Crítica: «Liga de la Justicia Encarnada», perdidos en el Multiverso

Cíclicamente las grandes editoriales resetean sus universos. Dio muy buen resultado aquel lejano evento, Crisis en Tierras Infinitas, que puede ser el paradigma de todos ellos. Y desde entonces se han sucedido esos mencionados reseteos o, como le decimos algunos: cambiarlo todo para que nada cambie.

No solo se busca captar nuevos lectores que pueden sentirse atraídos al ver nuevos números 1 de esos héroes y personajes que ahora ven en las pantallas, sino que se descongestiona la intrincada historia que se desarrolla durante años en estos peculiares universos comiqueros. Y no comento esto desde la crítica negativa, muy al contrario, pues algunos de esos eventos recicladores han resultado ser grandísimas historias.

Comento todo esto porque se acerca otro reinicio en DC. En 2023 llega Crisis Oscura. Ya se han anunciado cambios drásticos en todas las series, muchos de ellos heredados de Frontera Infinita, la última etapa, previa a todo esto. Y un macro evento de estas características necesita un prólogo a la altura… es este, La Liga de la Justicia Encarnada.

Se trata de una miniserie de cinco números que ECC Ediciones aglutina en un solo tomo y que nos cuenta los sucesos previos al evento en cuestión. La grieta que comunica el Multiverso con el Multiverso Oscuro no solo hizo emerger seres de pesadilla ultrapoderosos que pusieron en jaque a los héroes… sino que liberó un poder inconmensurable del que se quieren apoderar algunos de los entes más peligrosos que existen. Compiten entre ellos sin piedad y destruyendo todo a su paso, pero sería peor si se hicieran con ese poder. Por eso, la Liga de la Justicia Encarnada tratará de evitarlo y, de paso, salvar a sus amigos que están atrapados o perdidos en la miríada de mundos que conforman el Multiverso.

El problema es que uno de los candidatos para hacerse con ese poder es Darkseid, y ya sabemos que este tipo no se dentendrá ante nada para conseguir su objetivo.

Este heterodoxo super equipo está formado por personajes de distintos universos, ya los conocemos por otras miniseries previas… pero no han sido suficientemente aprovechadas para profundizar en ellos y en sus relaciones. Digamos que cada aventura de este equipo improvisado se ha focalizado en la acción y en encarrilar la historia hacia esa Crisis Oscura, olvidándose que una buena historia la hacen sus personajes. Pese a que muchos de ellos son viejos conocidos, los sentimos lejanos y apenas empáticos. Podemos decir que los distintos guionistas se han cetrado en crear un camino, mirando solo hacia el final y utilizando este grupo, esta serie, solo como medio para llegar a él.

Por eso no se trata de un cómic aburrido, pues está repleto de acción y de movimiento. Los personajes no paran de viajar entre universos, entre mundos, luchando sin cesar y ofreciendo un espectáculo digno del género… pero no sé si eso es suficiente a día de hoy.

Por otro lado, es agradable y emotivo comprobar que en DC no se olvidan de esos personajes que apenas aparecen en sus series y son rescatados de vez en cuando, como es el caso. Joshua Williamson y Dennis Culver, los guionistas, demuestran ser conocedores de cada rincón de este complejo universo de cómic y son coherentes con sus personajes y sus actuaciones. Además, nos llevan de la mano por un tour tan variado que es capaz de pasearnos por Apokolips, por el Infierno o por donde menos te imagines.

Todos los dibujantes que colaboran se emplean al máximo para rascar con exactitud cada pedazo del Universo DC que por aquí pasa… desde los Titanes a WildCATS, desde lo profundo del Multiverso Oscuro hasta esa Tierra 26, hecha de dibujos animados. Cada uno mantiene su estilo y deja su impronta, diferenciando así, de paso, el viaje constante de los protagonistas que saltan de mundo en mundo, de universo en universo, con una facilidad pasmosa. Brandon Peterson, Jesús Merino, Mikel Janín, Ariel Olivetti… son solo algunos de los artistas implicados y un ejemplo de lo excelente que es ese apartado.

En definitiva, un prólogo algo confuso y acelerado que necesita de otras lecturas previas para ser plenamente comprendido. A cambio, ofrece un apartado artístico más que destacable y una acción imparable donde los personajes que aparecen se cuentan por decenas.

Ojalá esta curiosa encarnación de la Liga de la Justicia tenga continuidad… pero que confíen más en el peso de sus personajes y menos en la acción. No deja de ser divertido, pero le falta profundidad. Eso llegará en la prometida Crisis Oscura.