Resumen de la Crítica
Valoración
Es curioso que una película como esta, hecha para la televisión, concrétamente para la cadena HBO y con la productora de Brad Pitt ‘Plan B Entertaiment’ detrás del proyecto, haya conseguido emocionarme, o llegarme más que muchos dramas que pueda haber visto en la gran pantalla en los últimos tiempos. Además de haber ganado el premio Emmy a mejor telefilm, fue nominada a 16 de las categorías. Por si esto fuera poco, cuenta con un elenco envidiable, encabezado por Mark Ruffalo, Matt Bomer, Julia Roberts, y con papeles importantes de Taylor Kitsch, Jim Parsons, y un siempre cumplidor Alfred Molina.
El director es Ryan Murphy, que os sonará por ser el creador de las series Nip/Tuck, Glee y American Horror tory. Por cierto, uno de los gays más poderosos e influyentes de la industria televisiva. La historia está escrita por Larry Kramer, que narra su propia experiencia en la comunidad gay de los años ochenta en Nueva York.
La historia nos traslada entre 1982 y 1983, y narra el estallido del SIDA en la comunidad gay de Nueva York. El protagonista es Ned Weeks, un escritor que tras intentar luchar contra su homosexualidad en su juventud, vive ahora completamente fuera del armario aunque no le gusta el camino que está tomando su comunidad.
Es curioso el hecho de ver como la comunidad Gay estaba únicamente centrada en su liberación sexual, y de algún modo esta enfermedad les obliga a organizarse para luchar contra el sistema, reclamar sus derechos, y parecer casi una fuerza política con voz propia. Me llamó mucho la atención como en un momento de la película vemos como Ned Weeks, dice que existen indicios para pensar que la enfermedad no se trata de un cáncer, y se transmite a través de relaciones sexuales, por lo que solicita a su comunidad que estén un tiempo sin tener relaciones sexuales hasta que puedan demostrar el método de contagio, a lo que empiezan a abuchearle y se pone todo el mundo en contra.
En esta película vemos dos formas totalmente opuestas de alcanzar los objetivos. Una es haciendo mucho ruido, utilizando cualquier plataforma y enfrentándote al poder de forma directa. Y la otra es mantenerse en un segundo plano, sin molestar a las autoridades. Atacar o colaborar. En cualquier caso, The Normal Heart es el relato de una derrota doble, una contra las autoridades, y otra contra la propia comunidad, en la que el protagonista se quedará solo.
Lo más importante de esta película no es ya como retrata la enfermedad, en el sentido de como afecta a los enfermos, ya que esto no aporta nada nuevo, pero está muy bien hecho y en algunos momentos debo reconocer que impacta y emociona. Lo importante es como nos muestra el activismo de la lucha contra las autoridades y la política por tratar de conseguir que se tomen el SIDA como lo que era, una epidemia fuera de control.
Es una película que sin ser perfecta, me ha gustado bastante, los actores están geniales, salvo Jim Parsons que siendo un buen actor, no me lo acabo de creer en un registro dramático. Pero Mark Ruffalo y Julia Roberts están sensacionales, así como Matt Bomer, que me sorprendió gratamente con una actuación muy creíble y dramática.
