Crítica: «Pesadillas. Monstruos a Medianoche», pesadillas en viñetas.

La serie de novelas de R.L. Stine, «Pesadillas» (Goosebumps), lleva encantando a los más jóvenes desde hace más de 25 años y para muchos de ellos ha sido la puerta de entrada al género del terror. Entre la serie original, que consta de 60 títulos, y las dos colecciones que salieron de esta, 2000 y Escalofrío, «Pesadillas» tiene más de 100 libros en el mercado que no se acaban nunca de reeditar, llegando hasta nuestros días y demostrando que no pasan de moda. Esto queda todavía más patente con la aparición de dos películas, la última de las cuales acaba de llegar a nosotros para que nuestros pequeños vivan Halloween todavía con más intensidad. Pero no acaban ahí los tentáculos de la obra literaria, ya que su versión en cómic debuta en nuestro país gracias a Medusa Cómics, que publica el tomo Pesadillas: Monstruos a Medianoche, obra de Jeremy Lambert y Chris Fenoglio.

En el mismo tono que las novelas, ya sabéis, un cierto aire macabro y misterioso pero sin pasarse, nos cuenta como dos hermanas quedan atrapadas en Horrorland y a merced del malvado Slappy. Mia y Ginny son dos jóvenes encantadoras y amantes de la lectura (de terror) que tienen que volver a una polvorienta y escalofriante librería para intentar conseguir el final de la historia que están leyendo… pero no es más que la trampa elaborada por Slappy para atraerlas hasta sus dominios. Allí deberán salvar sus vidas y sobrevivir a los horrores que ese infame mundo llamado Horrorland les planta delante. Pero no solo encontraran monstruos peludos o gelatinosos que las quieren devorar, también hallarán un inesperado aliado…

Las jóvenes protagonistas de esta aventura son carismáticas y encantadoras y entre sus virtudes de determinación, afecto mutuo y voluntad, encontramos aspectos tan reales como las enfermedades que padecen, que las acercan al lector y las hacen vulnerables al tiempo que las humanizan. Todo eso contrasta con la pesadilla que les toca vivir, en la que el peligro siempre amenaza… La tercera en discordia, Irk, da el toque entrañable y a veces humorístico y será un hilo que conecta el mundo real y Horrorland.

El tono del cómic es el mismo que el de las novelas. En ese aspecto los autores respetan las formas, el estilo y el fondo que R.L. Stine inmortalizó en su mítica serie y la convirtió en la reconocida franquicia que tanto gusta al joven lector. Esas virtudes están aquí y hay que rendirse ante la habilidad de los autores, pues la traslación de un medio a otro no suele ser fácil y no siempre se logra, más aun teniendo que mantenerse en paralelo a un estilo ya marcado.

Lambert y Fenoglio tampoco pierden de vista el público lector de Pesadillas y tanto los guiones como los dibujos son claros y limpios, fáciles de seguir pero sin caer en el simplismo. Apuestan por la narrativa directa y rápida sin sacrificar por el camino lo que, al fin y al cabo, es más importante: los personajes. Centrándose en las hermanas protagonistas y la delicada situación que atraviesan y en esa extraña compañera de viaje que se une a ellas… aunque deja un poco de lado el resto de amenazas, limitándose a figurar como incansables perseguidores de las jóvenes, lo que nos hace añorar un poco más de protagonismo por parte de Slappy… pero todo se andará.

Muy recomendable el tomo que publica Medusa Cómics, bajo el sello Medusa Kids, que hará las delicias de los jóvenes lectores aficionados a los libros de R.L. Stine (que por cierto, escribe el prólogo) pero que contentará también a aquellos que desconozcan este particular universo literario y se quieran acercar a él por primera vez… si no tienen miedo a las Pesadillas.

• Pesadillas.Monstruos a Medianoche. Medusa Cómic.
• edición original: Goosebumps. Monsters at Midnight. IDW.
• cartoné. 80 pp. color. 11,95 €