Crítica: «Parasyte 2», cambios por dentro y por fuera.
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Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Recomendable
La vida de Shinichi y Miggy sigue dando los problemas normales que su fusión crea ante humanos y parásitos.
Después de leer el primer volumen de Parasyte, reseñado aquí, y mucho tiempo esperado, nos moríamos de ganas por saber como continúa el complicado día a día de Shinichi y Miggy. Recapitulando muy por encima: unos seres parasitarios llegaron a la Tierra y se alojaron en las cabezas de algunos humanos mientras dormían, tomando el control absoluto de sus cuerpos y con la facultad de poder cambiar de forma sus cabezas. Además de tener un hambre voraz de carne humana. Shinichi, el atolondrado adolescente protagonista, tuvo los reflejos suficientes para evitar que el parásito atacase su cabeza… pero se alojó en su brazo, del que ahora tiene el control. Ambos están obligados a convivir en una particular simbiosis no exenta de peligros.
Los parásitos se detectan entre ellos y son capaces de saber que el que tiene Shinichi (llamado Miggy) no ha completado su ciclo de vida, por lo que es una anomalía que debe ser eliminada. Shinichi por su parte debe seguir viviendo su rutina diaria, pero ahora acompañado de el extraño ser multiforme que en su desconociminto puede meterle en un lío en cualquier descuido. Humor, gore, terror… de todo había en el primer volumen y de todo sigue habiendo en este segundo, con el aliciente de que la historia comienza a avanzar en una dirección y los protagonistas evolucionan.
Para empezar, se crea un serio problema con los padres de Shinichi. Muy hábil el autor, Iwaaki, introduciendo momentos sentimentales y familiares, lo que nos faltaba. Aparecen nuevos personajes de toda índole, tanto humanos como parasitados, ocupando cada cual su lugar en la historia que está viviendo Shinichi y su «acompañante». Uda es un secundario que nos gana en cuanto aparece y al que deseamos ver en el futuro, así como la cándida y tierna Hayase, contrapunto a tanta locura y tensión.
En este volumen se evita evolucionar en el argumento de la invasión a gran escala, ya que está aun en sus inicios y ni siquiera ha llegado a desvelarse públicamente, para centrarse en la evolución de los personajes y la relación entre parásito y huésped, con profundas modificaciones. Shinichi comienza a dejar de ser ese joven descuidado para entender lo trascendente de su papel en lo que está por venir y Miggy, atrapado en el cuerpo del humano, aprende a desconfiar de sus congéneres y entender que esta otra forma de vida es posible.
De lo que no prescinde el autor en este segundo volumen es de nuevo del humor mezclado con terror y una tensa atmósfera de peligro constante, sublimada por la identidad de la persona que se convierte en enemiga y que no puedo revelar aquí. Quizá un componente nuevo puede disgustar a algunos lectores, y es el hecho de las nuevas capacidades que Shinichi desarrolla debido a su fusión con Miggy. Quizá el cambio de madurez en el protagonista también sea demasiado brusco, pero a la luz de lo que sucede en su seno familiar es una cambio del todo comprensible.
Hitoshi Iwaaki, el autor, logra mantener un ritmo constante en el que nunca decae el interés por lo que va a pasar a continuación. No abusa de diálogos largos ni escenas trabadas, apostando por la sencillez narrativa literaria… pero también gráfica. El cómic se lee de manera natural, siendo accesible a cualquier tipo de público, sin esmerarse excesivamente en el dibujo pero logrando aun así mostrar cada detalle. Economiza en el aspecto gráfico, perdiendo espectacularidad pero siempre centrado en aquello que quiere contar. Ir en línea recta sin dar giros ni vueltas al guión es algo poco habitual en los mangas de dilatada duración y eso, de momento, no pasa en Parasyte.
Sea como sea, Parasyte sigue siendo un manga original, que sabe mezclar con impacto géneros totalmente opuestos y que gracias a su fácil narrativa y su dibujo simple y efectista se deja leer y nos gana con cada escena. Muy recomendable!
- Parasyte 2. Planeta Cómic. rústica con solapas. 280 pp. 9’95 €