Crítica: «La Patrulla Condenada», Ladrillo a ladrillo.

¡La Patrulla Condenada ha regresado! El grupo de superhéroes que Morrison transformara en un cómic único, a caballo entre la aventura pijamera y el surrealismo onírico más genial, vuelve a DC… y aciertan de pleno con su regreso. La decisión de no incluir esta nueva serie dentro de la línea de cómics más convencionales ha sido positiva, y así la Doom Patrol inaugura una nueva línea en la editorial que parece concebida para ellos, un nuevo sello dentro del gran conjunto que es DC. El nombre de esta nueva línea de cómics es Young Animal y dará cabida a aquellos títulos y personajes que se alejan del maelstream y de lo puramente superheróico, para desarrollar argumentos más complejos, personales y etéreos. En un futuro veremos bajo este sello a Shade, alguna aventura concreta de Batman y, posiblemente, Animal Man… eso lo dirá el tiempo.

Lo que si podemos decir ahora es que Young Animal se estrena de forma excepcional. La Nueva Patrulla Condenada está escrita por Gerard Way, dibujada por Nick Derington y coloreada por Tamra Bonvillain. Recogen el testigo dejado por Morrison y realizan una obra que está a la altura de aquella genial etapa y, en ciertos aspectos, llega a superarla.

Para empezar y dejar bien sentadas las premisas, estamos ante un cómic en extremo extraño. Se sale de los márgenes impuestos por el género superheróico y te mantiene en un constante desconcierto. Voy a explicar un poco, si soy capaz, de que trata… Aunque no haya un protagonista definido, Casey Brinke será la que nos conduzca (nunca mejor dicho, pues ella es conductora de ambulancias) a través de esta onírica aventura. En su vida aparece un ser de metal con cerebro humano y una nueva compañera de piso con poderes. Su ambulancia se revela como un ser vivo, que contiene en su interior todo un Universo y es el creador y responsable de todo lo que va a suceder en la aventura. Los miembros de la Patrulla Condenada están perdidos y desperdigados y a lo largo de la historia se reencontrarán y añadirán nuevos integrantes al grupo.

Dudo si contar más elementos de la trama, pues si especifico demasiado podéis pensar que me he vuelto loco o que la serie es un batiburrillo sin sentido… y no es así (al menos en el segundo caso). Gerard Way nos cuenta una historia que siempre se nos escurre de entre los dedos, pero consigue que sintamos el nexo común que la une, que a niveles que no llegamos aun a entender, todo tiene conexión y alumbra un sentido que todavía no llegamos a discernir. A los personajes tendremos que ir conociéndolos a través de sus vivencias y sus actos, encajando poco a poco las piezas que componen este descomunal puzle y que irán ante nosotros cobrando sentido, muy poco a poco, eso si… y requiriendo un esfuerzo extra de paciencia y atención.

Un cómic muy complejo de reseñar por ser realmente único en concepto y desarrollo, pero que tiene calidad literaria y gráfica de sobra para captar nuestra atención e interés por muy velado que nos pueda parecer su significado. Rescatar el título y estar a la altura de lo que hizo Morrison no es tarea sencilla, más bien es imposible… pero es justo eso lo que consiguen los autores: contar cosas imposibles, irreales, geniales y revestir de aventura trepidante cada idea y cada concepto. Y si el guión, la historia y su desarrollo es algo insólito que nos deja totalmente satisfechos, el dibujo de Nick Derington no se queda atrás. Antes afirmaba que esta nueva Patrulla Condenada superaba incluso a la de Morrison… y me refería en concreto al aspecto visual. Crean un mundo particular para este cómic y estos personajes, a medias entre la realidad y el sueño, pues se compone de elementos reconocibles y cotidianos, aunque podemos encontrar cualquier cosa. Protagonistas y entornos están plasmados con pulcritud y claridad, sin recurrir a extrañas formas ni ángulos inusuales cuando se quiere mostrar algo anormal. Al contrario, choca que el estilo sea tan nítido y lo que se cuenta y se observa, tan sorprendentemente irreal.

Si con la concepción del mundo, de los personajes y de la historia, Derington hace un gran trabajo, que decir de su narrativa visual ágil y dinámica. Destaca su diseño de escenas de acción, la manera que tiene de narrarlas. El aspecto gráfico es, en definitiva, uno de los puntales de esta nueva serie que, al contrario de lo que solía pasar con colecciones similares, no descuida su aspecto estético, sino que lo busca y utiliza a su favor para realzar la obra.

La nueva Patrulla Condenada ha entrado pegando fuerte y dejando un marcado camino a seguir tanto para ella como para el resto de series que lleguen bajo este sello, Young Animal. Un concepto de los superhéroes tan extraño y genial que hace de su análisis una tarea ardua y desconcertante… menos mal que el propio guionista excusa a los incautos que pretendemos reseñarlo y explica, humildemente, que su intención era precisamente esa: sorprender, deconcertar y confundir. Desde luego, lo ha logrado. Pero entre esa sorpresa y confusión emerge la impresionante genialidad de los autores, capaces de sacudir un género sobado y usarlo para reinventar un cómic que ya era inmejorable.

• La Patrulla Condenada. Ladrillo a ladrillo. ECC Ediciones.
• Doom Patrol 1-6 USA. DC Comics.
• rústica. 176 pp. color. 15,95 €