Crítica: “KASAJIRO, el Clava-Tatamis vol. 2”. Caso cerrado.
Resumen de la Crítica
General
Guion
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
“¡Bien por el matrimonio policía!”
Kasajiro queda ya en el recuerdo como otra gran pieza en el inmenso legado artístico de estos dos colosales maestros del noveno arte.
Koike y Kojima cierran el ciclo de esta corta pero intensa serie, con un conjunto de historias amenas y sugerentes con muchas diferencias entre sí pero siempre conectadas por su componente criminal. Con episodios de corte autoconclusivo, este volumen se diferencia del anterior en que cada una de ellas se puede leer por separado. Ya en el tomo precedente esta regla se cumplía, pero escondía una historia río alrededor de las organizaciones que se lucran con la prostitución cuyas consecuencias en cada capítulo repercutían en el posterior. En el número que nos ocupa la obra pisa el freno y se consolida, otra cosa es que no se continuara, como si se quedara suspendida hasta nuevo aviso, que por circunstancias no llegó. En cualquier caso, si ya en Asa se desarrollo ligeramente la relación entre Kasajiro y Shinko y en la primera entrega era el pilar donde se sostenía el peso de la obra en general, en este nuevo acercamiento su relación coge predominancia y es el ambiente costumbrista de esta peculiar unidad familiar lo que destaca por encima de las aventuras del mañoso agente de la ley. Las escenas íntimas en su modesto hogar, los intercambios de opinión para resolver los casos y el intencionado estudio de las relaciones matrimoniales en esta sociedad desde una óptica cómica, ligera y picante animan el cotarro en un grado máximo.
Como episodios truculentos podemos destacar dos, “Técnicas” y “El kabuto de papel de la muerte”. El primero es una apasionante radiografía de la venganza. No la pasional e imprudente sino la que se cuece a fuego lento apoyándose en el tiempo como poderoso aliado con el único riesgo que al objetivo le pueda pasar una desgracia hasta que llegue el esperado momento definitivo. La que sale bien. Con narrativa teatral, todo el suceso ocurre en un entorno cerrado, muy limitado, una cúpula del trueno donde entran dos y sale uno. Además se compadece con el criminal por su desdichado pasado justificando de una manera extensiva sus motivos si bien se rechazan sus métodos, elemento éste donde coloca al protagonista en mejor posición. En este sentido el episodio arriesga…pero no del todo. El bien y el mal están perfectamente diferenciados. Y tiene muchos más valores al margen de ser un capítulo asfixiante y claustrofóbico que mantiene al lector absorto en esas cuatro paredes por la fuerza del enfoque, sino que el debate externo e interno de los encartados pone la temperatura al rojo vivo, los diálogos son brillantes y la labor pedagógica que tanto les gusta resaltar a los autores cobra forma con las escuelas de cocina, donde hasta lo más mundano pero artesano a la vez alberga una herramienta mortal. Y por último nos obsequia una escena de acción absolutamente espectacular en apenas unos palmos de distancia gracias a un sentido del movimiento y dramatismo tan real, que si no fuera porque esto ya lo he repetido mil veces en otras entradas de la dupla en esta casa, me vería obligado a describir cada viñeta.
La segunda historia mencionada explora temas muy escabrosos como la criminalidad contra los más pequeños, los celos y las injustas tradiciones familiares de la época. El escenario es totalmente opuesto al anterior ya que aquí el desarrollo tiene lugar en amplios escenarios naturales cuyo componente más interesante es vivir en tiempo real una investigación criminal con recursos medievales, cuyo instrumento más importante no se apoya en las técnicas más innovadoras sino en la inteligencia y los trucos de toda la vida. De ritmo más pausado que el anterior, donde las prisas aceleraban el corazón del alucinado lector, lo destacable aquí son los planteamientos de diversos puntos de vista para descubrir el misterio y la sorpresa final, que encaja perfectamente con el punto de partida sin tener que suspender la incredulidad en ningún momento.
Con ganas de más se despide el maestro policía de las cuerdas y su sensual e inteligente esposa, queda ya en el recuerdo otra gran pieza en el inmenso legado artístico de estos dos colosales maestros del noveno arte.
Tatamidori Kasajirou, Koike Shoin Publishing Co. Kasajiro, el clava-tatamis, ECC Ediciones. Rústico. Blanco y Negro. 448 pags. Pvp: 13,95 €. Fecha de edición: Junio 2016.