Crítica: «King’s Bounty II». ¡A la batalla por Nostria!.

Para aquellos que desconozcan esta saga, aquí van unos pequeños apuntes. En 2008 la desarrolladora 1C Entertainment, responsable de IL-2 Sturmovik, Men of War y Space Rangers entre otros, lanzó al mercado King’s Bounty, un juego que combinaba un clásico RPG con uno de combate y estrategia por turnos. Tuvo varias entregas a lo largo de los años, la última en 2014. Ha pasado bastante tiempo desde entonces y parecía que la franquicia había sido olvidada, pero una nueva aventura acaba de hacer su aparición, King’s Bounty II, un juego ambientado en un mundo de fantasía medieval, poblado por enanos, trolls, héroes, villanos, magos…y un sinfín de seres que habitan sus tierras. Esta vez está disponible en consolas Xbox One, PS4 y Nintendo Switch, y por supuesto en PC.

Argumento, Historia, Personajes…

King’s Bounty II está ambientado en Antara, un mundo mágico que está siendo azotado por un poderoso enemigo conocido como La Plaga, que tras su paso solo deja caos y destrucción. Los habitantes de las pequeñas aldeas se ven obligados a abandonar sus hogares y acuden a la capital del reino, Nostria, en busca de ayuda, protección y alimento. Pero Nostria no es lo que era antaño, una ciudad próspera donde la población vivía en paz. Ahora está llena de ladrones, políticos corruptos y soldados que no dudarán en aceptar un buen soborno a cambio de hacer la vista gorda. La situación es realmente mala aunque no todo está perdido, todavía hay héroes que creen en el honor y la verdad, y lucharán para defender a la población que se encuentra indefensa ante este enemigo tan poderoso.

Para resolver tan ardua tarea podremos escoger entre tres personajes. Aivar, un guerrero que perteneció la guardia real. Katarina, una maga que desciende de un linaje noble, y Elsa, una paladín con un corazón noble y unos orígenes humildes. Cada uno de estos personajes tiene sus propios atributos, y es muy importante analizarlos bien ya que de eso dependerá el tipo de ejército que podremos reclutar, ya que cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes y dependerá de nuestro estilo de juego cuál escoger. Salvo algunas ligeras diferencias en la trama al principio, da igual el personaje que elijamos ya que todos parten del mismo lugar, encerrados en prisión, pero la historia irá cambiando según los actos y las decisiones que tomemos a lo largo del juego.

Sistema de Juego, jugabilidad…

King’s Bounty II es una mezcla de RPG y combate táctico por turnos. Tenemos a nuestra disposición un amplio mundo semi-abierto, en el que a medida que avanzamos, vamos descubriendo nuevas localizaciones, personajes, misiones y enemigos a los que abatir. Digo que es semi-abierto porque el movimiento de nuestro personaje es tan limitado que no permite alejarnos mucho de los caminos establecidos. No puede saltar, agacharse, trepar, subir escaleras, nadar… así que la exploración termina resultando más lineal de lo que parece a primera vista. El personaje tiene dos velocidades de movimiento: lento y muy lento, así que moverse por ciudades grandes o recorrer los escenarios buscando tesoros puede llegar a ser frustrante en algunas ocasiones. La exploración tiene recompensa, ya que hay bolsitas de oro, fuentes de maná y objetos que podremos vender a cualquier comerciante y así conseguir dinero extra. Disponemos de un caballo para movernos largas distancias, pero no se pueden recoger objetos ni hablar con personajes montado en él, lo que obliga a estar bajando de la montura cada poco tiempo, así que al final decidí ir andando y utilizar los puntos de viaje rápido que vamos descubriendo en cada ciudad.

Algunas misiones tienen dos posibles soluciones, una será afín a nuestro ideal y la otra no. Dependiendo de cual escojamos, se irán reafirmando nuestros valores o nos alejaremos de ellos, lo que hará que la historia cambie y coja otra dirección. Además de las misiones, hay pequeños puzzles que no son complicados de resolver y otorgan buenas recompensas. Además, aportan variedad al juego.

Todo lo dicho hasta ahora está relacionado con la parte RPG, pero este juego tiene un gran componente táctico y de combate y es aquí donde realmente brilla y lo convierte en un juego interesante. Las batallas son su punto fuerte y acudiremos a ellas acompañados de nuestro ejército.

Antes de ponerme a escribir sobre las batallas hay que saber una cosa muy importante, y es que el mundo de Antara se rige por 4 valores morales: Astucia, Poder, Orden y Anarquía. Dependiendo del valor que hayamos escogido tenemos que formar nuestras tropas, ya que algunas no trabajan muy bien juntas, como por ejemplo los No Muertos, cuyas filas pertenecen a la Anarquía, no tienen buena relación con las Tropas Reales, que son fieles a la Orden. Si decides unirlos en un combate, su moral estará baja e incluso pueden negarse a cumplir una orden. Da igual que el valor numérico de tu ejército sea superior al enemigo, si entras a combate con un ejército descontento hay una posibilidad muy alta de que pierdas la contienda, y comprar un ejército nuevo no es nada barato. Pierdes la batalla cuando todas tus unidades caen y para continuar tendrás que volver a comprarlas, así que recomiendo hacer un guardado manual antes de cada contienda, ya que te puedes ver en la situación de perder y no tener dinero para comprar más tropas, y salir de esa situación te va a costar bastante. 

Conforme ganamos batallas, nuestro personaje va subiendo el nivel de Liderazgo y puede comprar batallones más grandes (y más caros), hasta un máximo de 5, con 10 unidades por batallón. Además ganamos puntos de talento que usamos en el árbol de habilidades, en el que iremos aprendiendo nuevas técnicas y hechizos. En cualquier momento podremos restaurar los puntos de talentos y usarlos de una forma diferente si no estás contento con su distribución. La primera vez es gratis, pero a partir del segundo reinicio cuesta dinero, y cada nuevo reinicio es más caro que el anterior.

Antes de comenzar la batalla propiamente dicha, podemos inspeccionar al enemigo y decidir si entramos en combate o nos retiramos hasta tener un ejército a la altura. Si aceptamos la pelea, el escenario donde estamos se convierte en el campo de batalla, la cámara se aleja mostrando todo el entorno y al suelo se le añaden unos hexágonos por los que se desplazarán las tropas. Podemos aprovechar el entorno y usarlo a nuestro favor, como por ejemplo, escondernos tras un risco para evitar que los arqueros nos alcancen. Es un gran punto a favor de las batallas que estos elementos del escenario formen parte del juego y afecten a su desarrollo. La cámara se mueve en cualquier dirección y podemos inspeccionar libremente la zona. El enfrentamiento prácticamente se convierte en una partida de ajedrez, en la que tendremos que pensar las diferentes posibilidades de ataque y anticiparnos al movimiento del adversario para sufrir las menos bajas posibles. Esta parte de estrategia es la más divertida del juego. Aunque no lo parezca son batallas intensas, que permiten combinar hechizos y encantamientos con la fuerza bruta, y que produce una enorme satisfacción cuando sales victorioso de ella. Sin lugar a dudas son lo mejor del juego.

Gráficos y Banda Sonora…

En su parte gráfica King’s Bounty II tiene sus claroscuros. En un primer vistazo observamos unos escenarios realistas y muy detallados, grandes espacios abiertos luminosos y llenos de color, pero conforme nos acercamos a ellos vemos que las texturas no acaban de estar pulidas del todo y el resultado acaba siendo algo tosco. Los personajes no están del todo trabajados, sobre todo en las expresiones faciales. Los movimientos del protagonista y el caballo son mejorables, pero hay que recordar que este juego no es un Triple A y el apartado gráfico cumple de sobra con su cometido.

En el aspecto sonoro, los combates tienen buenos efectos y la banda sonora tiene un corte medieval que ameniza la aventura. El juego llega con las voces en inglés, pero con textos y menús completamente traducidos al español.

Impresiones Finales.

King’s Bounce II es un juego largo que además de la trama principal, obliga al jugador a resolver prácticamente todas las misiones secundarias para avanzar en la historia, ya que si tu héroe no tiene el nivel suficiente, es un suicidio enfrentarse a ciertos enemigos que son obligatorios eliminar para continuar, cosa que a mi me encanta, pero puede resultar molesto a los jugadores más ansiosos.

Los héroes no son especialmente carismáticos ni sus tramas memorables. Salvo alguna misión un poco más elaborada, suelen ser meras excusas para abrir mapa e ir enfrentándose a enemigos y subir de nivel, pero quedan muy lejos de los juegos en los que se inspira como Witcher 3. Entonces, ¿Qué tiene de bueno?. Pues la verdad es que tiene varios puntos muy fuertes que juegan a su favor. El primero de ellos es que es un juego en el que siempre tienes algo que hacer, misiones, búsqueda de tesoros, puzzles…es muy entretenido y las horas pasan volando con él. Su segundo punto fuerte es la enorme rejugabilidad que posee, ya que podemos jugarlo con 3 personajes diferentes y las batallas cambian por completo si escoges hacerlo con una maga o con un guerrero. Las misiones con doble solución son otra opción para volver a jugarlo. ¿Qué pasaría si en lugar de contarle la verdad al carcelero lo soborno?, ¿En que habría afectado?. La posibilidad de saber la respuesta hace que quieras volver a ponerte con él. Pero donde he disfrutado como una loca ha sido en sus batallas. El sistema de combate es de lo mejorcito que he jugado en este tipo de juegos y el extra que tiene añadir los desniveles de terreno y que afecten a la batalla, es un plus que lo convierte en algo diferente para los jugadores con más experiencia y un aliciente más para que nuevos jugadores se acerquen a él.

Lo Mejor…

• Su rejugabilidad.
• El sistema de combate por turnos es realmente bueno.
• Un juego largo que te obliga a resolver buena parte de las misiones secundarias para avanzar en la trama principal.

Lo Peor…

• Los gráficos son algo flojos.
• El movimiento del personaje es torpe y lento.
• Un mundo abierto que no lo es tanto.