Resumen de la Crítica
Valoración
Buena
Entretenida
Que un blockbuster tenga un título tan largo suele indicar una cosa: saga, ya sea secuela, precuela, reboot o revisita al universo imaginativo.
En el caso que nos ocupa: “Juegos del hambre: Sinsajo. Parte I” estamos ante la primera parte de la tercera y última entrega sobre los Juegos del hambre, que se ha estrenado este mes prácticamente a nivel mundial. Sigue de este modo la moda de dividir en dos la última parte de otros fenómenos taquilleros como el de “Crepúsculo”, Harry Potter o Los Vengadores. Repasamos cómo le ha venido a la cinta.
Lo primero a destacar es que, cómo en las novelas, esta es la película menos independiente de las vistas hasta ahora, y es muy recomendable recordar las tramas ya vistas para seguir la historia. Comienza a partir de lo que sucedió al final de la segunda parte, dándonos una explicación y mostrándonos una nueva parte del universo en el que se sitúa la historia.
Entre las principales novedades del largometraje es el descubrimiento de la existencia del distrito 13, dónde se desarrolla buena parte de la película, y que conlleva un importante cambio en la escenografía y vestuario respecto a entregas anteriores. Esto conlleva la aparición de nuevos personajes, como la sobria Alma Coin, liderando el distrito, e interpretada por la solvente Julianne Moore.
La otra gran diferencia está en la escasa interacción existente entre nuestros dos protagonistas, Peeta y Katniss, hasta la impactante parte final del metraje, aunque se encuentra en un primer plano la relación entre ambos durante toda la película.
En esta entrega, no aparece ninguna edición de los Juegos del hambre, por lo que se pierde cierto grado de tensión que siempre aportan, si bien se ahonda más en los problemas sociales existentes en el mundo que rodea a los personajes.
La traslación de la historia aparecida en los libros a la película sigue siendo muy correcta, estando justificadas la mayoría de las omisiones que se producen.
Existen ciertos aspectos humorísticos que permiten asomar una sonrisa (Effie Trinket fuera de su mundo), si bien podrían haber aprovechado los momentos de transición para potenciarlos más.
Jennifer Lawrence sigue siendo la estrella de la función, brillando en cuánto le dan ocasión, si bien, muchas de las miradas se van hacia el fallecido Philip Seymour Hoffman como Pluttarch, que nos deja su última interpretación.
La división del último libro en dos hace que estemos en una obra incompleta, que precisa de la segunda para una valoración global, pero esto no quita que sea una película muy entretenida, nos mantenga pendientes y nos deje con más ganas de saber cómo acaba la historia.
Conociendo el final de los libros, sólo nos queda esperar una última cinta con más emoción, riesgo y giros dramáticos. La esperaremos con ganas el próximo año.
