Crítica: “NORTHLANDERS, La Viuda de la Plaga”. Epidemia invernal.

Tercer viaje temporal a las frías tierras del Norte. Mil años atrás en este caso. En los asentamientos a orillas del Volga una terrible plaga está exterminando a todo ser viviente, sólo unos pocos consiguen sobrevivir recluyéndose detrás de sus maderas sin contacto con el exterior, convirtiéndose en presos de sí mismos en una cárcel helada donde la ambición, la desconfianza y el rencor les devorará más que el maldito virus y el odioso hielo. Contra esta adversaria trinidad deberá bregar la viuda Hilda y su hija Karin sin más ayuda que un animoso vecino cuyo destino está escrito de antemano y el extravagante Boris, un extranjero representante del cielo en esa terrible tierra, cuya verborrea y presencia encolerizan al brutal Gunborg, soldado y asesino de élite del jefe del clan cuya paciencia se está acabando. Ocho episodios abarcan esta saga de supervivencia en un entorno incompatible con la vida que atestiguan que estos tipos podían con todo. Acostumbrados a climas más cómodos, desde luego estas tribus que se permitieron el lujo de extenderse por no poca geografía hace tantísimos años, estaban hechos de otra pasta porque sólo contando con el cielo y tierra helada perduraron multiplicándose en número. En La Viuda de la Plaga nos encontramos con el clásico thriller psicológico de aislamiento que hemos encontrado en numerosos géneros. Desde el terror con La Cosa y Alien, pasando por la ciencia ficción con Perdidos hasta el drama de Los Odiosos Ocho, por poner algunos ejemplos. En este caso, el virus y el frío son el mcguffin que nos servirá de excusa para adentrarnos en una historia de superación personal, protagonizada por una mujer y su hija en un entorno de poder masculino misógino y violento, donde no habrá compasión ya seas de la condición que seas. La combinación de acción y drama con las justas dosis de tensión climática la convierten en una lectura muy absorbente, donde “el que pasará ahora” será constante y habitual, enriqueciéndose además por una gran construcción del personaje protagonista, Hilda, que lejos de ser repetitivo y plano, cambia a medida que los problemas se presentan, alcanzando gran verosimilitud en todas sus decisiones, emociones y circunstancias.

No encontraremos giros rocambolescos ni deus ex machina que sacan de quicio. De forma paulatina, lenta pero segura, los personajes se encontrarán en puntos de no retorno coincidentes con sus planteamientos iniciales. Y por supuesto, como en los anteriores arcos argumentales, la ambientación y la presentación de la época es soberbia. El mérito para alcanzar esta atmósfera en fondo y forma la tiene Leandro (Queen and Country) Fernández, que visto reducido su espacio de acción consigue trasmitir verdaderamente bien ya no sólo la angustia por esta enfermedad que causa estragos, el frio que impide avanzar un paso y la frustración de no encontrar un mañana, sino también que los personajes principales resulten coherentes con sus discursos y motivaciones, dentro de este peculiar microcosmos. Por no decir que la rabia que guardan por las calamidades vividas, afloran por fuera dotando a sus intervenciones de gran expresividad en consonancia con sus sentimientos.

Mención aparte son las portadas, obra de Massimo Carnevale. Gracias a su corte realista y pictórico, da una visión de los eventos, lugares y personajes tan distinta y cruda a lo visto en su interior que la fuerza de la historia se multiplica exponencialmente, convirtiéndose en la mejor carta de presentación de unas historias creíbles y muy dramáticas.

Cierra el tomo la historia autoconclusiva La Ruta Marítima, dibujada por Fiona (Saga) Staples, donde a diferencia de su obra reconocida, no racanea con los fondos. Aprovechándose de una historia en alta mar, alterna las secuencias con la decoración y forma de los barcos vikingos alterados por eventos climatológicos y escenarios oníricos, pero brillantemente contextualizados, con otras más economizadas aprovechándose del amplio cielo azul. Todo esto para narrar una episodio psicológico de lucha interior y superación personal en un paisaje poco destacado en los libros de historia, pero que tiene su gracia.

La serie continúa a buen nivel, se nota que es una lectura poco habitual en el catálogo actual del comic USA que se publica en España y cada vez que uno se adentra en este universo se nota la desconexión con el resto de lecturas de ámbitos más parecidos, recordando que el comic histórico no se explora prácticamente en las propuestas independientes tipo Vertigo e Image y es una línea que puede acoger grandísimas epopeyas como esta, ya sea en una historia larga a medio plazo que abarque entre 50 o 60 números o mediante arcos argumentales de corta o media duración como es la creación de Brian Wood.

Northlanders 21-29 USA, Vertigo/DC Comics. Northlanders, La Viuda de la Plaga, ECC Ediciones. Cartoné. Color. 225 pags. PVP: 22 €. Fecha edición: Marzo 2016.