Crítica: «Like a Dragon Infinite Wealth», como un dragón en Hawái
Historia
Jugabilidad
Gráficos
Duración
Muy Recomendable
El mejor de la saga hasta el momento. Intenso, divertido, variado y con una historia genial
Like a Dragon marcó un punto de inflexión dentro de la longeva y extensa saga Yakuza. Después de siete juegos a sus espaldas e infinidad de spin-off resurgió en 2020 con Like a Dragon, presentando nuevos personajes y un carismático protagonista, Ichiban Kasuga, que tras salir de un largo periodo de cárcel tenía como objetivo redimirse… entre otras cosas.
Solo cuatro años después y con un par de interesantes spin-off (Judgement) llega este Like a Dragon Infinite Wealth. Para los más puristas y completistas podemos advertir que lo ideal sería jugar la saga en orden cronológico, o al menos el Like a Dragon y el juego «puente» que salió hace un par de meses, Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name, en el que se profundiza en uno de los secundarios más importantes de este nuevo juego.
Pero no os vamos a engañar: tampoco es imprescindible haberlos jugado, ya que este Like a Dragon Infinite Wealth comienza una historia propia. Sí, los personajes vienen de un momento concreto y hacen muchas alusiones al pasado, pero siempre lo explican todo, lo suficiente como para nunca perdernos nada. Así que no tengáis reparos en lanzaros a jugarlo por miedo a perderos cosas. De hecho, este puede ser un buen punto de enganche para nuevos jugadores.
Yakuza, siempre reciclándose
La gente de SEGA y Ryu Ga Gotoku Studio lo tienen muy claro. No pierden la esencia ni la fuerza de la saga, ni abandonan su historia ni sus personajes, al mismo tiempo que hacen hueco para que los usuarios recién llegados no se sientan perdidos.
A esto también ayuda el cambio de escenario, porque abandonamos Japón para irnos a Hawái. Pero cada cosa a su tiempo, ahora queremos dejar bien claro que, aunque Infinite Wealth es fiel a la saga y la continúa, su larga historia pasada no impide que se disfrute por los nuevos jugadores.
Y ahora sí, pasamos a contaros (casi) todo lo que ofrece este nuevo título, que no es poco. Un juego brutalmente extenso donde hay de todo por hacer y en el que no se nos permite un segundo de aburrimiento. Disponible para PS4, PS5 (donde lo hemos jugado), Xbox One, Xbox SerieS/X y PC desde el 26 de enero.
Atrapados por nuestro pasado
El juego comienza con Ichiban trabajando en un centro de recolocación y empleo, como ciudadano ejemplar. Sin embargo, nuestro héroe utiliza su puesto para buscar trabajo a antiguos miembros de la yakuza que, como él, quieren reconducir su vida. Por ese pasado tienen muy difícil volver al mercado laboral así que Ichiban se preocupa de, disimuladamente, buscarles una salida profesional. Pero algo va a pasar y será despedido de su cómoda y constructiva nueva ocupación. Tendrá que buscar la forma de restaurar su honor e intentar recuperar su empleo… pero todo se complica. Y no poco.
La vida de nuestro personaje está a punto de cambiar de manera radical, porque un asunto de su pasado, que va incluso más allá de su época como yakuza, le va a obligar aceptar una misión: la búsqueda de una persona muy importante para él… y esa búsqueda le llevará hasta Hawái, donde se desarrollará la aventura. Por que sí, todas las horas de juego previas son nada más que el prólogo de este inmensamente monstruoso juego.
Evidentemente del argumento no vamos a contar nada, pero sí adelantamos que su historia es compleja, rica, diversa e interesante. Personajes que aparecen en la aventura y bien nos traicionan, se nos unen, nos atacan o nos ayudan… Y entre cinemáticas, conversaciones, combates y paseos, irá desplegándose un argumento de película. Personajes conocidos y otros muchos nuevos conforman el amplio plantel de secundarios con Ichiban en el centro de todo.
En Hawái no te aburres
Aunque el mapeado no se presenta desde un inicio abierto en su totalidad, jamás nos faltarán cosas por hacer. El mapa contiene Honolulú, la capital de Hawái casi al completo y añadiendo ciertas libertades, incluyendo la famosa playa Waikiki donde, como no, podemos bañarnos a placer… incluso hacer de socorristas como si fuéramos David Hasselhoff!!
Seguir las misiones de la historia es algo sencillo y gracias a su contundente narrativa es muy difícil que te pierdas en ella. Dónde será fácil perderse es por su mapeado, con la ingente cantidad de cosas que se pueden hacer. Desde ir de compras a un centro comercial, convertirnos en riders para ganar un dinero extra llevando comida a los impacientes clientes (lo que nos hemos reído con esto, siendo trabajadores de la empresa Locomida), ayudar a transeúntes, conocer gente con nuestra app de amistad, jugar en todo tipo de juegos de azar, cantar en karaokes, ligar con un particular Tinder (con sorprendentes citas), convertirnos en extras de cine… y un sin fin de locas y variadas opciones que vale la pena descubrir por uno mismo y sorprenderse.
Porque os lo aseguramos, con Infinite Wealth no te puedes aburrir.
Un rpg de traca
El mapa abierto está repleto de pandilleros de todo tipo y condición con los que podemos darnos de leches cuando nos acerquemos más de la cuenta y, por supuesto, los combates serán también la sal de las misiones troncales del juego. Preparaos para partiros la cara con los pintas más estrafalarios que se han visto en consola.
Los combates se desarrollan por turnos, como buen rpg. Cada personaje, aliado o enemigo, tiene su turno según su iniciativa y se respeta escrupulosamente. No hay tiempo. Así que puedes pensar con toda tranquilidad que hacer… o bien dejar que la IA de nuestros compañeros actúe por su cuenta. Pero lo divertido, de lejos, es manejar a Ichiban y su pandilla y combinar los distintos tipos de ataques, que son: el ataque normal, con algún combo en el que debemos pulsar botones, dependiendo del personaje y del momento… el ataque especial, que son muchos y se van desbloqueando conforme subimos de nivel y/o mejoramos las armas… podemos también usar objetos del inventario durante nuestro turno… tenemos la opción de ponernos en guardia y amortiguar el golpe. Y lo que podemos hacer, con cierto límite, es movernos por el escenario durante el combate.
Algunos personajes tienen, a su vez, distintos estilos de lucha que tendremos que seleccionar dependiendo del enemigo o la situación. Y todo esto se multiplica cuando desbloqueamos los distintos oficios de cada uno, porque iremos aprendiendo nuevos ataques, obteniendo nuevas armas y añadiendo más golpes especiales conforme nuestros protagonistas cambien (si queremos) de oficio. Por ejemplo, Ichiman puede ser «hechicero» y así invocar en combate a los sujimones que coleccionemos. Ah! y el cambio de oficio y sus respectivas evoluciones nos van a permitir cambiar de modelito… Como veis, aunque se trata de un rpg por turnos, las opciones son muy amplias.
Una vez que seleccionamos qué hacer, el resultado se contempla en una siempre impagable cinemática. Porque no hay dos iguales. Los ataques y sus resultados dependen de muchos factores y siempre es una pasada verlos. Por ejemplo, si golpeamos a un enemigo y este sale despedido en dirección a uno de nuestros compañeros, este le golpeará haciendo «carambola». O si hay algún elemento cerca susceptible de ser usado como arma, nuestro personaje lo usará sin miramientos.
Claro, esto es más espectacular si usamos los distintos y diversos movimientos especiales. Los hay de todo tipo y no solo de ataque. Pero lo que siempre proporcionan es… risas. Por ejemplo, uno de nuestros compañeros realiza un ataque especial que consiste en lavar a un enemigo como si fuera un coche. Le echa un cubo de agua con jabón y lo frota con ganas. Esto, que ya le quita al enemigo mucha vida, se puede combinar con algún ataque eléctrico pues, al estar mojado, aumenta el daño. Es solo un ejemplo para que veáis la variedad y versatilidad del combate, además de su ingenio y humor.
También se pueden realizar ataques especiales en grupo. Para ello tendremos que aumentar la afinidad con nuestros compis. Bien haciéndoles regalos, bien escuchándo sus comentarios o bien tomando unas copas con ellos e intimando. Y vale la pena, porque este tipo de ataques son devastadores.
Pero si os pensáis que esto acaba aquí, que va. Ni mucho menos. A los combates Sujimón que luego comentaremos hay que añadir la posibilidad de contratar los servicios de una agencia de Mercenarios. Porque en plena pelea podemos sacar el móvil, abrir la app y reclamar la presencia de un mercenario que, ya os imagináis, son la mar de estrafalarios… pero también efectivos.
No solo de combates vive el yakuza
Ya hemos comentado lo absurdamente petado que está el mapa de cosas por hacer. También hemos dejado claras unas cuantas nociones sobre el combate. Faltaría solo comentar la otra piedra angular del juego: sus cinemáticas y sus largas conversaciones.
Si sois de los que vais a la acción y os pasan factura largos minutos de diálogos… quizá este título se os resista. Sin embargo, y aun así, os animamos a intentarlo porque, aunque es cierto que son muchas cinemáticas y hay mucha escena, también lo es reconocer que no os podéis aburrir viéndolas. El humor y el ingenio que la gente de Ryu Ga Gotoku Studio se gasta es digno de premio. No sabes como lo hacen pero siempre te pillan con la guardia baja y consiguen, en no pocas ocasiones, sacarte una carcajada.
La historia está plagada de giros, de sorpresas y de no poca tensión y se va construyendo siempre de manera contenida. Es decir, que no te pierdes y es fácil de seguir y, cuando quieres darte cuenta, te has metido muy adentro con ella y has recorrido ya un largo camino con Ichiban y compañía. Ya formas, por tanto, parte de la aventura. Además los personajes son todos carismáticos e incluso aquellos que parecen menos interesantes son capaces de, en un momento dado, aportar algo de su pasado y volverse imprescindibles.
Técnicamente es impecable
El embargo nos prohíbe contar nada del argumento más allá de lo que se ha visto en avances y tráilers, pero tampoco lo íbamos a hacer porque una de las bazas más importantes del juego es su historia. Y esa narrativa y esa historia no serían tan potentes si no se apoyasen en un buen apartado técnico. Nosotros lo hemos jugado en PS5 y no hemos sufrido ningún tipo de contratiempo ni error (algo increíble en una versión preventa, sin el inevitable «parche» de salida). Gráficamente utiliza el mismo motor que los últimos Judgement o Like a Dragon, lastrados por querer salir también en las consolas anteriores, pero el modelado de los personajes es tan suave y detallado como se puede esperar.
La ciudad también parece viva y, aunque se repiten modelos y a veces hay zonas vacías en la ciudad, queda suplida por lo colorida y luminosa que es esta versión digital de Hawái. Todo recreado no solo para que entre por la vista sino para que sea nuestro particular patio de recreo y campemos por sus calles.
Todas las líneas de diálogo están interpretadas por actores y se puede disfrutar en inglés o japonés (es lo suyo). Pero lo que merece un grandísimo elogio es la impecable localización que se le ha hecho al castellano. Los subtítulos son sensacionales y trasmiten todo el gamberrirsmo y el cachondeo necesario que pide el juego… pero se tornan serios y solemnes cuando la ocasión lo requiere. Quienes hayan trabajado este aspecto han entendido muy bien el espíritu que quería trasmitir el título y lo han adaptado a nuestro idioma de una manera IMPECABLE. Todo nuestro reconocimiento, porque han contribuído a que este juego sea así de especial.
Sé entrenador Sujimón. Deshazte de todos!
Antes de terminar tenemos que comentar uno de los extras, minijuegos o como queráis llamarlo. Ya estaba (más o menos) en el anterior Like a Dragon, pero aquí se ha potenciado hasta las más inalcanzables cumbres de lo ridículo y lo genial.
El profesor Sujimón cataloga a los maleantes contra los que nos enfrentamos… y sabe que en Hawái también los hay. Así que nos pide que sigamos coleccionándolos. El problema es que en un momento dado nos va a liar y nos va a meter en la Liga Sujimón donde tendremos que enfrentarnos a otros entrenadores y escalar por dicha liga hasta llegar a lo más alto. Así que ahora nos toca, tras algunos combates, capturar al maleante de turno y reclutarlo para nuestro grupo de «sujimones». En las paradas habilitadas al efecto los podemos evolucionar, fusionar, entrenar, etc. Incluso combatir con otros entrenadores.
Las risas y los buenos momentos que esta tontería os va a reportar no están pagados, de verdad.
Así que, concluyendo, estamos ante el título Yakuza más grande, más divertido, más ambicioso y más largo hasta la fecha. Un nuevo juego de esta franquicia que, con cada entrega, se consolida como una de las sagas más importantes e incombustibles del videojuego. Abusa de la narrativa y sus largas escenas y diálogos pueden asustar a alguno… hasta que las contempla y las escucha. Porque lo que este juego no hace nunca es aburrir.
Ichiban y compañía están de vuelta y protagonizan uno de los juegos del año. Si esto es una muestra de lo que nos espera en 2024, vamos a volver a tener un año impresionante y los jugadores estamos de enhorabuena.
Poneos la camisa hawaiana y veniros con Ichiban.