Crítica: «Kingdom Hearts: Melody of Memory» – Un viaje musical junto a Sora y compañía.
Historia
Jugabilidad
Gráficos
Una carta de amor y un juego musical para recién llegados y expertos.
18 años de saga y, con esta, 14 entregas entre títulos principales y spinoffs. Desde luego, Kingdom Hearts tiene mecha para rato. Pero no os pongáis nerviosos los más fans de las aventuras de Sora y compañía porque este Kingdom Hearts: Melody of Memory no amplía las andanzas de los personajes de Square y Disney (aunque ciertos planes futuros para la saga puede que se dejen entrever). No, este es un juego musical, un cartucho que aprovecha la vasta trayectoria del título para homenajear prácticamente toda su banda sonora. Porque Melody of Memory hace un más que extenso repaso al trabajo de la gran compositora Yoko Shimomura y a los centenares de temas icónicos que componen el universo musical de Kingdom Hearts.
Lejos quedaron ya los tiempos de títulos como el Beatmania de Konami, o incluso de los Guitar Hero, pero con este Melody of Memory, Square Enix nos deja claro que este género videojueguil sigue más que vigente. Tampoco son unos novatos en el tema. No solo se prestó ya Kingdom Hearts en el pasado a ciertos minijuegos musicales de la mano de su director Tetsuya Nomura (para desgracia de algunos jugones, que no los encontraban adecuados dentro del contexto) sino que además, durante la última década, los fans del género musical en general y de Final Fantasy en particular, disfrutábamos de THEATRHYTHM: Final Fantasy (desarrollado también por Indieszero), un juego del que este Melody of Memory bebe en ciertos aspectos y que también nos permitía revisar y volver a disfrutar de la banda sonora original de uno de los títulos más aclamados de Square a golpe de botón.
Y si antes daba un aviso a grandes fans de Kingdom Hearts, ahora lanzo otro para quienes no lo sean. No os echéis para atrás. Porque una de las bondades de este juegazo es que es ideal para quienes no hayan tenido antes contacto con la saga. No importa. Lo vais a disfrutar igual. En primer lugar, porque su adictiva mecánica es apta para todo el mundo, fan o no. Y en segunda instancia, porque, precisamente, el juego, en su modo “Gira Mundial” permite recorrer todos los mundos visitados en cada episodio de la saga y disfrutar, según avanzamos, de resúmenes en vídeo presentados por la mismísima Kairi que nos desgrana con gracia lo acontecido a través de las 14 entregas. Esto, los fans también lo agradecemos. Ya en Kingdom Hearts III se nos ofrecían una serie de resúmenes para ponernos al día de en qué punto de la historia nos encontrábamos. Casi obligatorio. Revivir la nostalgia de cada uno de estos grandes momentos en Melody of Memory es una gozada y, aunque a grandes trazos, permite una visión holística de la aventura como nunca antes la habíamos tenido.
Y como no sólo de canciones vive el jugón, no penséis que éstas son el único elemento nostálgico del juego, porque a lo largo del mismo, iremos recolectando cientos de objetos, imágenes, naipes, escenas… recompensas que pondrán los vellos de punta y harán las delicias de más de uno.
Pero vamos a lo esencial: ¿Cómo obtenemos todo esto? ¿Cómo funciona esa Gira Mundial? ¿Cómo se juega a este Kingdom Hearts: Melody of Memory?
Ante todo, permitidme destacar que la Gira Mundial es solo uno de los modos de juego que permite el cartucho. Después entraremos a mencionar el resto. En este, el principal, tomaremos una vez más los mandos de la Nave Gumi para recorrer un extenso mapa a modo de árbol con múltiples ramificaciones y compuesto por decenas de mundos (al menos 75) y cientos de temas con los que disfrutar. El objetivo es recorrer estas canciones avanzando a través de un pentagrama y, con un equipo de tres personajes icónicos, combatir a sincorazones variopintos a ritmo de corcheas y semicorcheas, pulsando el botón correspondiente para cada momento y logrando así puntuar, en función de nuestra precisión, con un Bien, un Excelente, un Excelente multicolor… o fallando, claro está. Una mecánica que no dejará a nadie indiferente, pues funciona tan bien para los recién llegados del lugar como para los jugadores más experimentados en el género, planteando diversos grados de dificultad que llegan a resultar en fantásticos retos a la hora de encadenar secuencias de botones. Y bueno, si la cosa se complica, siempre podemos tirar de objetos que, a modo de power up, nos ayudarán aumentando nuestra barra de vitalidad, duplicando la experiencia obtenida, invocando al Rey Mickey…
Y entre canción y canción estándar, nos encontramos, por supuesto, con batallas con jefes, que plantean mecánicas un tanto distintas a la par que nos sacan del pentagrama y acompañan con el combate de fondo, así como incursiones mnemónicas, que dejan a un lado la lucha y se asemejan más aún a un juego musical clásico (un servidor se ha pasado horas disfrutando del temazo de Utada Hikaru “Simple and Clean” jugando en este modo. Gloria bendita).
Siguiendo con la Gira Mundial, avanzar de principio a fin del mapa nos llevará no más de unas doce horas si nos deleitamos con cada uno de los temas y durante el periplo tendremos como objetivo ir cumpliendo misiones (sencillas, como acabar con un número determinado de enemigos, conseguir una puntuación concreta o sobrevivir con x cantidad de vida) con el fin de recolectar estrellas que permitan nuestro avance por el mapa, desbloqueándonos video-resúmenes en los que la mismísima Kairi nos relata cuanto aconteció entre Kingdom Hearts y Kingdom Hearts III, mostrando también, de algún modo, una nueva perspectiva para el fan de toda la vida. Según avanzamos, descubrimos nuevos mundos, nuevos equipos cuya experiencia va aumentando tras cada tema (el clásico compuesto por Sora, Donald y Goofy, el equipo 3D con Rikku a la cabeza, el Days, con Roxas, Xion y Axel, o el BBS con Aqua, Ventus y Terra… eso sin contar con memorables personajes Disney que nos ayudan como hacían en los juegos originales y que no pueden faltar) y hacemos acopio de gran variedad de objetos que podemos emplear a lo largo del viaje, algunos directamente en cada combate y otros mediante la opción de fabricar objetos con la que, Moguri mediante, podemos crear, precisamente, nuevos objetos e incluso desbloquear coleccionables y temas musicales a partir de combinaciones de otros objetos recolectados. Todas estas recompensas estarán, tras su desbloqueo, disponibles en la sección Museo. Ir completando esta colección y descubriendo secretos es uno de los mayores alicientes del título.
Pero además de la gira mundial, podemos volver a jugar cada tema desbloqueado sin necesidad de subirnos a nuestra nave gracias a Selección de Temas (donde además, cada canción puede jugarse, a su vez, en varios “estilos”, cambiando cada uno de ellos la experiencia de juego), o disfrutar de un modo Duelo que nos permitirá enfrentarnos a otros jugadores en línea para ver quién es más rápido y preciso apretando botones al ritmo de la música. Podemos entrenar combatiendo también con la CPU, aprendiendo a usar las tretas para fastidiar a nuestros contrincantes, o disfrutar retando a nuestros amigos en combate local. Incluso jugando un Sálvese Quien Pueda, un modo Battle Royale en el que compiten hasta siete personas para ver quién es el mejor.
Igualmente, el juego nos ofrece un sistema cooperativo que permite jugar en equipo y que es la mar de divertido.
Por último y como detalle, especial mención a la intro del juego que presenta una fantástica versión swing del clásico Dearly Beloved y un grafismo acorde con la belleza visual de toda la saga. Belleza que está por doquier en este nuevo Kingdom Hearts y que hace honor al título.
Kingdom Hearts: Melody of Memory es, sin lugar a dudas, una carta de amor para todo seguidor de la saga, que cumple con la titánica tarea de recontar a grosso modo 18 años de historia videojueguil, pero sobretodo es un fantástico juego musical que hará las delicias tanto de los recién llegados como de los fans de este género.