Crítica: «Los Muertos Vivientes 22. Un Nuevo Comienzo»

Planeta Cómic publica los números 127 a 132 de la edición original en este tomo, número 22, bajo el título de Un Nuevo Comienzo… y la verdad, que no se me ocurre una mejor frase para describirlo. Tras aquella salvaje y multitudinaria guerra entre Negan y Rick, cuya resolución y consecuencias ya sabíamos que serían punto de inflexión en la serie, se retoma aquí la historia aunque con alguna salvedad.

No vamos a presenciar «el día después» de aquel enfrentamiento, pues el señor Kirkman ha optado por dar un salto temporal y llevarnos hasta unos cinco años en el futuro. La forma de presentarnos este salto es a través de un grupo de supervivientes, nuevos personajes, que nos recuerdan al grupo de Rick a su llegada a Alejandría. La diferencia… ahora es el propio Rick quien dirige el nuevo poblado/ciudad de Alejandría y algunos de sus inseparables compañeros coordinan las tareas necesarias para el mantenimiento de la paz y el orden. El cómo han llegado a establecerse y organizarse así, el destino de alguno de ellos (como Michonne), son cuestiones que quedan en el aire pendientes de ser explicadas al antojo del guionista. La ausencia de algunos de esos personajes (Michonne) y otros que dan un paso atrás, favorece la iserción de los nuevos personajes en la serie. Entre ellos tenemos a Magna, la lider, y la que posiblemente suceda a un maltrecho ya y herido Rick. Kellie, Luke, Connie, Yumiko… personajes made in Kirkman, a los que se ve de lejos que les va a sacar gran partido en los futuros números.

La paz y la cordialidad reinan ahora en la vida de nuestro querido grupo de supervivientes. Incluso su mayor preocupación es asimilar que Carl quiera irse a otro poblado/ciudad para aprender el oficio de herrero. Solo un elemento parece recordarnos el belicoso y doloroso pasado… la presencia de Negan, al que Rick mantiene cautivo para, imaginamos, no olvidar cuánto a costado conseguir este nuevo estado de calma social y lo que puede volver a pasar si no luchan por mantenerlo.

He dicho que todo es paz y tranquilidad, ¿verdad? Pero nuevas amenazas aparecen en el horizonte… y la manera de presentarlas es terrorífica, inquietante y original. Increíble que tras más de 130 números de colección, Robert Kirkman sea capaz de seguir encontrando puntos originales y de suficiente fuerza para mantener atrapado al lector, para continuar sorprendiéndole con nuevos giros e ideas que, parece, no se le podían haber ocurrido a nadie más. También es capaz de seguir manteniendo ese difícil equilibrio entre acción, emoción, sorpresa, novedad y largas conversaciones entre personajes, la mayoría de los cuales forman parte de nuestras lecturas desde hace ya doce años.

Si los elogios no se acaban cuando mencionamos la labor literaria y continua de Kirkman, es de justicia hacer lo mismo con el apartado gráfico, donde tenemos a un Charlie Adlard que no muestra el menor síntoma de cansancio y nos ofrece unos personajes muy expresivos y unos entornos muy coherentes. El mundo de Los Muertos Vivientes ya no es ese caos apocalíptico que veíamos en anteriores números, los supervivientes han tenido ya tiempo de rehacer ciudades y edificios, lógicamente de manera algo rústica, y la vegetación se ha apoderado del resto del entorno. Y es que parece que en esta serie no se deja nada al azar y, lejos de volverse monótona y repetitiva, se rehace continuamente a sí misma sentándose en la coherencia de un incoherente apocalipsis.

En definitiva… este Nuevo Comienzo es una continuación lógica de la serie que gustará a los seguidores porque, además, supone un valiente salto hacia el futuro y sabe combinar antiguos elementos y personajes con otros nuevos, prometedores y sorprendentes.