Crítica: «Los Malditos. Antes del Diluvio». De una época demasiado oscura.

No soy gran devoto de los argumentos de ficción que se basan en la literatura o mitología cristiana. Salvo contadas excepciones, como Predicador o Lucifer (del que pronto tendremos reseña en esta web), suelen producirme un inevitable rechazo que me impide conectar. Cuando en las obras de ficción, los cómics en este caso, aparecen ángeles o encarnaciones iconográficas cristianas o se utilizan entornos o épocas extraídas de la Biblia… no puedo evitar una primera sensación negativa. En el caso de Los Malditos he intentado que ese prejuicio no marcase mi opinión y solo lo he conseguido en parte.

La acción nos traslada a la época ante-diluviana, cuando la Tierra es un hervidero de pecadores, de hombres y mujeres abandonados a sus bajos instintos, degenerados y egoístas, entregados al vicio y al pecado, totalmente descarriados de las enseñanzas y consejos de Dios. El Altísimo va a tomar una medida extrema de purga, ya sabéis, va a desatar un Diluvio (con mayúscula) para exterminar de un golpe a esta especie perdida. Por ahí pulula Noé, con un ejército, arrasando bosques para construir su gran arca y capturando animales para que no se extingan. En ese entorno de degradación pre-apocalíptica, ausente de valores morales y donde el crimen en todas sus manifestaciones campa a sus anchas, encontramos al verdadero protagonista de Los Malditos: Cain. El hijo de Adán y Eva que mató a su propio hermano e inventó el asesinato, siendo por ello maldecido con la inmortalidad.

Cain busca su muerte y lo ha intentado de todas las maneras. Pero tiene una teoría: si el poder divino le dio la inmortalidad, un ser también divino se la puede arrebatar. Con ese objetivo seguimos las andanzas de Cain y, ya de paso, somos testigos del grado de bajeza y envilecimiento en el que ha caído el ser humano.

Jason Aaron y R.M. Guerá nos dibujan un mundo oscuro, sucio de costras y de moral abominable y vomitiva. La ambientación no se puede negar que es de diez, quizá un poco agobiante y opresiva, pero podemos sentir el fango por el que se arrastra la gente y la suciedad que todo lo cubre, en cada viñeta y en cada línea de guión. Pero algo falla. Quizá se trate del primer acercamiento a la serie y por ello no termine de conectar con Cain, el protagonista. Sus cambios de moralidad, los vaivenes en sus motivaciones y en sus decisiones llegan a despistar y no permiten enmarcarlo como héroe atormentado o villano redimido. Tampoco ayuda el resto de personajes, demasiado histriónicos y extremos en sus actuaciones… quizá cuadren con el entorno narrado, pero quedan demasiado alejados de un comportamiento coherente.

En este contexto ficticio se intenta rescatar elementos bíblicos, algunos extraídos de textos apócrifos, pero no casan bien con otros inventados para la obra. Bestias imaginadas por los autores y personajes semi-humanos junto a seres reconocibles de nuestra mitología… no terminan de encajar bien. El leve toque «histórico» que podría tener la obra se diluye con esas licencias innecesarias, ya que en los textos citados (canónicos y apócrifos) hay elementos de sobra para ser incluidos sin perder la coherencia.

Y con todo, lo que más me ha llegado a sacar de la historia es, con diferencia, el guión. Los diálogos, para ser más concretos. Absolutamente anacrónico que los personajes pongan la palabra «puto» delante de cada sustantivo, o que respondan con un «que te jodan». Si ya cuesta meterse en un escenario tan extraño, estas licencias anacrónicas en el vocabulario son letales. No es ni de lejos el mejor trabajo de Jason Aaron, que parece poner el piloto automático y confiar que se trata de una historia de largo recorrido. El peso, pues, recae en el dibujo de R.M. Guerá. El artista consigue transmitir el mundo desolado que parece gritar de dolor, repleto de seres condenados sin esperanza. Es en el aspecto gráfico donde reside la calidad de la obra aunque (es algo personal) ha llegado a saturarme y tanta degradación solo consiguió inmunizarme.

Primer tomo de una serie diferente, sorprendente y… algo decepcionante. No podemos olvidarnos de ese Scalped que firman estos mismos autores y, precisamente por eso, miramos con optimismo el futuro de Los Malditos.

• Los Malditos. Antes del Diluvio. Planeta Cómics
• edición original. The Goddamned nums. 1-5 USA. Image
• rústica. 160 pp. color. 16,95 €