Crítica: «El Ocultista vol. 2. A las puertas de la muerte»
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Historia
Personajes
Edición
Aventuras llenas de magia y acción.
Fresca, ligera y entretenida.
Ya tenemos entre las manos «El Ocultista vol. 2. A las puertas de la muerte» y lo primero que observamos en la portada es un cambio en el apartado gráfico. Mike Norton y Allen Passalaqua se unen a las filas del Ocultista. El tandem Tim Seeley y Mike Norton (responsables de la aclamada serie «Revival») serán los encargados de contarnos las aventuras de Rob Bailey en este universo creado por Dark Horse y que Aleta acaba de publicar en España.
Recordemos que en el primer volumen de esta serie Rob acabó derrotando al Quiebraespadas con la ayuda de la detective Anna Meléndez, pero esto no fue suficiente para acabar todos sus problemas. El detective de homicidios James Charles fue poseído por el alma de Aiden Beck, un tecnoshaman que ansía el poder de la Espada para usarla en su propio beneficio. James finge ser amigo de Rob y querer ayudarle a comprender y usar sus poderes cuando lo que realmente quiere es hacerse con ellos. Aiden mantiene encerrado el espíritu de su jefe y amigo Elder, evitando así poder comunicarse con el chico y que descubra la verdad.
Este segundo volumen continúa donde acaba el número anterior. La detective Anna Meléndez ayuda a Rob a combatir a sus enemigos sobrenaturales mientras James (poseído por Aiden), ya tiene un plan en mente para acabar con el Ocultista. Su objetivo está claro y sabe como llevarlo a cabo. Aiden juega con Rob, lo engaña y manipula para cometa un grave error con el objetivo de que la Espada lo rechace, abandone su cuerpo y busque un nuevo anfitrión, y así Aiden tenga una oportunidad de hacerse con ella. Para dicho plan se sirve de Luka (una guapísima estudiante) y de sus dos amigos Malcom y Sam. Todos ellos tienen algo en común, pueden abandonar su cuerpo y moverse a través del mundo espiritual. La relación de Rob con sus nuevos amigos le lleva a verse envuelto en problemas tan serios que incluso su vida corre peligro.
La entrada a la colección de Mike Norton al dibujo y Allen Passalaqua al color ha sido un grandisimo acierto. Los personajes han ganado mucho, sobre todo en la expresividad de sus rostros (cosa que adolecía el número anterior) y logran que el lector empatice mucho más con ellos y los sienta más cercanos. Norton también ha mejorado notablemente las escenas de acción, ahora son mucho más intensas y logran transmitir mucho más dinamismo.
Otro apartado que ha mejorado en esta segunda entrega es el guión. En esta ocasión Tim Seeley ha profundizado más en la vida de los personajes, como por ejemplo en la de la detective Meléndez. En este volumen se nos cuenta parte del pasado de Anna y conocemos un hecho importante que la marcó, y cómo ese suceso pasado repercute en la manera en la que actúa y toma decisiones en su vida actual, lo cual crea un vínculo importante con el lector ya que la conocemos algo más en profundidad y logramos empatía con esta mujer de armas tomar.
El ritmo en que se nos narra la historia también ha variado. El guionista se toma más tiempo para desarrollar la trama y no nos cuenta los hechos de manera tan precipitada como ocurría en la anterior entrega. Esta vez ocurre de una manera más pausada (que no lenta, ni muchísimo menos), pero se toma más tiempo en llegar del punto A al B, lo que hace que sepamos claramente hacia donde quieren ir tanto los personajes protagonistas como los secundarios. En este volumen también se ha incluido bastante humor, otro acierto ya que la trama es ligera y estos toques de humor la hacen mas fresca.
Esta edición de Aleta cuesta 14,95 euros, contiene 136 páginas. Está editado en rústica e incluye bocetos de Steve Morris y Mike Norton y la maravillosa portada alternativa de Paolo Rivera para «The Occultist # 1».