Crítica: Marvel Now! X-Men #1-4. «La verdadera Revolución»

Ya hace muchos meses que Marvel estreno en su cabecera el letrero «Marvel Now! Únete a la Revolución». No se trataba de un cambio de Universo ni de nuevas versiones de sus clásicos personajes, como sí hizo DC. Se trataba de un cambio en los equipos creativos de casi todas sus colecciones, intentando insuflar nuevos aires a las mismas, amén de aprovechar e incluir, ya puestos, algunas nuevas series.

Pero ese cambio en los equipos creativos no fue global. ¿Para qué cambiar algo que ya funciona? Y así Jason Aaron continuó con su Lobezno y la Patrulla-X y, el ejemplo que nos ocupa, Brian Wood continuó escribiendo una cabecera mutante: X-Men. Así, a secas, sin ningún adorno de «imposible», «increible», ni nada… ni falta que le hace. El resto de colecciones mutantes ha pasado a manos del controvertido Brian Michael Bendis, pero eso es otro cantar (por cierto, bastante desafinado).

En Julio de este año, comenzó el volumen 3 de X-Men. Encuadrado dentro de Marvel Now! Los encargados de ella son el mencionado Brian Wood y Olivier Coipiel, que será sustituido en el dibujo por el magnífico David López. Autores de sobrada y probada valía que aseguran un producto de calidad allá donde vayan. Y esta no es una excepción.

La colección comienza con un arco argumental de tres números (Primordial) que deja las bases claramente expuestas: estamos ante una Patrulla-X nada convencional que se compone, exclusivamente, de mujeres: Tormenta, Pícara, Rachel, Mariposa, Kitty, Júbilo… Y las fricciones no tardan en llegar ¿Quién liderará este nuevo equipo? ¿Predomina la dureza y determinación de Tormenta o la diplomacia y la transigencia de Rachel o Kitty? Este y otros aspectos nunca antes explorados son los usados por Wood para tejer una trama que va ganando en riqueza de detalles y donde los personajes siguen creciendo (¡Personajes con varias décadas a sus espaldas!). Muy bueno debe ser un guionista para poder seguir sacándoles punta de forma interesante y coherente.

Centrándonos en la historia, se nos cuenta cómo un mal primordial ha llegado a la Tierra encarnado en un cuerpo que tiene implantes cibernéticos, pues este ente conocido como Arkea, es capaz de controlar la tecnología. Una amenaza a la altura del nuevo equipo de Mujeres X que solo podrán neutralizar llevando al límite sus capacidades y su moral. El cuarto número, que sirve de «toma de aliento» antes de la macrosaga mutante del momento (La Batalla del Átomo), es incluso más interesante. Se definen las relaciones entre las miembros del equipo, y la redescubierta Júbilo realiza un entrañable viaje de vacaciones con su mentor preferido, Lobezno, y que sirve para darle la bienvenida a la Escuela Jean Grey, que parece será la base de operaciones del grupo. Guiones interesante, inteligentes, fluidos y adecuados. Personajes coherentes y con personalidad. Un trabajo profesional de Brian Wood que, sinceramente, no nos sorprende pues sabemos de lo que es capaz este autor. Lo que sorprende es que no sea a él a quien hayan dado el grueso de colecciones mutantes. El dibujo también está a la altura, realmente adecuado para un comic de este tipo y con leves reminiscencias de Silvestri.

Acercarme a esta nueva colección (aunque en España, Panini no ha renumerado la serie) ha supuesto las mismas sensaciones que ya tuve en su momento con el reinicio similar que realizaron Joss Whedon o Grant Morrison. Y es que la fórmula sigue sin fallar: un buen guionista toma con casi total libertad a unos viejos personajes desgastados y saca oro. Crea historias interesantes y pone todo su talento al servicio de algo nuevo y viejo al mismo tiempo. Desgraciadamente esto no es algo muy habitual de ver… así que animo a que lo disfrutéis como yo lo he hecho.

Solo falta saber cuánto durará el autor en la colección y si eso supondrá, como casi siempre, un descenso considerable en la calidad de la obra. Esperemos que tarde mucho en pasar, las damas que forman este nueva patrulla-X se merecen tal deferencia.