Crítica: «Liga de la Justicia: La Guerra de la Trinidad», Tres veces tres.

ECC recopila en un solo tomo uno de los eventos más importantes que se han dado en este Nuevo Universo DC, la Guerra de la Trinidad, de cuyas consecuencias se derivan otros tantos eventos de igual o mayor importancia… como si de un efecto cadena se tratase. Este evento aconteció dentro de las colecciones de las tres Ligas: Liga de la Justicia, Liga de la Justicia de América y Liga de la Justicia Oscura.

Estos tres grupos se ven implicados en la llegada de la misteriosa Pandora y su interés por recuperar la mítica caja de mismo nombre. Además, algo o alguien ha hecho que Superman enloquezca y se vuelva peligrosamente inestable. Averiguar quién es Pandora, que trama, y que misterio conspiranoico se esconde tras la manipulación del kryptoniano será el misterio a desentrañar por los héroes que, encontrando divergencias en sus métodos de actuar, tendrán que realizar extrañas alianzas entre los miembros de los tres grupos. Cada uno tendrá que optar por resolver el misterio según sus intereses o preferencias… ¿anteponemos la amistad que se le tiene a Superman a la seguridad de los que están a su lado y pueden resultar dañados? ¿Se elige el camino místico para resolver el misterio pese a tener que realizar métodos poco convencionales y tener que pactar con aliados de dudosa reputación? ¿Confiamos en aquellos que nos han ocultado previamente sus intenciones? Una serie de dudas que permanecerán en la mente de todos los héroes implicados en la aventura (y son muchos) y marcará no solo su forma de actuar sino también el resultado final… Una auténtica sorpresa para ellos… Un traicionero mazazo, definitivo, que continuará en la saga Maldad Eterna…

Los autores responsables de esta Guerra de la Trinidad son los habituales de las colecciones que la recogen, o sea: Geoff Johns y Jeff Lemire en los guiones y Ivan Reis, Mikel Janín, Doug Mahnke, Kenneth Rocafort y Gene Ha en los dibujos. Tanto la parte literaria como la gráfica es puro DC, genuino cómic de superhéroes moderno con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva. Guiones rápidos y ágiles, a veces algo vacíos y esquemáticos, acompañando a un argumento sencillote pero artificialmente enmarañado para darle algo de profundidad, que no tiene. Los giros inesperados, las traiciones y las alianzas forzadas sí que ayudan a mantener el interés por la historia que, además, nos deja en un punto álgido y nos obliga a continuar su lectura con la ya mencionada saga Maldad Eterna. Los dibujos son elegantes, dinámicos, coloridos… marca de la casa y, pese a tener distintas firmas, consigue cierto aire de uniformidad. Algo que se agradece.

Una buena oportunidad para hacerse, de un solo golpe, con esta saga, si es que te la perdiste en su momento, punto de inflexión en los Nuevos 52. Su alta densidad de personajes por viñeta cuadrada hará también las delicias de los lectores habituales del género… pues a ellos está dedicada esta aventura que es pura acción, colorido y testosterona. Eso sí, quedáis avisados que, una vez terminada su lectura, no vais a descansar hasta haber devorado la siguiente saga, que enlaza de forma directa, la estupenda y aun más frenética Maldad eterna.

La Guerra de la Trinidad toma su nombre por tres razones distintas: 1-por la trinidad protagonista en la sombra, la Trinidad del Mal. 2-Por los tres grupos protagonistas y 3- por otros protagonistas en la sombra, aquellos que llegarán de Tierra-3. Aunque aun quedaría un motivo para el título, la trinidad formada por Superman, Wonder Woman y Batman, considero que es menos trascendente para la historia y por eso no la incluyo (por eso, y porque me descuadraría mi simbólico número 3) Elegid vosotros a cual de estas «trinidades» se debe el título de la saga, yo no lo tengo claro ni siquiera después de haberla leído.