Crítica: «Killing Morph 1», el terror más visceral

Los más peligrosos asesinos en serie no son obra de una ficción, ni han venido de una tierra paralela ni de un universo alternativo, no. Los psicópatas más retorcidos pertenecen a este mundo y han surgido de él. Con esta reflexión comienza Killing Morph, uno de los mangas más inquietantes que hemos leído últimamente. El asesinato más explícito y brutal, y el ser más horrible, protagonizan la historia que vamos a evitar desentrañar pues, desde el mismo inicio, las acciones se suceden de manera implacable.

La escena inicial es tan perturbadora y tremenda, a la vez que determinante, que no podemos siquiera mencionarla y, desde ahí, vemos castrada nuestra posibilidad de comentar el argumento. Aun así, podemos apuntar varias cosas sobre el mismo sin necesidad de destripar lo fundamental. Madoka es la joven protagonista, testigo directo de un horrible crimen donde se nos presentará a un misterioso y letal asesino. Los enigmas en torno a él y a sus actos irán aumentando exponencialmente, creando un clima de terror, inquietante y opresivo, que atosiga a los protagonistas de la historia y al propio lector. Porque la sorpresa constante se encuentra en las páginas de Killing Morph y parece que lo imposible va a suceder al voltear la página... lo malo es que esa incertidumbre constante parece moldeada para beneficiar al monstruo psicópata que se esconde agazapado en el cómic, y que puede asomar en el momento más inesperado.

Masaya Hokazono escribe unos diálogos sobrios y contenidos, en los que puede entreverse más de los personajes por lo que callan que por lo que dicen. Tiende, además, a dotar de una humanidad palpable a sus personajes (como en la escena inicial, cuando el grupo de jóvenes mira con ternura un adorable cachorro en un escaparate), consiguiendo con ello que los momentos traumáticos que van a vivir sean más impactantes si cabe. La bestia psicópata y asesina es caso aparte y con él tenemos que mencionar al artista gráfico, el fenomenal dibujante Nokuto Koike. La expresión corporal está muy estudiada para trasmitir determinados impactos, sobre todo por parte del mencionado asesino que tiene su rostro oculto y, todo lo que se deduce de sus intenciones, es a través de su cuerpo y de sus ojos inhumanos. El clima opresivo de amenaza constante se puede respirar en cada una de las páginas gracias al trabajo conjunto del equipo artístico, que se complementan en esta historia de horror, cruda y directa.

Hay que insistir en el hecho de que se trata de un manga especialmente crudo y violento. Las escenas escabrosas que contiene están reflejadas sin cortapisas ni censura y llegan a ser contundentes e incómodas, sin un ápice de piedad hacia personajes y lector. El mensaje directo para nosotros va más allá de ese gore explícito y, en alguna escena, llega a recordar escenarios tristemente recientes y reales de nuestra actualidad, por lo que el impacto es todavía mayor. Los autores se han propuesto removernos durante la lectura, y lo consiguen… no solo por lo que vemos y leemos, sino por lo que nuestro subconsciente relaciona con la realidad. Saben que el mayor terror no es aquel que sabemos ficticio, por muy horrible que parezca, sino aquel que sabemos posible. Incluso cuando la historia va un paso más allá y el asesino comienza a cometer nuevos crímenes, donde Killing Morph podía haber caído en el tópico, vuelve a removernos algo dentro gracias (o por culpa) de las nuevas revelaciones.

Un excelente manga de terror, magnético y atrevido, realizado con contundencia en su aspecto visual y con inteligencia en su plano literario. Va un paso más allá del género saltándose los convencionalismos del mismo y rascando en cada lector, pero rascando tan fuerte que pude llegar a doler. Muy recomendable, casi imprescindible para los amantes del terror que, eso sí, han de saber de su extrema dureza y de la incontenible necesidad que genera por seguir leyendo su continuación. Solo queda agradecer a ECC Ediciones su publicación, atreviéndose a lanzar esta nueva licencia en nuestro país y consiguiendo que se nos haga la espera hasta su salida insoportable y, su lectura, perturbadora.

• Killing Morph 1. ECC Ediciones.
• rústica con sobrecubierta. 200 pp. B/N. 8,95 €