Crítica: Ni No Kuni la ira de la Bruja Blanca
Resumen de la Crítica
Gráficos
Sonido
Jugabilidad
Argumento
Originalidad
Hablamos de Ni No Kuni: la ira de la Bruja Blanca, el videojuego del estudio Ghibli.
Aquí tenéis la segunda crítica que había llevado al podcast, pero todavía no a la web. Hablamos de Ni No Kuni: la ira de la Bruja Blanca, el videojuego del estudio Ghibli. Y mencionar a Ghibli es mencionar creaciones de renombre como Nausicaä del Valle del Viento, La Princesa Mononoke o El Viaje de Chihiro, por poner algunos ejemplos, y es que el estudio japonés nos trajo el pasado año uno de esos RPGs por turnos como los de antaño, que recordábamos mucho tiempo después de haberlos terminado.
En este juego asumimos el papel de Oliver, un niño que vive en la ciudad de Motorville, el cual se queda huérfano cuando su madre lo rescata de un accidente. Pasados unos días, el muñeco de peluche favorito que le regaló su madre cobra vida rompiendo el hechizo que le tenía preso y se da a conocer como Drippy, quien le da a Oliver un libro mágico -el Vademécum del Mago-, el cual le otorga el título de mago y el poder de viajar al mundo de Ni no Kuni -una realidad paralela a la nuestra-. Aquí nuestro protagonista tendrá la oportunidad de devolverle la vida a su madre, y es esto precisamente lo que le anima para emprender esta aventura. Allí encontrará identidades paralelas de las personas que conoce en su mundo natal y aprenderá los distintos hechizos para derrotar a un brujo malvado que tiene sumido en el miedo al reino.
A lo largo del juego y con la ayuda de portales podremos viajar entre los dos mundos. En el real tendremos una vista cercana y proporcional del personaje entre las calles y las casas de la ciudad, mientras que en Ni No Kuni viajaremos por un mundo abierto de dimensiones colosales al más puro estilo Final Fantasy.
Si bien es cierto que la dinámica de este juego no presenta nada nuevo, que puede resultar predecible en ocasiones y demasiado sencilla de seguir o lineal, lo cierto es que la cantidad de tareas secundarias a realizar y misiones paralelas que podemos escoger completar en las ciudades y demás escenarios que visitemos, ayudarán a que la sensación de linealidad se difumine en la mayoría de casos, consiguiendo además que nunca pierda el ritmo, ni intensidad ni la capacidad de asombrarnos.
Lo más destacable de este juego es sin duda la forma que tiene de contarnos una increíble historia, sus preciosos gráficos cell sading, que mezclan con animaciones, pero llevado de un modo muy sútil que nos hacen pensar que estamos dentro de una película de anime, y por último destacar su excelente Banda Sonora llevada por el mítico veterano del Studio, Joe Hisaishi, que convierte incluso la experiencia más simple del juego como caminar por el mundo en todo una gozada gracias a la música que nos acompaña.
Otro de los elementos destacables del que no hemos hablado todavía es el combate. En este juego empezaremos combatiendo únicamente con el portagonista que conforme sube de nivel va adquiriendo nuevas habilidades, pero poco a poco iremos consiguiendo de diferentes formas una especie de pokemons, unas criaturas que nos ayudaran a combatir, cada una con sus habilidades y que irán avanzando, subiendo de nivel, y lo más importante, a las cuales podremos equipar como si de nosotros mismos se tratara. Por eso el concepto de estos ayudantes se asemeja mucho más al del familiar de un mago típico de los juegos de rol. Sin duda es uno de los mayores atractivos del juego, ir descubriendo y consiguiendo a todos estos personajes, conocerlos, subirlos de nivel y hacer combinaciones entre ellos, de modo que podremos combatir con hasta 3 de estos a la vez.
Para finalizar simplemente decir que no soy un gran amante de la literatura infantil, ni del cine infantil, ni de los juegos infantiles, pero si que lo soy de los productos capaces de contar historias que nos hacen sentir niños de nuevo y en los que nos metemos de lleno en un mundo fantástico, y desde luego es el caso de Ni No Kuni.