Crítica: «Montage vol.1», por 300 millones de yenes.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Recomendable
Un buen thriller policíaco que requiere de paciencia por parte del lector para poder implicarse con la historia.
Hace décadas se produjo el mayor robo de efectivo en la Historia de Japón. 300 millones de yenes desaparecieron y todos los estamentos se pusieron en acción para encontrar a los ladrones y el botín. Como se vio en el tomo previo al que ahora traemos, no se encontró ni lo uno ni lo otro, pero el botín recayó en las manos de Yamato Narumi y su prima Miku. El cerco se ha ido cerrando en torno a ellos y, aunque no hay evidencias definitivas, estos adolescentes están siendo acosados por la policía. Acusados injustamente de asesinato, se ven forzados a huir para probar su inocencia ya que hay ciertos elementos en la policía que están utilizando ese presunto crimen para dar con ellos… y hacerse con el botín.
Yamato, hijo de los verdaderos ladrones, hace de estratega y maneja los aspectos de la situación para evitar caer en las trampas que les pone el sórdido detective de policía Sekiguchi. En su huida, cuentan con la ayuda de su cómplice y tutor, Taisei Suzuki, e irán conociendo a distintos personajes que sin quererlo quedarán manchados, implicados, en esta trama que se irá complicando por momentos.
La narración de este manga no fluye temporalmente de manera continuada y, en ciertos momentos, el autor nos lanza breves flashbacks de tiempos pasados que sirven más para confundirnos que para orientarnos. No será hasta bien avanzado el tomo, cuando se dedican unos cuantos capítulos a narrar los años previos al robo de los 300 millones, cuando empecemos a enfocar la imagen de lo que está pasando. Esa es la mayor pega de Montage, que no consigue meterte en una situación que debería ser tensa (esa huida constante de la policía), ya que no terminas de entender bien por qué huyen ni acabas de empatizar con los protagonistas. Es curioso que cambie tanto la sensación cuando Watanabe nos traslada al pasado, a finales de los años ’60. Ahí encontramos personajes carismáticos y situaciones comprometidas y comprensibles que van creciendo en interés y nos hacen partícipes de lo que se está construyendo. A partir de ese punto, la visión que se tiene sobre la historia cambia totalmente. Ahí entendemos que el origen de todo lo que hemos estado leyendo hasta ahora viene de mucho más atrás, que no son sino consecuencias de actos pasados. Ese desorden narrativo parece el principal error de Montage, que puede llevar al lector al cansancio si no persiste en la lectura hasta llegar a ese punto explicativo o si no ha sido captado su interés en el tomo anterior. Y sería una pena que fuese así, porque estamos ante un thriller policíaco de corte realista que va ganando exponencialmente conforme la saga se va desarrollando.
Jun Watanabe trabaja bien en los guiones y sabe rodear la historia de un realismo cotidiano muy notable. Los personajes iniciales no dejan de parecer estereotipados, sin destacar por nada en concreto, además de caer en las trampas resobadas de la habitual tensión sexual no resuelta, situaciones que pretenden ser graciosas pero quedan forzadas y fuera de lugar frente al realismo que pretende transmitir la obra. También tira de clichés, como el del protagonista injustamente acusado que debe demostrar su inocencia o el policía que debería protegerle y en realidad los persigue sin descanso… Pero repito que esto se corrige cuando se produce el cambio temporal. Paciencia.
En el dibujo, Watanabe destaca por sus retratos y el cuidado que pone en fondos y escenarios. Los personajes son plenamente identificables y están dibujados y diseñados de manera que su aspecto ya dice como son, desde el policía de a pie que patrulla, celoso de su oficio, hasta el yakuza curtido en mil trifulcas. Notable también el dibujo de escenarios y paisajes, pues son entornos reales (estaciones, parques, calles) y están recreados de manera exhaustiva, ayudando al realismo en el que se sienta la serie.
Montage es, en definitiva, un buen manga de género negro, con elementos comunes que le restan exclusividad pero con suficientes aciertos como para atrapar al lector de este género… si tiene la suficiente paciencia como para entrar en la historia. Y vale la pena tenerla.
- Montage vol. 1. Planeta Cómic
- rústica con solapas. b/n. 208 pp. 6,95 €