Crítica: «Liga de la Justicia: Invierno Eterno», Frío en Verano.

El último gran evento DC antes de Estado Futuro y con permiso de Noches Oscuras: Death Metal es este Invierno Eterno. En él se reúnen los héroes más carismáticos, poderosos y mediáticos de la casa para afrontar una amenaza global implacable, que nos recuerda incluso a cierta popular serie de TV y que se permite el exceso como herramienta para entretenernos y mantenernos pegados a sus páginas.

Aunque la serie que sirve como eje es la de la Liga de la Justicia, el evento se debe seguir de manera forzosa a través de otras colecciones como Titanes, Superman, Aquaman o Flash porque algunos de los capítulos transcurren en aquellos títulos. Por eso, ECC Ediciones ha optado por incluir cada capítulo de Invierno Eterno dentro de las grapas mensuales de La Liga de la Justicia, facilitando la lectura del evento como algo continuado y asequible. Por eso, durante Junio, Julio y Agosto, hemos podido disfrutar de grapas triples en la serie del supergrupo DC y completar con ellas este mega evento.

¿De qué trata? Un codicioso magnate irrumpe en una zona hasta hace poco inaccesible, la Fortaleza de la Soledad ya no era inexpugnable por la retirada de los hielos debido al cambio climático (primer mensaje ecologista). Allí encuentra lo que iba buscando: mineral de kriptonita. El problema es que ese mineral ya tiene dueño (por decirlo de alguna manera) porque allí estaba enterrado desde hacía mil años el monstruoso ser conocido como Rey de la Helada. Despertarlo ha sido un error, porque se desata un invierno extremo en todo el mundo que amenaza con extinguir la vida del planeta… además de sufrir la aparición de gigantescos monstruos de hielo.

A esto se van a tener que enfrentar nuestros héroes. El caos climático global unido al ataque constante de unos seres que parecen no tener número limitado. La solución sería encontrar al Rey de la Helada y derrotarlo pero, ¿dónde está? Paralelamente se nos va a narrar la primera aparición de este vengativo ser, en el Siglo X, cuando se enfrentó a los campeones de aquella época: Black Adam, La Cosa del Pantano, la Reina Hipólita y el Príncipe Vikingo. A este último no lo conocíamos y puede tener, en un futuro, más protagonismo dentro del Universo DC. Se trata de un vikingo dotado de la inmortalidad por el propio Odín, que solo será capaz de morir si lo hace de manera digna, en batalla.

Asistiremos a ese combate en modo flashback y a la lucha de los héroes actuales, contra reloj, para salvar el planeta. Y no lo tendrán fácil, ni siquiera con la unión de muchos de los héroes conocidos. La serie trata, básicamente, de una emocionante lucha contra los elementos y contra el gran enemigo a batir y, entre medias, alianzas que se forjan y otras que se rompen siempre dependientes de distintos intereses. Jamás abandona su carácter de puro divertimento y en ese aspecto poco se le puede recriminar. La narración gana, sin lugar a dudas, por el formato en que ha sido publicado, facilitando su lectura.

Hay tantos artistas como series participan en la saga… Howard Porter, Jesús Merino, Phil Héster… entre otros. Si todos se comportan de manera solvente y resuelta en sus propias colecciones, aquí hacen lo propio y regalan su arte en favor de la espectacularidad y la acción. Lo que se espera en un cómic de este género. No defrauda. Pasa lo mismo con su apartado literario, donde encontramos una historia sencilla de seguir y sin grandes dosis de lírica. Enfocada a la acción y el entretenimiento sin dejar de lado la importancia de cada personaje. Todos tienen su momento aportando, de una o otra manera, para que la historia nunca pare y avance de manera vertical y sin freno.

Las referencias son tan claras como simpáticas… El Rey de la Helada es un trasunto del Rey de la Noche de Juego de Tronos, incluso su llegada acompañada de un invierno eterno, como reza el título de la saga. Los héroes que en el siglo X defienden el mundo son muy parecidos a esos Vengadores primigenios o ancestrales que presentó Marvel hace varios meses. Son las dos analogías más claras y que nos hacen entender que se trata de un evento de consumo rápido, de divertimento como objetivo. Y se consigue. Tampoco hace falta que cada vez que se reúnen los héroes sea para trascender en algo cósmico que deja huella imborrable… de vez en cuando se agradece un gran evento como este: que divierte, tiene épica, pero quedará como algo aislado.

Esta última afirmación no es del todo cierta. Cosas que pasan con Black Adam (están preparando al personaje para la película), la presentación del Rey de la Helada o el propio Principe Vikingo serán, casi con toda seguridad, argumentos y personajes recurrentes en el futuro. Pero eso lo dirá el tiempo. De momento, vale la pena disfrutar de la coalición de lo mejorcito en el panteón DC luchando codo con codo contra una amenaza global. Entretenimiento sin más, ideal para estos meses.

• Liga de la Justicia 35, 36 y 37. ECC Ediciones.
• edición original. Justice League: Endless Winter núm. 1 USA, The Flash núm. 767 USA, Superman: Endless Winter Special núm. 1, Aquaman núm. 66 USA, Justice League núm. 58 USA y Teen Titans: Endless Winter Special núm. 1, Justice League Dark núm. 29 USA, Black Adam: Endless Winter Special núm. 1 USA, Justicie League: Endless Winter Special núm. 2 USA DC Comics
• grapa. 72 pp/c.u. Color. 4,95 € c.u.