Crítica: «Night of the Dead Simulator», sobrevive a oleadas de zombis
Gráficos
Sonido
Jugabilidad
Duración
Entretenido
Un juego simple y sencillo, divertido y pensado para partidas rápidas. Pero que aun está por pulir.
Parece que los zombis nunca pasan de moda. Nunca mueren, si se me permite el chiste malo. Una buena muestra de ello es que prácticamente cada mes recibimos nuevos (o remasterizados viejos) juegos con esta misma temática y prácticamente todos son divertidos. Desde los inacabables Resident Evil hasta Dead Rising, pasando por muchos otros.
Pero de vez en cuando llega alguno más, así de sorpresa, aprovechando el buen momento que atraviesan los juegos indies y aportando aire fresco, originalidad, siempre en busca de hacernos pasar un buen rato. Ese es el objetivo directo que persigue este Night of the Dead Simulator, desarrollado por Unknown People y editada por los amigos de Wild Sphere.
Está disponible desde hace semanas para PS4 y PS5 (donde lo hemos juegado), hace poco llegó a Steam y en unos días lo hará en Switch. A Xbox SerieS/X también llegará en breve, aunque no hay fecha confirmada. A continuación os contamos todo lo contable de esta aventura de supervivencia contrareloj que nos tendrá entretenidos un buen montón de horas.
Sobrevive para salvar a la Humanidad
La premisa es bien sencilla: Se ha encontrado la cura para el virus que provoca la pandemia zombi que azota al mundo. Un grupo de soldados, a bordo de un helicóptero, lleva esa vacuna a una base militar para que se custodie y se produzca a gran escala. La desgracia quiere que, a pocos kilómetros de la base el helicóptero se estrelle… y solo quedamos nosotros, único superviviente, para cruzar a pie el terreno que falta. El problema es que entre el punto del accidente y la base hay cientos (y cientos, y cientos) de zombis que no dudaran en venir a por nosotros y devorarnos.
Con la responsabilidad de curar a la Humanidad sobre nuestros hombros tendremos que emprender el camino a la base… pero con ciertos desvíos. Porque claro, cuando lleguemos es posible que nos confundan con un no-muerto y nos disparen, así que antes de ir a nuestro destino final, la base, tendremos que activar, al menos, tres puntos de comunicaciones de los varios que hay repartidos por el mapa.
Y como militares que somos tendremos a nuestra disposición un variado números de armas para abrirnos paso entre las hordas de molestos zombis: pistola con munición infinita, escopeta, subfusil, bazooka… y unas cuantas más. Encontraremos munición y «botiquines» durante nuestro recorrido, bien en cajas o bien las que sueltan algunos enemigos, lo que ayuda mucho en nuestra aventura. Pero ojo, que es contra reloj.
Cienes y cienes de zombis
El juego nos permite jugar solo durante seis horas. Si no llegamos dentro del tiempo límite… se acabó. Así que no podemos perder el tiempo y nos toca correr a toda mecha para poder conectar a tiempo los tres puntos de comunicación antes de llegar a la base. Un contador en la parte superior derecha de la pantalla nos recuerda, siempre, que el tiempo vuela.
Esta mecánica hace que las partidas sean rápidas y la aventura muy rejugable, con un mapa muy extenso y lleno de variados escenarios como zonas boscosas, pueblos, granjas, campamentos, campo abierto y más. Y todo el escenario repletito de zombis que se lanzan a por nosotros en cuanto nos ven o en cuanto nos oyen. De hecho, lo normal es que siempre nos estemos moviendo y una comitiva de zombis nos siga a todos lados, pisándonos los talones. El problema es cuando te das la vuelta y ese número de perseguidores es… incontable.
De verdad que en ocasiones nos hemos encontrado verdaderos ejércitos de estos persistentes infectados y solo al conseguir munición pesada hemos podido aligerar algo el número.
Una pandemia mortal y modesta
Aunque técnicamente se ve bien y se nota el Unreal usado en el motor y gráficos, el juego es bastante modesto y está lleno de problemas. Zombis que caen del cielo, zombis que aparecen de la nada, esquinas invisibles de escenarios que no nos dejan avanzar y varios molestos detalles más. Cuando entramos en la zona de activación de la radio es fácil que no podamos hacer nada, pues un cartel te indica que, si hay zombis cerca, no puede ser activado. Y claro, como los zombis están por todos lados y aparecen de todos sitios… es muy complicado activar el dichoso transmisor.
Y aun así ese problema es una broma llegando al final de juego. Entrar en la base es una odisea que deja pequeña la de Homero. Tus compañeros militares no te van a abrir la puerta si hay zombis cerca, da igual que lleves la vacuna, ellos no perdonan. Y claro, la zona final está especialmente repleta de enemigos por lo que deshacerse de todos ellos es una tarea épica. Al menos, al llegar a esa zona, puedes conducir algún vehículo militar y aumentar tu eficacia destructiva, pero queda más bien en una anécdota de conducción.
Zombis del montón… y a montones
Otro problemilla que resta al juego es el número de modelos que hay para los zombis, bastante limitado. Siempre son los mismos entre 12 o 15 y ya acabas reconociéndolos y perdiendo el factor sorpresa. También se echa en falta algún tipo de enemigo más poderoso o grande, que sea más resistente y dé más tensión a algunas zonas del juego porque aparte de zombis «culturistas» y de ojos rojos el resto son los típicos que podemos ver en juegos o películas.
Pero este simulador de la Noche de los Muertos cumple su función. Es un juego rápido y sencillo, dinámico y divertido con toques de tensión y terror y con cierto componente táctico en cuanto a la gestión de munición, de tiempo y de recorrido. Además, la cantidad brutalmente absurda de enemigos que enfrentamos convierte este título en una especie de Vampire Survivor en 3D. Y eso es un elogio.
Los efectos de sonido cumplen bien aunque no vayan más allá de los disparos y explosiones y los gemidos de nuestros perseguidores.
Conclusiones
Una buena propuesta para partidas rápidas donde prima la adrenalina y la puntería. Con un ojo puesto en el tiempo y otro en la munición, tenemos que recorrer un extenso territorio y sobrevivir. De nosotros depende el futuro de la Humanidad.
Es divertido y te va reportará buenos ratos de frenética persecución y destrucción. Lástima que algunas de sus carencias lastren la experiencia en ciertos momentos y frustren en más de una ocasión, con ciertos bugs y algunas mecánicas mejorables que posiblemente con el tiempo solucionarán.
Desde luego, por menos de 9€, es un juego recomendable para matar el aburrimiento y, de paso, a unos cuantos miles de zombis.