Crítica: «La muerte de Superman. La saga completa», muerte y resurrecciones

Aunque para nosotros el cómic sea un medio natural, cotidiano y con el que estamos ampliamente familiarizados, no tiene ni de lejos el reconocimiento del que gozan otros. Actualmente ha ganado muchísimo terreno y poco a poco se ha ido haciendo un hueco en estanterías de librerías y bibliotecas, pero antes no era así. Imaginaos a principios de los ’90 como estaría esta cuestión. Los cómics jamás llegaban a los grandes medios de información… pero un día una noticia copó toda la atención.

Todos los informativos de radio y TV, los más importantes periódicos, todos, hablaban y trataban una noticia relacionada con el mundo del cómic: DC había decidido matar a Superman.

El revuelo formado nos hacía bastante gracia a los que SÍ conocíamos el medio y veíamos venir de lejos las estrategias comerciales de las editoriales. Sabíamos que esa muerte no era real ni duradera y que la noticia era un cebo, puro marketing, que los masmedia habían mordido sin pestañear. Pero daba igual. Se hablaba de cómics y se hablaba de super-héroes en la tele.

Quería encabezar esta entrada con la anécdota en cuestión, pues la conservo vívidamente en la memoria. Pero lo que de verdad quedó de todo esto fue una magnífica (y larga) saga que supuso un punto de ruptura en DC y la llegada de nuevos personajes que aun perduran en este Universo de papel.

El editor Mike Carlin se puso a coordinar las varias series en curso de Superman, además de algún cruce puntual con otras, para sacar adelante este mega evento, para darle coherencia y cohesión y que el dramatismo y sufrimiento, así como su trascendencia, no fuera un intento fallido. Desde luego lo consiguó: durante casi un año entero, las cuatro series (Superman, Action Comics, Adventures of Superman y Superman: Man of Steel) contaron una misma historia desde diferentes ángulos y sin dejar ni un solo cabo suelto.

Han pasado 30 años del evento y la saga completa está publicada de diferentes formas, siendo la última de ellas, la versión integral lanzada por ECC Ediciones hace unos meses, la que elegimos para confeccionar estas líneas. Casi 900 páginas en las que encontramos todo tipo de excusas para dejarnos llevar y para disfrutar de una de las aventuras más dramáticas, emocionantes y definitivas que ha vivido el icóno de los super-héroes.

Un buen día aparece un ser de poder colosal y de origen desconocido. Imparable, se dirige a Metrópolis. Son varios los héroes que intentan frenarlo, pero tal es su fuerza y furia que con todos ellos acaba, incluso dejando malheridos a varios miembros de la Liga de la Justicia. Por fin aparecerá Superman, justo a tiempo, pues Doomsday/Juicio Final (como le han bautizado los medios) acaba de irrumpir en Metrópolis. Tras un encarnizado enfrentamiento, el combate acaba en tablas… con los dos adversarios tendidos en el suelo. Efectivamente, Superman ha dado su vida para frenar a semejante ser.

Sin embargo, este será el principio de la saga. En los centenares de páginas que forman este volumen asistiremos al rapto del cadaver de Superman… a las manipulaciones de un renovado Lex Luthor para hacerse con el control de la ciudad… a la aparición de distintos «Supermanes» que aseguran, cada uno de ellos, ser el auténtico, resucitado… a la llegada de nuevos héroes inspirados por la leyenda del Hombre de Acero… Al dolor que invade a los seres queridos de Superman/Clark Kent… A la llegada de un nuevo/viejo villano que cree tener el campo libre para conquistar la Tierra… y al regreso del genuino Superman. Cambiado y adaptado a los nuevos tiempos.

Resumen superficial e insuficiente escrito a propósito para dejar en el tintero detalles y momentos espectaculares que sorprendan y hagan disfrutar al lector que todavía no conozca esta saga.

La lectura del evento es una experiencia en sí misma. Un recorrido por el cómic de superhéroes con todos sus tópicos, sus clichés y sus genalidades y fiel reflejo del momento que vivía el género. Mencionar a todos lo guionistas, dibujantes, entintadores, etc. que participaron en la confección de la historia es poco menos que titánico, pero debemos detenernos en algunos para, al menos, dejar constancia de la calidad que en su mayor parte destila esta obra. Los escritores de las series regulares de Superman nunca han sido mediocres, pero en esta época se trataba de algunos de los nombres más reconocidos del momento. Louise Simonson, Roger Stern, Dan Jurgens… Pesos pesados de una industria que supieron aprovechar la oportunidad y poner aquí todo su talento. Nos regalan emotivas escenas de dolor, de sufrimiento, donde lo físico pasa a un segundo plano y el duelo por la pérdida del héroe se extiende por casi toda la obra. Quitando al Capitán Marvel, no recuerdo una historia de pérdida llevada con tanto dramatismo y contundencia. Mezclar las escenas de duelo con otras de ación ayuda a mantener muy buen ritmo de lectura y a no caer en excesivo dramatismo.

Porque efectivamente, los héroes «sustitutos» hacen su papel y consiguen amenizar la lectura al tiempo que impregnan de un cierto misterio añadido: ¿de donde salen estos nuevos Superman? Uno de ellos llegó para quedarse y lo terminaríamos conociendo como Steel, con serie propia e incluso película.

La última parte del evento, una vez desvelados esos misterios, está más enfocada en la acción y logra algo increíble: que tas tantas, tantísimas páginas, la historia no nos canse y de la impresión de que, al contrario, gana interés. Mérito del equipo de guionistas y del mencionado editor, que hicieron un trabajó ímprobo de planificación y ejecución. Se tomaron en serio la saga y se nota en el resultado final.

Artísticamente es, como se suele decir, «hija de su época». Los dibujantes siguen los patrones del momento y encontramos grandes viñetas, páginas espectaculares y cuerpos esculturales en mallas que, en muchas ocasiones, vienen acompañados de armamento pesado y melena. Dominado con colores estridentes se busca siempre el impacto visual llegando en muchas ocasiones a la exageración. Pero como suele suceder en este tipo de obras tan corales, los altibajos en cuestión de calidad son evidentes y la variedad de estilos de dibujo, entintados, etc. resulta curiosa.

Si nos salimos de la trama principal y los personajes más vinculantes sí se advierte una menor intensidad en ellos, que no se desarrollan ni tienen trascendencia alguna. También hay tramas pararlelas que no llevan a ningún lado y que, si no se es conocedor del Universo DC de la época, pueden quedar fuera de lugar. La más evidente es la participación de Lex Luthor y la pseudo Supergirl. Para saber de donde vienen y a donde van es necesario leer otras series, así como si queremos profundizar más en Steel o el destino que sigue Doomsday.

Pero todo esto es algo lógico y normal: por muy extensa e importante que sea esta saga, está enmarcada dentro de un universo mayor y sigue sus reglas, por simples motivos de coherencia. Así y todo no es necesario conocer nada más para poder disfrutar de su lectura. Intensa y emotiva, que hace ya treinta años marcó a toda la editorial, removió la industria y puso el maltratado medio conocido como cómic en el foco de atención del mundo entero.

Superman siempre se adapta a los tiempos, aunque tenga que morir para ello.

• La Muerte de Superman. La saga completa. ECC Ediciones
• edición original. Superman: The Man Of Steel núms. 17-26, Superman núms. 73-82, Adventures of Superman núms. 496-505, Action Comics núms. 683-692, Justice League of America núm. 69, Green Lantern núm. 46 USA. DC Comics
• cartoné. 896 pp. color. 60€