Crítica: «Lies of P», master of puppets

Las aventuras de Pinocho, que es como se llama de verdad la novela, el clásico, fue publicada por entregas en un diario allá por finales del siglo XIX con el título Storia di un Burattino. Seguro que Carlo Collodi no podía ni imaginarse las reinterpretaciones y obras maravillosas que se generarían gracias a su creación. En el cine, ni las contamos, siendo la más reconocida la animada de Disney y la que se ha quedado en nuestras cabezas como «la original». Nada más lejos de la realidad y Guillermo del Toro lanzó hace unos meses una película en Netflix para demostrar que con esa historia se pueden hacer muchas más cosas, que la novela tiene un trasfondo muy profundo y que aun queda mucho por contar.

Y tanto que lo hay. Lies of P es un juego desarrollado por Neowiz Games que toma como base la creación de Collodi y la evoluciona llevándola a un nuevo nivel, la mezcla con el género de moda, los soulslike, y la convierte en uno de los títulos más destacados y destacables de esta segunda mitad de 2023.

Lo podemos disfrutar en casi todos los sistemas (excepción de Switch) y desde su día de lanzamiento en el Game Pass. Nosotros hemos sufrido y gozado con el juego, explorado la ciudad de Krat y sus alrededores y os traemos nuestras impresiones que son casi todas positivas aunque se ensombrecen por algún detalle.

Marcando el camino

Hace meses que la demo estaba disponible y desde entonces se le esperaba con muchas ganas para saber si el título iba a más, si seguía sorprendiendo. La respuesta es un contundente sí, porque Lies of P es todo un viaje con tintes de pesadilla y mucho trasfondo, con mecánicas que evolucionan y un sistema de juego que te obliga a aprender. De hecho, el primer boss del juego, El Maestro del Desfile, es una barrera en sí mismo.

Para poder vencerle vas a tener que aprender cómo se juega a Lies of P y solo entonces te deja continuar. Porque solo cuando comprendes como son las mecánicas de combate es cuando le vences… y ya estás preparado para enfrentarte al resto del juego. Más o menos.

Hablar de su historia es un spoiler imperdonable, ya que se va abriendo conforme avanzamos por el juego, así que poco podemos aportar en este punto más que insistir en su narrativa progresiva, cambiante y llena de sorpresas. Nos deja en muchos puntos ser protagonista activo de ella. Aquí las mentiras toman gran importancia y abren la primera reflexión que abre el «mito»de Pinocho. Este interactuar de varias maneras con el resto de personajes nos permitirá acceder a objetos, armas, información y muchas cosas más… incluso puede influir en cual de los tres finales distintos que tiene el juego nos toque ver.

El corazón de un soulslike, su combate

Si algo define a este género es su combate. La dificultad intrínseca por la que vamos escalando con cada derrota hasta llegar a la victoria final. Lies of P no arriesga mucho y, cuando lo hace, no acierta. Cualquier jugador habituado al género reconocerá sus mecánicas y se adaptará rápidamente a ellas… el golpe ataque sencillo, el cargado, la esquiva, la defensa, el parry, están todas aquí. Incluso un brazo mecánico al más puro estilo Sekiro con el que podemos desde atrapar a los enemigos y atraerlos para golpearles hasta chamuscarlos, dependiendo de cómo equipemos el brazo.

Los enemigos que pululan por los escenarios son sencillos y no suponen reto apenas, siempre que no ataquen en grupo o estén situados en lugares altos lanzando las inevitables bombas. Pero si estos enemigos son relativamente sencillos, la cosa se complica cuando aparecen los llamados mid-boss, esos jefes que te los encuentras a mitad de fase y, en ocasiones, acompañados por numerosos «ayudantes». La cosa ahí comienza a complicarse pues la cámara no ayuda y los enemigos no dan tregua, siendo esos momentos los más complicados de la aventura… quitando algunos jefes de final de fase, claro.

Será con ellos, enemigos de gran tamaño, con los que tengamos que emplearnos a fondo y usar todas las opciones que da el juego en cuanto al combate. Los ataques de Fábula, que son algo así como ataques especiales o el ataque cargado en el momento justo. Varios parrys o ataques encadenados pueden llegar a aturdir al enemigo. En ese momento su barra de vida parpadeará en blanco y será la ocasión de atacarle con una carga porque, si lo conseguimos, podremos hacerle un daño considerable.

Y aquí viene uno de los problemas del juego. Para hacerle el ataque cargado necesitamos unos segundos… que el enemigo empleará para aniquilarnos. Mucho se ha hablado de lo injustos que son los final bosses de este Lies of P, y algo de razón hay. El tema del ataque cargado es solo uno de ellos, pero hay más.

Los ataques constantes y aleatorios, muchos de ellos de area, son imposibles de esquivar y de complicada aplicación del parry. Suma a eso que muchos te rebanan la barra de vida de golpe y tendrás más motivos para la frustración. Además, el juego nos obliga a ser agresivos ya que, tras detener un golpe, nuestra barra de vida baja… pero podemos recuperarla si golpeamos a continuación. Esto es un imposible con este tipo de enemigos, que no dan tregua. Así que, otra de las mecánicas interesantes del juego, al garete.

La buena noticia es que podemos invocar, gracias a un elemento relativamente fácil de encontrar, a otros luchadores que nos ayudarán en el combate contra el jefe de zona. La IA del acompañante es horrible y se dedica a lanzarse como un kamikaze, comiéndose todos los ataques del enemigo… pero al menos sirve de cebo para que nosotros ataquemos.

Un juego lleno de detalles

Desde que llegamos al Hotel Krat nos damos cuenta de la cantidad de opciones que tiene el juego. No solo podemos cambiar y mejorar nuestro brazo mecánico, sino que podemos usar distintas armas a las que también podemos intercambiar mango y filo para obtener distintas ventajas. Ojo que las armas se desgastan y tendremos que afilarlas, lo que, más avanzado el juego, nos permitirá otorgarle a nuestros ataques distintos estados.

Po supuesto, podemos subir de nivel y de paso nuestros parámetros. Además, vía Gepetto, tenemos acceso a un árbol de habilidades con los que mejorar todas nuestras capacidades.

Incluso la ropa o los gestos que conseguimos en la aventura tienen utilidad, pues los pnj reaccionan diferente a cada uno de ellos. Para saber que ropa ponernos para ser mejor recibidos, o que no nos rechacen, basta con leer las descripciones de las prendas y/o los documentos que vamos encontrando.

PNJ por doquier que enriquecen y aclaran la historia, algunos que nos proponen quest y otros que nos retan o nos ayudan. Todos ellos conforman un mundo que, pese a estar habitado mayormente por seres artificiales, dan un aspecto «vivo» al mundo aquí creado.

No debe olvidarse mencionar uno de los coleccionables del juego: los vinilos. Podemos encontrar y coleccionar «discos» que escucharemos en el gramófono situado en el hotel. Cada vez que escuchemos un tema (debe ser completo), Pinocho ganará humanidad, algo indispensable para ver uno de los finales buenos del juego. Las melodías creadas para estos vinilos son encantadoras y sensacionales, dejando claro que tras Lies of P hay mucho, mucho trabajo.

Un mundo terrorífico y espectacular

Es cierto que imita (por decirlo de alguna manera) a otros juegos, incluso descaradamente, pero aun así tiene un encanto muy particular. Gráficamente es impresionante, con una ciudad de Krat imponente por sus edificios, por su atmósfera. Los carteles en los muros, las luces, las detalladas fachadas… todo está cuidado con cariño y trabajo. Pero los interiores son incluso mejores y conforme avanzamos por el juego comprobamos que nada se ha dejado de lado y han procurado que sea algo impresionante visualmente, de principio a fin.

El juego se mueve de maravilla, sin caídas de frame y a 4K. En Xbox Series S solo he podido apreciar, en muy pocas ocasiones, alguna textura que tarda en cargar. Pero se pueden contar con los dedos de una mano y sobran dedos. En este sentido el juego es sólido y se acompaña por un sonido impecable. Además de las melodías mencionadas y la BS, tenemos unos efectos creados para completar el clima y la atmósfera. A todo ello contribuye el sonido 3D, espacial e inquietante con tanto claqueteo de las marionetas o sonidos guturales de los infectados.

Lies of P es un soullike muy destacable con una historia y un lore apabullante. Imita a los grandes de su género pero en ocasiones falla, pero son tantos sus aciertos que estos errores se pasan por alto. Lo que ha hecho la gente de Neowiz con este primer título es digno de alabanza y no puede más que ilusionarnos ante lo que puede llegar en el futuro.

Uno de los juegos del año dentro de su género.