Crítica: The Ninja Turtles (Las Tortugas Ninja 2014) – Kowabunga!
Resumen de la Crítica
Valoración
Entretenida, divertida pero carente del auténtico espíritu quelonio.
¡¡Kowabunga!! Hoy llega a los cines españoles el remake de las aventuras de los quelonios más famosos de la cultura pop, The Ninja Turtles o como dicen en mi pueblo, Las tortugas ninja (que por cierto, ya era hora, pues hemos sufrido un retraso de casi dos meses con respecto al estreno USA). La cinta ha sido dirigida por Jonathan Liebesman, antaño a los mandos de proyectos como Ira de Titanes o la soporífera Invasión a la Tierra (Battle Los Angeles). El guión, por otro lado, corre a cargo de Josh Appelbaum, autor de las aventuras de Ethan Hunt en MI4: Protocolo Fantasma y futuro guionista del retorno de Axel Foley en un reboot/remake de Super Detective en Hollywood. Pero quién es el ser humano que desde las sombras ha movido los hilos de todo este cotarro? Sí señores, Don Michael Bay, que no conforme con destruir la infancia de muchos dirigiendo Transformers y sus secuelas, se ha embarcado como productor en una nueva saga juguetera.
Pero regresemos a las tortugas ninja mutantes adolescentes que nos ocupan, aquellas creadas en los 80 por Peter Laird y Kevin Eastman. O acaso no son las mismas tortugas? Bueno, muchas vueltas se le ha dado al tema desde que Bay soltase hace ya casi cuatro años aquello de que las tortugas no serían mutantes, sino alienígenas. Algo que ha evolucionado con el tiempo y ha quedado más en «origen alienígena» lo cual tiene más sentido dado que el mutágeno, el moco verde que transformó a Leonardo, Rafael, Michellangelo y Donatelo en cuatro formidables humanoides, podría no ser de este planeta.
La reinvención de The Ninja Turtles difiere en tono e idea de la versión noventera, pero finalmente y gracias al cielo, se ha respetado el universo y origen de los protagonistas. Más o menos. En cuanto al tono, está claro que este nuevo film está bastante más enfocado a iniciar algo para los peques de hoy en día, no como ocurriese en las cintas de los 90, fiel reflejo de los adolescentes de la época. Se acabaron las aventuras entre las sombras, un Clan del Pie reclutando chavales malotillos y demás. Imaginad lo que ha cambiado Nueva York en estos 20 años, incluyendo el hecho de haber sido víctima de ataques terroristas como el del 11S. La historia está muy presente en los neoyorquinos y en el modo en que la metrópoli es vista actualmente. El tiempo ha pasado, sin duda, y ello está presente incluso en el tono de esta nueva versión de las Tortugas Ninja, que es más una peli de superhéroes que una de ninjas per se (recordemos que en cuanto a género cinematográfico, en los 90 las tortugas convivían con Karate Kid, Golpe en la pequeña China, Los tres pequeños Ninjas…) TMNT ha tenido que adaptarse al nuevo mundo cinematográfico de hoy en día, con los Vengadores o los Guardianes de la galaxia cal pie del cañón.
Eso sí, con Bay al pie del cañón, al menos el diseño de personajes y conceptos mola y se puede decir que ha encontrado un equilibrio más que interesante entre las películas originales, los juguetes y la serie de animación, donde las tortugas muestran todo un arsenal de cachivaches y vehículos propios de su universo. ¡Conchanudo!
El espíritu de las tortugas está… aunque si nos ponemos quisquillosos, en ocasiones no lo suficiente. Paramount y Nickelodeon han apostado por abrirse a todos los perfiles típicos de los jóvenes de hoy en día: el breakdancer, el nerd, el cachitas y el guay. Pero determinados giros en el concepto original, como el hecho de que Splinter, el maestro Astilla, haya aprendido ninjutsu a través de un libro (¡¡un libro!! ¡¡Que no es tan fácil!!) hacen que se le pierda el respeto a la película. Recordemos que originalmente Splinter era la mascota del ninja japonés Hamato Yoshi, el mejor guerrero del Clan del Pie y observándole aprendió a luchar, previo a su transformación mutante. Del mismo modo el pasado y vida de April O’Neill está demasiado ligado al de las tortugas y el principal antagonista de esta historia: Eric Sacks. Nada ocurre por casualidad en estas Tortugas Ninja, todo parece estar enlazado y predestinado. Lo cual, en ocasiones, puede resultar en un peligroso Deus ex machina.
En este remake, Nueva York ha sido tomada por Shredder, Oroku Saki, y su clan del pie. Lo controlan todo, la política, la policía, los medios… hasta que la reportera April O’Neill, interpretada por una artificialmente bella pero más natural en su actuación que de costumbre Megan Fox, se pone a investigar, lo que la lleva a descubrir a 4 vigilantes que luchan por proteger la gran manzana. Lo que April no se esperaba es que esos 4 guerreros fuesen 4 tortugas ninja mutantes adolescentes.
Liebesman y Michael Bay le han dado un toque muy suyo al producto. Mucha Megan Fox y William Fitchner (el cámara Vernon) y mucho personaje y punto de vista humanos, como ya ocurriese en Transformers (aquí la prota es April y los secundarios las tortugas). Lo mismo ocurre con los villanos. El diseño de Schredder (con la anecdótica actuación de Tohoru Masamune) mola, muy adaptado a los tiempos y muy amenazador, pero queda un poco relegado a matón de segunda en la historia, el típico villano que acaba diciendo aquello de «si quieres que algo salga bien hazlo tu mismo».
A destacar: Whoopi Goldberg, las referencias pop, los flashbacks con la preadolescencia de las tortugas o el modo en que Splinter «castiga» a sus discípulos.
Para gustos los colores, pero en general, The Ninja Turtles, pese a no ser una obra maestra del cine contemporáneo, es sin duda entretenida y se hace corta, que también cuenta, y puede agradecérsele a Liebesman, porque hay días en que Michael Bay puede ponerse muy juguetón (¿o ya habéis olvidado cómo nos atormentó con casi 3 horas de Transformers el pasado verano?).