Crítica: «La Visión. Poco mejor que una bestia», por encima del género.

A estas alturas, realizar la reseña de esta serie significa reiterar lo que ya tanto se ha dicho, o sea, alabarla como uno de esos cómics que trascienden al genero que pertenecen, en este caso los superhéroes. Le he dado muchas vueltas, pensando una forma original o, al menos, distinta de afrontar esta entrada… pero la conclusión a la que he llegado es que no tiene sentido buscarle vueltas a un producto que es innovador y único, la diferencia con el resto la marca la misma serie. Por lo menos me ahorro narrar las bases de La Visión, ya que las comentamos en la reseña del primer volumen: La Visión. Visiones del Futuro.

Panini Comics publica los números 7 al 12 de la serie en este segundo tomo, titulado Poco mejor que una bestia, y con el que concluye la participación de los dos autores, Tom King y Gabriel Hernández Walta. El cliffhanger del tomo primero hacía prever algunas de las situaciones que vemos aquí, donde confluyen todas las consecuencias que las acciones tomadas por la familia Visión ha ido acumulando. Es decir, Los Vengadores ya están advertidos de que Visión y los suyos pueden desencadenar un desastre sin precedentes, así que tendrán que tomar medidas… primero de manera sutil, infiltrando a Victor Mancha en la familia, porque no olvidamos que Visión a salvado la Tierra 37 veces…

Cuando se da libertad a los autores (a los buenos), pasan estas cosas. Un cómic de superhéroes en los que estos apenas aparecen si no es en situaciones cotidianas, donde las batallas no ocupan ni un 5% del tomo y donde el peso se traslada al desarrollo y relación de los personajes. No está exento de drama y tensión, incluso de muertes, pero dosificadas de manera ingeniosa para compensar ese estilo introspectivo que domina la serie. Imagino que la editorial sí tuvo la última palabra y decidió quién (qué personaje) seguía adelante, pensando en el futuro de sus series y basándose en los movimientos que Marvel está realizando con otros personajes clásicos a los que parecen haberles encontrado sustitutos teenagers.

La capacidad de King para gestionar las escenas a través de personajes artificiales dominados por la lógica, por sentimientos programados y por protocolos matemáticos, es impresionante. La frialdad de los protagonistas se manifiesta en todo momento sin impedirnos empatizar con ellos a través de las situaciones que les ha tocado vivir. Efectivamente, el choque que se produce entre esta familia robótica y el entorno humano solo puede acabar en desastre. Tampoco reniegan los autores del pasado de Visión y los suyos, demostrando con un soberbio número 7, que inicia el tomo, como se puede echar una mirada atrás, sin perder ritmo, de manera interesante y acabando en un bucle glorioso. Tampoco se olvida en ningún momento la amplia trayectoria que hay tras la Visión, consiguiendo encajar un personaje clásico en una historia nueva, en concepción y en ejecución, sin que falle ningún detalle. Parece que nada se le escapa al guionista, que es capaz de insertar en su relato una serie tan olvidada (injustamente!) como fue Vengadores I.A. Tom King tiene muy claro qué quiere contar y como quiere hacerlo, no titubea en ninguna escena y la firmeza de la historia trasmite esa sensación. Pero este cómic jamás hubiera sido lo que es si no se hubiera contado con los lápices (y tintas) de Gabriel Hernández Walta. La personalidad extra que le imbuye al cómic termina por darle el aliento, la fuerza y la clase (y el talento) necesario para tener en los 12 números de La Visión uno de los mejores cómics de superhéroes de los últimos años. Su trazo personal se aleja lo suficiente de los estándares del maelstream para darle ese toque peculiar, de estilo propio y característico, pero sin llegar a perderse en excesos experimentales. Es incluso capaz de contar historias en una sola ilustración, en una sola viñeta (observad las imágenes adjuntas y entenderéis…)

Tal es el talento de los dos autores y la confluencia de ambos no podía más que producir el magnífico tebeo que ha sorprendido a todo aquel que lo ha leído. Pocas ocasiones como esta en las que crítica especializada y público coinciden de manera unánime en la excelencia del producto. Lo que sí es más raro es  el hecho de que, como sucede con casi todos los clásicos, el éxito no le ha llegado con el tiempo… pues desde que se lanzó el primer número ya sonaron las voces que alababan el trabajo realizado por los autores.

Un rara avis dentro de la industria, que por norma está más preocupada en sacar productos de sus personajes estrella que en realizar cómics de calidad… hasta que confluyen unos profesionales competentes y arrasan en crítica y en premios, como le ha pasado y le pasará a este clásico contemporáneo que es La Visión.

• La Visión. Poco mejor que una bestia. Panini Comics
• edición original. The Vision vol.2 núms. 7-12 USA. Marvel Cómics
• rústica con solapas. 144 pp. color. 13’50 €