Crítica: «Lucifer Integral 3». El Infierno en el Cielo.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Muy Recomendable
El desenlace de una serie heredera de Sandman que mantiene un nivel sobresaliente hasta el final.
Llegamos al tercer y último tomo integral de la serie Lucifer, escrito en su integridad por Mike Carey. 75 números que se completan con este contundente volumen que recoge los números 50 a 75 de la serie más el especial Lucifer: Nirvana. Y si la serie, tal y como hemos narrado en las dos precedentes reseñas, nos ha maravillado… su cierre se mantiene a la altura e incluye dosis importantes de épica, emoción y emotividad.
Lucifer no es una serie al uso. Su protagonista es el arquetipo cristiano del Enemigo, el ángel caído y rebelde que llevó esa rebeldía a un nuevo nivel cuando abandonó su reinado en el Infierno. Eso nos lo contó Gaiman en su imperdible Sandman y a Mike Carey le llegó el difícil cometido de continuar con la historia de tan singular personaje. No se limitó a lo que vemos en la serie de TV y en absoluto vamos a seguir el chulesco periplo de un sobrado y soberbio personaje. En esta colección va todo mucho más allá.
Los volúmenes previos ya lo demostraron, convirtiéndose Lucifer en todopoderoso creador de un nuevo universo. Pero en estos números finales, la apuesta se eleva y todo se magnifica, se multiplica y deriva en un gran final apoteósico. Para ello entran en escena algunos nuevos personajes (nuevos, nuevos no es correcto, la verdad) como Lilith o Fenris, de trascendencia absoluta en el desarrollo y resolución de la gran trama. A través de capítulos dedicados en exclusiva a ellos, el escritor consigue que estos personajes entren en la serie por la puerta grande, proporcionando personalidad y profundidad y, lo más importante, enriqueciendo el conjunto con todo lo que aportan. Porque aunque algunos no los hubiéramos visto demasiado… estaban ahí desde siempre, esperando pacientes su momento. A Lilith la tomamos como ejemplo porque merece la pena hacerlo. A ella se le dedica el número 50 de la serie, especial en número de páginas, especial por su historia y especial por el artista invitado, P. Craig Russel.
Lilith, Fenris y algún otro personaje organizan el asalto al Cielo, al Trono de Dios, ahora que el Hacedor, como otrora hiciera Lucifer en el Infierno, ha abandonado su lugar. Otros ejércitos tomarán parte en la contienda, incluso el nuevo monarca del Infierno, que es nada menos que Christopher Rudd, un pecador que llegó al averno para recibir su justo castigo y fue escalando posiciones hasta convertirse en una figura importantísima. Y nosotros hemos seguido su ascenso con la maravillosa narrativa que ofrece esta serie. Por supuesto, Lucifer y el resto de protagonistas serán determinantes en lo que está por llegar… y nos dejamos ya de ambigüedades y medias frases. La maravilla de esta serie debe ser descubierta por cada uno. Sí hay que decir, por supuesto, que como los grandes títulos que ha dado el sello Vértigo, cada pieza y cada engranaje de la serie, a través de sus 75 números (y la serie limitada que aparece en el primer volumen!) están colocados cada uno en su lugar y desarrollados de la forma precisa y pensada para desembocar en un final redondo.
Tras tantos números, tramas, argumentos, historias cruzadas… es gratificante y emocionante reencontrar personajes y saber qué ha sido de ellos, ensamblados con naturalidad en esta gran epopeya que acaba siendo la serie de Lucifer. El mastodóntico trabajo narrativo a todos los niveles que desempeña Mike Carey solo tiene parangón en el trabajo artístico que los distintos autores que le han acompañado desarrollan en cada número. Peter Gross capitaneándolos a todos con ese trazo sencillo y detallado que le otorga a la serie un personal carácter de fábula… pero acompañado por otros artistas de lujo como Ronald Wimberly, con su sencillo y tribal estilo, o Michael W. Kaluta que se marca un episodio a modo de paréntesis realmente memorable o, mejor dicho, inolvidable. Un cuento insertado como una joya dentro de la extensa serie, que rompe con estilo y calidad el continuo de la historia.
Y una vez terminado, tienes esa peculiar sensación de que los vas a echar de menos. A la fiel y arrojada Mazikeen, al profundo y filosófico Rudd, a la inquebrantable Lilith, a la increíble Elaine, al demonio cascarrabias Gaudium y su deslenguada pero sensata hermana Spera… en fin, a todo el panteón de humanos, demonios, dioses y seres que han ido apareciendo en algún momento de la serie para quedarse ya de manera imborrable y formar parte de ella. Pero sobre todo a Lucifer, la magnífica creación que Gaiman reinventó para su Sandman y que gracias a Mike Carey toma auténtica vida propia.
Con su apasionante y emotivo final se cierra una obra redonda, que merece estar entre esos grandes títulos que hicieron de Vertigo la leyenda que es hoy día. Uno de los títulos que convirtieron el prestigioso sello en sinónimo de calidad, del cenit del cómic americano. Y nos dejamos por el camino comentar el epílogo escrito de puño y letra por el autor, las imponentes portadas de Kaluta o múltiples aspectos y significados que encierra la historia de Lucifer. Serían líneas interminables y sería un horror evitar que las descubriera por si mismo el lector primerizo. Lucifer es uno de esos cómics irrepetibles.
- Lucifer Integral 3. ECC Ediciones.
- edición original. Lucifer 50 a 75 USA. Lucifer: Nirvana. Vertigo/DC Comics
- cartoné. 696 pp. color. 54,50 €