Crítica: “Otoñal”. El verde mata.

Siempre he visto el cómic de terror como el único que no puede responder a las expectativas en ningún caso. Y mira que hay obras maestras del género. Con los libros pasa igual. Sólo en la televisión, cine y videojuegos podemos encontrar una experiencia de inquietud o angustia en los títulos. Otra cosa es que se aprecie lo chungo de la situación y nos sorprendamos con los giros. Y luego separar una buena historia de una mala o normalita. Pero el escalofrío solo está reservado para el campo audiovisual, lógico. La capacidad de inmersión o vivencia no puede ofrecerlo el cómic ni las novelas. Además en lo último, la imaginación moldea lo leído y en el cómic que te ofrece una secuencia de imágenes fijas, pero no hay «ambiente». Aún así, aunque de forma más indirecta que en lo audiovisual, sí permite sufrir con los personajes o concluir que la pericia de sus autores ha tocado teclas emocionales para con el lector, pero irremediablemente te lleva al drama con aspectos fantásticos si hay elementos sobrenaturales o costumbristas si no los hay. Otoñal es una buena historia de terror que reúne de esto último, lo primero.

El primer punto a favor es que toda la información recabada por sus dos protagonistas es coetánea a la del lector. Ninguno está por encima en esta cuestión. Por tanto, los giros sorprenden a ambos por igual y descarta el típico giro que por arte de birlibirloque el protagonista se guardó un as en la manga que el lector desconocía. La única sensación de superioridad que tiene el lector sobre los personajes es el bagaje que tenga en historias del género. Que a base de ver películas o leer libros le suenen determinados trasfondos y ambientes y pueda intuir por dónde van los tiros o que pueden pasar determinadas cosas porque recuerda a un determinado título.

Sobre la obra, nos encontramos ante una historia de terror ambientado en un pueblo estadounidense que está obsesionado con mostrar al mundo el mejor Otoño posible. No es exactamente américa profunda o pueblos sureños con arquetipos reconocibles pero sí se atisba mucho proteccionismo y conservadurismo. El choque cultural se aprecia nada más empezar partiendo del hecho de que Kay y Sybil, madre e hija y protagonistas de la historia, vienen de la cosmopolita Chicago.

No estamos en presencia de asesinos en serie ni violencia familiar, es terror sobrenatural puro y duro. Que por cierto, está bien tirado. Una maldición que hace que el verdor, cuya representante es una pobre mujer inocente asesinada siglos atrás, se cobre las vidas de sus vecinos, creando un clima de paranoia a las protagonistas ante el misterio de esta situación y la actitud pasiva, sobreprotectora y supersticiosa de sus vecinos.

En cuanto a estructura, no hay novedades con relatos parecidos. Gente de fuera que vuelve al pueblo donde se crió, los vecinos que miran raro a la “forastera”, una tragedia sin explicación científica que segó la vida de varios vecinos en un pasado a medio plazo, fenómenos misteriosos que crean incertidumbre, una tradición folclórica en forma de canción infantil, el típico personaje apartado de la sociedad que cuenta la mitología y como afecta a los eventos inexplicables y las leyendas para que impulse a la protagonista a investigar; y una parte final con un clímax vertiginoso y terrorífico en acción y drama.

Tampoco es negativo, lo principal es que la propuesta sea creativa. Y aunque la experiencia en el género intuya determinados modos y giros, el último tercio es potente y muy dramático. Sin duda, lo más interesante, porque el drama consigue conectar con el lector, ya sea hijo, padre/madre, o ambos.

La obra no deja respiro, otro valor añadido donde las ganas de más hacen que se devore sin solución de continuidad por muy poca piedad que tengan sus autores con el lector y con sus protagonistas.

Lo que tengo claro es que esta historia pide a gritos una adaptación audiovisual. Esperemos que de ser así, el presupuesto y la parte intelectual completen la contundencia de esta historia de terror para elevarla más allá de lo que el cómic del género puede ofrecer.

The Autumnal 1-8, Vault Comics. Otoñal, ECC Ediciones. 224 páginas. Color. Cartoné. Pvp: 25 euros.