Crítica: «Kena: Bridge of Spirits», en Xbox también

Kena: Bridge of Spirits fue uno de esos juegos que acompañó a la actual generación de consolas en sus primeros años mostrando el potencial gráfico de lo que son capaces. Apoyado en un aspecto visual maravilloso, este título se postulaba como uno de los más deseados en esos meses en los que la anterior generación aun no queda definitivamente atrás. Llegó a PS5 y PC y obtuvo unas críticas ampliamente positivas siendo uno de esos títulos de 2021 que destacó sobre los demás.

Su lanzamiento en Xbox SerieS/X se ha hecho esperar nada menos que dos años y es ahora, a partir del 15 de agosto, cuando los usuarios de la consola de Microsoft pueden disfrutar de las excelencias de la obra ideada por los entonces primerizos desarrolladores de Ember Lab. No ha perdido ni una pizca de frescura y su potente apuesta gráfica, que flirtea con las películas de animación tipo Pixar y con una ambientación «estilo Ghibli», nos ofrece horas y horas de diversión.

Después de dedicarle muchas horas y explorar los fantásticos y coloridos escenarios que ofrece el juego os contamos nuestras impresiones de la llegada de Kena y los Rot a la familia de consolas Xbox.

Kena y los achuchables Rot

En este mundo de fantasía encarnamos a Kena, una joven con la habilidad de canalizar su poder místico con el que ayuda a las almas de los difuntos que no encuentran el camino al más allá. No se trata de un juego de terror y aquí los difuntos y las almas de los extraviados suelen ser benévolas y solo están perdidas. Eso sí, también encontraremos otras que se han corrompido, y con ellos su entorno. Ahí entra Kena y su poder de conjurarlos y redirigirlos a la luz.

Para este cometido no estaremos solos, ya que contaremos con unos simpáticos y achuchables seres llamados Rot. Tendremos que buscarlos por todos los rincones del mapa ya que se ocultan tras y debajo de rocas, en cofres, etc. Una vez encontrados se unirán a nosotros y nos seguirán a todos lados, llenando a veces la pantalla con su simpática presencia y siendo realmente útiles. Estos Rot nos ayudarán a mover objetos, a recuperar energía, a recuperar lugares corruptos e incluso tendrán su función en combate. Y a cambio solo piden nuestro amor y que les compremos (o encontremos) unos divertidos sombreros con los que tunearlos y ponerlos aun más cuquis.

Argumentalmente no es nada del otro mundo y nos dedicaremos a cumplir misiones para avanzar en la aventura mientras abrimos nuevas zonas del inmenso mapa, lo que a su vez nos dará acceso a más Rot, más personajes a los que ayudar y nuevas zonas corruptas que recuperar. Pero está tan bien hilado y es todo tan dinámico y divertido que el juego te invita siempre a continuar, incentivando con nuevas habilidades, desafíos y cosas que descubrir.

Distintas mecánicas que suman diversión

Las mecánicas del juego lo convierten en una aventura de acción y exploración con algún que otro puzle. Combatimos con nuestros enemigos a golpe de báculo (que podremos reconvertir en otras armas, como el arco para atacar a distancia), con distintos tipos de ataques que iremos desbloqueando. Contando con un botón de esquiva y otro de bloqueo que, a su vez, nos permite hacer parry y desestabilizar a los enemigos. Sencillo y poco original en concepto pero realmente interesante y vistoso en la práctica. Esto es porque el báculo/arco, así como nuestro escudo, utiliza esa energía espiritual y, con ella, logramos ralentizar a los enemigos, hacerles más daño, etc., además de poder contar con los Rot en momentos concretos.

Los enemigos, algo repetitivos y con una casi inexistente IA, se prestan a que nos luzcamos en interesantes, vistosos y divertidos combates. La aparición de los enemigos mayores, más duros y de gran tamaño, algunos con puntos débiles a descubrir, termina por perfilar la parte de acción y combate del juego que es totalmente satisfactoria.

Y como no podía ser de otra forma, contamos con el típico aumento de nivel para potenciar a nuestra protagonista y a nuestros «amiguitos». Así desbloquearemos mejoras que consisten en perfeccionar el ataque con más combos y golpes, la defensa, el disparo con arco… Sin olvidarnos de ciertas reliquias/medallas que nos proporcionan algunas ventajas.

Un grandísimo apartado visual

Pero si algo maravilla de Kena, aun dos años después del lanzamiento, es su apartado gráfico. De verdad que es una mezcla que se sitúa entre una película de animación 3D y un mundo creado por Ghibli. De hecho, el estudio desarrollador era antes (bueno, lo sigue siendo) un estudio de animación, y vaya si se nota. La dulzura y diseño de la protagonista, que es dura y combativa al mismo tiempo… el mundo que recorremos, dominado por un bosque que parece sacado de un cuento… los pnjs, con sus misiones y sus simpáticas intervenciones… o los Rot, que parecen escapados de los rincones de El viaje de Chihiro. Todos juntos conforman una aventura con alma (nunca mejor dicho) que tiene, además, sensacionales escenas cinemáticas realizadas con el mismo motor del juego.

Nos recrearemos en no pocas ocasiones con el horizonte que se dibuja ante nuestros ojos, con un colorido y luminoso paso entre montañas, salpicado por cascadas o riachuelos, o con una aldea llena de construcciones de fábula que ya hemos rescatado, pues antes eran un paraje tenebroso y oscuro. Un apartado visual de diez que nos deja, conscientes los desarrolladores de su impacto, usar un modo foto con el que podemos perder aun más y más horas.

Un problema puntual

Dejamos por comentar otros aspectos del juego, como los distintos coleccionables que, acertadamente, están vinculados a la historia que cuenta el juego, o como las máscaras, que nos ayudan a explorar desde una visión «alternativa». Hay más, pero eso lo tendréis que descubrir vosotros.

Lo que sí hemos encontrado y no nos ha gustado (esperamos que sea un problema puntual de la versión pre-venta) es un notable desfase en la respuesta del mando con lo que respecta al control de la cámara y el movimiento del personaje. Si damos al mando para que Kena se mueva, tarda medio segundo en hacerlo o, si movemos la cámara, esta también tarda en responder. Y no hablamos de microsegundos imperceptibles, sino de un tiempo claramente apreciable que desconcierta y molesta. Curiosamente no sucede en los combates, respondiendo de fábula a la combinación de ataques o defensa, pero es que si ese problema se repitiera en combate sería, directamente, injugable.

Insistimos en pensar que se trata de un error fácilmente actualizable con un parche día uno y, de ser así, aquí editaremos la entrada y felicitaremos, una vez más, a los responsables de tan fantástico juego. Pero de momento, es lo que nos hemos encontrado.

Conclusiones

Dos años después de su salida, Kena se sigue percibiendo como un prodigio técnico a nivel visual. Cercano a una película de animación y diseñado para enamorar a jugadores de todas las edades. Eso lo consigue no solo por sus personajes, Kena la protagonista y los encantadores Rot, sino también por su historia sencilla pero con tintes sentimentales y emotivos.

La música está compuesta con ritmos que a veces recuerdan lo tribal y está llena de fantásticas melodías que acompañan esta obra de arte realizada por unos primerizos y talentosos desarrolladores. Está confirmado, a través de declaraciones de sus responsables, que las aventuras de Kena van a continuar. Lo que no sabemos es si será con otro juego o mediante alguna película o serie. Ember Lab, versados en la animación cinematográfica, no hacen ascos a esta posibilidad. Nosotros lo lamentaríamos porque han demostrado que, en el terreno de los videojuegos, son capaces de crear historias y experiencias jugables al más alto nivel.

Si tienes una Xbox SerieS/X, aquí tienes un juego que no te va a defraudar.