser trasladadas de Madrid a Valencia. Con la venta de dicha obra sufragará el PLAN DE HUIDA.
Gascón y Fos serán los soldados republicanos encargados de dar el cambiazo… Y, paralelamente, asistiremos a como en la actualidad un catedrático de Arte y un, digamos, tratante, investigan todo el suceso pasado. El ayer y el hoy se mezclan en esta aventura que nos lleva a vivir una historia ficticia dentro de un marco real.
El trabajo artístico de Agustín ya no nos sorprende, pero nos sigue maravillando. Obseso en los detalles se preocupa de que cada viñeta quede completamente trabajada sin descuidar fondos, arquitectura de edificios, personajes, figurantes… yo que se, de todo. Si hasta el cielo y el estado metereológico está perfectamente plasmado. Los interiores, casas y mansiones de la época, no son una excepción y presentan todo tipo de decoraciones y diseños de la época, así como las vestimentas, vehículos, etc. Un trabajo de documentación enorme y una elaboración artística monumental que tiene su recompensa en estos magníficos resultados. Salta a la vista.
Como salta también a la vista el uso de lápices, de acuarelas, de tinta, de manera tradicional y ya podemos decir artesanal ante la omnipresencia de tanta digitalización en el mundo del cómic. No hablaremos de la recreación de calles, del pasado y del presente, con edificios y construcciones, vehículos y demás, calcados a la realidad y que han sido (podéis ver la entrevista que le hicimos) un quebradero de cabeza para el autor. «Pero ha valido la pena, Agustín! El resultado es asombroso»
Más que en el plano de la ilustración, la evolución como autor a Agustín se le nota en la narrativa. Visualmente ha mejorado en transiciones de escenas y cosas tan complicadas como hacer un contínuo entre escenas que están separadas por el tiempo, un siglo nada menos, las consigue fusionar con total naturalidad y lo único que nos sorprende es la manera magnífica que tiene de hacerlo.
El tratamiento de personajes, la evolución de los mismos y de la historia, en todo ello se puede ver a un autor que domina todo estos aspectos y que sigue teniendo un estilo inconfundible, personal. Recuerda el cómic europeo, línea clara, pero tiene una impronta única mezcla del talento y del trabajo exhaustivo.
La presente edición, la primera de muchas, sigue el formato de su anterior trabajo, Mies. Tapa dura, gran tamaño (20×27) para poder disfrutar de su impresionante arte y unos extras de puño y letra del autor donde se explican interesantes detalles históricos y del propio cómic.
Se pondrá a la venta el próximo 7 de noviembre, pero ya se puede hacer la precompra en la web de Grafito Editorial, tenéis hasta el 3 de noviembre para ello. Lo bueno de hacerlo así es que recibiréis las acostumbradas «recompensas» con las que suele obsequiar la editorial y, al adquirir algún pack de venta (hay muchos) accedéis a regalos exclusivos. En el momento de escribir esto ya hay varias recompensas desbloqueadas entre las que se encuentra una fantástica lámina dibujada por Agustín.
Poco más podemos añadir. Agustín Ferrer Casas es uno de nuestros autores favoritos y recibimos cada lanzamiento suyo como un acontecimiento. En este caso, vamos como siempre, la espera ha merecido la pena y se traduce como una de esas obras que apetece releer, disfrutar y recomendar.
- Plan de huida. Grafito Editorial
- cartoné. 128 pp. color. 25€