Crítica: «Ordinary», extraordinariamente normal

Michael Fisher es el protagonista de esta historia. Pero Michael no es, ni siquiera, un tipo normal. Es el arquetipo del perdedor: ya pasada la mediana edad, con un trabajo mediocre y una vida echada a perder, denostado por su hijo y olvidado por su ex. Por si esto no fuera suficiente, las deudas le acosan en forma de prestamistas malhumorados. Menudo panorama. Existe esa máxima que dice que si algo puede empeorar, sin duda lo hará… Eso es lo que sucede cuando, un buen día, toda la población del planeta obtiene superpoderes debido a un extraño virus que se ha extendido por todo el globo. Aquel puede transformar su cuerpo en metal, el de allí se convierte a voluntad en oso, esa chica tiene hiper-velocidad… todos disfrutan de sus nuevas habilidades, excepto una persona que resulta ser inmune al virus. ¿Adivináis quién?

Michael sigue siendo esa persona ordinaria… pero aquí viene lo genial de esta obra: su tremenda crítica camuflada como comedia. La gente que ahora es super poderosa utiliza sus nuevas facultades para su propio beneficio, para abusar de su nueva condición o, en el mejor de los casos, para las tareas más pueriles y superficiales que te puedas imaginar. El caos y el desconcierto a nivel planetario amenaza con traer el apocalipsis y las naciones se apresuran a intentar buscar una solución al problema en forma de vacuna. Pero ¿dónde pueden encontrar un sujeto inmune que sirva para generar dicha vacuna? Si, es Michael, y por fin su triste vida puede tener significado.

A lo largo de las 90 páginas de Ordinary, Rob Williams y D’Israeli nos ofrecen una trepidante aventura que mezcla acción, humor y mensaje, donde la mediocridad se vuelve virtud, a través de un guión inteligente y divertido, que sabe explotar el género de los superhéroes desde un punto de vista original. Y es que en Ordinary los superhéroes son un problema debido a su masificación y la arbitrariedad de los poderes que obtienen. Pero Williams y D’Israeli consiguen darle la vuelta con un fenomenal truco y convertir al «tipo normal» en la referencia única que mantiene la cordura y el punto de conexión con la lógica. La variedad en cuestión de personajes y poderes demuestra una gran imaginación por parte de los autores que, sin esquivar referencias a personajes conocidos (del cómic o del cine) consiguen sorprender constantemente.

El humor es una constante en Ordinary. Pero no ese humor forzado que aparece en todo momento y se vuelve excesivamente presente, no. Lo usan aquí como una herramienta para mantener el tono irreal de la obra sin que esa misma irrealidad nos saque de la lectura, introduciendo bromas en los momentos más inesperados. Este humor se da tanto en el aspecto literario, con ocurrencias y chistes que los protagonistas sueltan, como en el aspecto gráfico, con mucho humor visual que sin duda sorprende y saca la sonrisa, de manera silenciosa, creando una peculiar conexión entre los autores y el lector. Como un guiño, como un codazo cómplice.

Pese a lo irreal de la situación, la historia avanza firme y sin fisuras que fracturen la solidez de lo narrado. No nos cuesta aceptar todo lo que nos cuentan, ayudados por esos personajes tan reales dentro de su loca situación y por esas bromas, disfrutando de una historia absolutamente genial. No es el primer cómic que juega con el trasfondo de toda una población (o todo un mundo) con superpoderes, pero jamás leí otro que desarrollara dicho argumento con tanto tino. Lo que eso supone para la estabilidad planetaria, las decisiones que los Gobiernos toman, las decisiones que los personajes toman de manera individual… y aquí llegamos a la crítica velada (o a veces no tan velada) sobre el poder y el abuso del mismo por parte de los poderosos, la reivindicación del mediocre y la defensa de ser un tipo normal.

Grafito Editorial publica en este tomo la obra completa editada en origen por Titan Comics. Los que conocéis otros trabajos de Grafito ya sabéis la magnífica edición que presenta y sabéis, también, que de regalo el tomo trae una lámina dibujada por los autores. Como es costumbre también, se puede adquirir en la web de Grafito Editorial sin gastos de envío y, para comprar sobre seguro, en esa misma web se pueden leer las primeras páginas de la obra. Una obra muy recomendable porque todos tenemos un poco de Michael Fisher. El verdadero héroe de Ordinary.

• Ordinary. Grafito Editorial.
• rústica con solapas. 104 pp. color. 16 €