Crítica: «Nuclear Blaze», el bombero más valiente llega a las consolas
Historia
Jugabilidad
Gráficos
Duración
Muy Recomendable
Sencillo, divertido, emocionante y, aunque algo corto, ofrece muchos modos de juego para repetir.
Deepnight Games debuta en consolas con el lanzamiento de Nuclear Blaze, el juego que llegó hace meses (más o menos un año) a PC, desarrollado por Sébastien Bénard, y que nos pone en la piel de un valiente y entregado bombero, manguera en mano, dispuesto a apagar todo tipo de fuegos.
Estará disponible en consolas a partir del 28 de Abril, en Switch, PS4, PS5, Xbox One y Xbox SerieS/X. Nosotros hemos disfrutado ya de la aventura en la consola de Microsoft, gracias a sus distribuidores, Red Art Games, y os contamos todo lo que se puede contar de este diveetido y caliente juego.
Con un aspecto retro y modelados la mar de simpáticos, tendremos que avanzar en coloridos escenarios 2D, a veces lateralmente y otras en vertical, haciendo frente a los fuegos que se propagan por diferentes zonas. Las primeras fases serán un mero entrenamiento que nos marcará las premisas básicas del juego, pero enseguida nos meteremos de lleno en una enrevesada trama que nos llevará a colarnos, como auténticos héroes dispuestos al sacrificio, en una centarl nuclear a punto de explotar… si no atajamos las llamas antes de que lleguen al núcleo del reactor.
Así que ya os podéis imaginar, la emoción está servida.
Los controles son básicos y no van más allá de saltar, rodar para esquivar fuegos o explosiones y, lógicamente, el uso de la manguera. Podemos lanzar el chorro de agua controlándo la dirección con el stick, pero hay otro botón con el que lanzaremos el chorro en diagonal, además de una práctica combinación (stick de dirección abajo+botón de lanzamiento de agua) con la que crearemos una especie de «escudo» o «campana» de agua que nos protegerá de las llamas. Saber combinar estos sencillos comandos va a ser fundamental para poder salir airosos de la central nuclear y coronarnos como auténticos héroes.
Los laberínticos mapas esconden muchos secretos, como por ejemplo un buen puñado de gatitos que se han quedado encerrados aquí y allá y el proceso de encontrarlos y llevarlos a un punto seguro será un entretenido coleccionable y añadido del juego. Por varios rincones podemos encontrar mejoras para aumentar la distancia del chorro de agua o aumentar nuestra protección, entre otras cosas. Pero lo que nos llevará a recorrer cada esquina del mapa va a ser acabar con los focos de fuego y evitar que se propaguen.
Efectivamente, el juego recrea muy bien la propagación progresiva del fuego. Así que tendremos que preocuparnos por apagarlo todo, en cada zona, si no queremos tener que volver. De hecho, el propio juego te exige en varias ocasiones que lo hagas así para poder continuar. En algunos lugares hay sistemas contraincendios, pero nos tocará activarlos antes… y a veces cuesta un poco encontrar la llave que abre tal puerta o la palanca que activa tal surtidor. Añadidos que ayudan a hacer el juego más variado.
También hay zonas en las que el fuego ha dañado el sistema eléctrico y debemos tener mucho cuidado. Ya sabéis: agua y electricidad… mala combinación. En esos casos también será un reto desconectar la corriente pues tendremos que lidiar con el fuego, la electricidad… y el tiempo. Hay lugares que requieren un tiempo límite para atajar las llamas, siendo estas la parte más complicada de la aventura. Pero no desfallezcáis, que nuestro héroe con casco y traje ignífugo es capaz de todo.
Por supuesto, el agua que llevamos en el depósito de nuestra espalda no es ilimitada y tendremos que buscar surtidores para reponerla. No hay de qué preocuparse porque el mapa está bien diseñado y permite que siempre encontremos alguno, que nunca nos falte el líquido elemento.
No se me puede olvidar comentar que el fuego no va a ser el único enemigo a vencer. La central nuclear y su radiación ha hecho estragos y ha vuelto a las avispas un tanto… violentas, además de afines al fuego. Esa será solo una de las sorpresas que encontraremos a lo largo de la aventura porque, ojo, hay una historia de fondo.
Gráficamente el juego no tiene nada que demostrar. Su aspecto retro y sus píxeles como puños terminan por resultarnos simpáticos y cumplen a la perfección su función. Lo más importante aquí era recrear el fuego y el agua, la interacción entre esos elementos… la sensación de calor y de peligro conforme la llama va cobrando fuerza… esa serie de cosas son las que hacen de Nuclear Blaze una experiencia divertida y sólida.
Aunque la duración del juego no se va mucho más allá de unas pocas horas, el final te deja bien claro que debes volver a meterte en la central nuclear para resolver y desvelar todos sus secretos. Juego + con mayor dificultad o repetir la experiencia buscando otras sensaciones. Por ejemplo, hay un modo (creado por petición expresa del hijo del desarrollador) en el que solo tendremos que rescatar a los gatitos y el fuego y los nervios se dejan en un segundo plano.
Diversión de la buena y sin exigencias next gen que, por menos de 15 €, nos va a reportar momentos muy divertidos. Vamos, que puedes ser el pequeño héroe de tu propia miniChermobyl.