Crítica: «Lady Snowblood 2 (NE)», se consuma la venganza
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Final de la saga tal como la concibieron sus creadores. Una obra inspiradora de otras que se consideran clásicas
Kazuo Koike y Kazuo Kamimura. A los aficionados más versados poco se les puede decir que no sepan al leer estos nombres. Al resto, simplemente recomendarles que se sumergan en su obra, prolífica y admirable, escuela de infinidad de autores que vinieron después. Autores de cómic como Frank Miller (por poner solo un ejemplo), pero también de otros medios, como el cine.
Su Lobo Solitario y cachorro se ha filtrado en todos lados y muchísima gente ve referencias de esta obra sin siquiera saberlo. Pero en el caso de Lady Snowblood pasa tres cuartos de lo mismo. Ya cuando «hablabamos» del primer volumen hacíamos alusión a su más evidente inspiración: Kill Bill. Y leyendo este segundo tomo todavía se aprecia con más claridad.
Esta obra, publicada a principios de los ’70, tenía (tiene) referencias sexuales explícitas que difícilmente se pueden ver hoy día. Partiendo del origen de la asesina que protagoniza la obra, engendrada en una violación múltiple… pasando por las escenas escabrosas de depravación sexual que contiene y que elegantemente dejan fuera de plano (aunque siguen siendo desagradables)… continuando por las referencias reales a juguetes sexuales usados en el japón de la época, consoladores y muñecas… y acabando por esa violencia explícita y sangrienta que sirve de motor a toda la acción.
Yuki se termina de perfilar aquí como uno de esos personajes icónicos que pasan a la memoria de quien lo lee. Vivimos a través de ella esa venganza ciega e implacable, sabedores de que la va a cumplir a toda costa y pasando por encima de quien haga falta, pero dejando un pequeño hueco a la humanidad que todavía queda en ella.
Las piruetas argumentales que estructuran el relato son tan osadas como acertadas. El hecho de tener que novelar la vida de Yuki para poder localizar a sus asesinos es una apuesta genial que empieza resultando forzada y termina siendo lógica. Y acompañándolo todo, el plantel de secundarios… ruines y miserables unos, inocentes y candidos otros, forman un mosaico muy rico y variado de la sociedad nipona de la época.
El estilo usado por el autor es el habitual, que recuerda a los grafismos orientales de tinta y pincel. Ideal para terminar de darle el toque necesario a esta obra, porque tal y como sucede a lo largo de la «aventura» y con los personajes que por ella transitan, mezcla la delicadeza de unos trazos con la brusquedad de otros. Manejando siempre la tinta a placer.
Sucede lo mismo con la narrativa, casando con acierto imágenes y texto. Congelando momentos para que se peguen en nuestra retina o dejándo que otros fluyan, bien por la prosa utilizada o por la transición de viñetas. Es el lenguaje del cómic usado con maestría por un talento fuera de lo común.
Y con este tomo se acaba la venganza de Lady Snowblood… o no. Queda inédito un tercer volumen del que ya daremos cuenta, pero que da pie a cierta controversia debido a que sus autores ya no son los mismos. Pero eso ya llegará y tampoco es indispensable leerlo o tenerlo para disfrutar de este clásico.
Con más de cincuenta años a sus «espaldas» y se siente más moderno y atrevido, más rompedor, que la mayoría de publicaciones actuales. No te lo pierdas.
- Lady Snowblood 2 Nueva edición. Planeta Cómic
- edición original. Shura Yukihime 2.
- cartoné. 520 pp. B/N. 25€