Crítica: «Insomnis». Una buena combinación de terror y puzles.

Si te gusta el terror, seguro que Halloween es tu día favorito del año ya que por estas fechas se publican muchos títulos de este género. Este es precisamente el caso de Insomnis, un juego patrio desarrollado por Path Games, cuya sede se encuentra en Barcelona y que está compuesta de tan sólo dos personas, Gonzalo G. Luna que es el fundador, programador y diseñador, y Virginia Calvo, también diseñadora, productora y artista. Insomnis ha sido supervisado por PlayStation Talents y trae bajo el brazo varios premios, entre ellos el «PlayStation Talents Games Camp Barcelona» en 2020, y «Los juegos indie españoles más prometedores 2021» – Uvejuegos. Insomnis está disponible en PS4, PS5 y PC desde el pasado 29 de octubre.

Una herencia, una mansión donde ocurrieron cosas horribles. Prepárate para adentrarte en una espeluznante historia donde los sustos están más que garantizados.

En ocasiones, recibir una herencia no es tan bueno como parece.

La historia nos pone en la piel de Joe Castevet, nieto del reputado científico Roman Castevet que tras fallecer nos ha dejado en herencia todas sus posesiones, incluida la mansión donde vivía. Un enorme caserón abandonado, sucio, lleno de polvo, en el que la instalación eléctrica no funciona como debe. En cuanto ponemos un pie en la enorme casa un escalofrío nos recorre la espina dorsal. Sentimos que algo no encaja, escuchamos ruidos extraños y tenemos la sensación de que no estamos solos. ¿Qué es lo que está ocurriendo realmente?.

Una historia que iremos descubriendo poco a poco.

Estamos ante un juego narrativo en primera persona en el que armados con nuestra linterna, iremos investigando las diferentes estancias de la mansión. Allí hay escondidos puzles y diversos objetos como juguetes, postales o vídeos, que nos irán contando la terrible historia que ocurrió mientras su abuelo vivía en aquella casa. Los puzles son los que nos permiten avanzar en la trama y si no los resolvemos no podremos continuar. Algunos son sencillos y fáciles de resolver, otros están envueltos en una atmósfera inquietante y sumado a que ocurren cosas paranormales a nuestro alrededor, la tensión sigue presente mientras los resolvemos.

Tendremos que ser muy concienzudos mientras exploramos las habitaciones, hay que revisar todos los rincones, abrir cajones y examinar todos los objetos, ya que seguramente ahí encontraremos escondida la pista que nos falta. Es importante prestar atención cuando cogemos un objeto ya que no se guarda automáticamente en la lista de coleccionables aunque lo hayamos inspeccionado. Tenemos que seleccionar la opción de «coger», o si no, volverá al lugar donde lo hayamos encontrado.

En algunas habitaciones podemos encontrar teléfonos, que si bien no nos permiten hacer ninguna llamada son lugares donde guardar la partida. Aunque no hay que obsesionarse con encontrarlos y guardar a cada momento ya que el juego se basa en resolver puzles, y no en escapar de enemigos que quieren matarnos.

Unos gráficos a la altura de la historia.

Insomnis es un juego mucho más que decente. La ambientación está muy trabajada, la mansión está repleta de cuadros que ponen los pelos de punta, en los que aparecen desde fantasmas y demonios, a una niña que parece que llora sangre. De verdad que da cosa pararte enfrente de ellos a mirarlos por si pasa algo mientras los observas. También encontramos dibujos hechos por niños, con lápices de colores alegres y vivos que crean un contraste muy fuerte con la ambientación tan oscura y tétrica de la casa. En buena parte de la mansión no hay electricidad y solo disponemos de la luz que proporciona nuestra linterna. Esa visión tan reducida crea una atmósfera perturbadora que mantiene la constante sensación de que algo no va bien en esa casa. Además, el juego te obliga a volver sobre tus pasos en muchas ocasiones y algunos escenarios están diferentes de cuando entraste la última vez, y eso da muy mal rollo.

La banda sonora se complementa perfectamente con la ambientación. En algunas ocasiones suenan melodías, o acordes de piano que no están presentes durante todo el juego, y precisamente por eso llaman la atención cuando aparecen. También hay momentos de silencio y aquí es donde podemos apreciar mejor los efectos sonoros, que están bien implementados. Por supuesto, como con cualquier juego de terror, recomiendo encarecidamente jugarlo con auriculares y con la luz apagada, así es la manera correcta de jugarlo para conseguir que la experiencia sea más aterradora.

Resumiendo.

Me lo he pasado muy bien jugándolo. Una historia de terror que te obliga a calentarte la sesera y que cumple de sobra con lo que promete. La trama la vamos descubriendo en pequeñas dosis hasta que llegamos al tramo final donde comprendemos realmente lo que ocurrió y las barbaridades que allí se cometieron. No es un juego que abuse de los sustos y cuando ocurren, consiguen que des un respingo en la silla.

La duración va a depender de lo hábil que seas a la hora de resolver los puzles ya que el juego no avanza hasta que no lo conseguimos. Yo tengo la inteligencia de una ameba y me ha llevado unas 6 horas terminarlo. No son difíciles aunque tengo que reconocer que uno en concreto me hizo sudar un poco. Tienen la dificultad justa para que suponga un reto pero que no resulten un desafío. Es un juego muy recomendable perfecto para jugar en una tarde. Además tiene dos posibles finales, lo que es una excusa para re jugarlo.