Crítica: «El Hombre Menguante», el genio nunca desaparece.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Muy Recomendable
Excelente adaptación del clásico de Matheson, realizada con respeto y admiración.
Richard Matheson es uno de los autores más influyentes del siglo pasado. Sus obras han servido de inspiración e influencia a muchos de los autores y productos que hoy en día veneramos. No solo cultivó y firmó grandes títulos en géneros tan diversos como el western, la ciencia-ficción o el terror, sino que se atrevió con el cine, la TV, etc. Un genio tan versátil como sobresaliente en todo lo que hacía. Su impronta está presente en películas actuales inspiradas en sus obras o recreándolas y adaptándolas… desde las que nos hablan de casas encantadas hasta aquellas que nos trasladan a futuros apocalípticos dominados por vampiros o zombis. Tan importante, tan influyente… como injustamente olvidado por el gran público.
Y de su variada producción hay una obra que me fascinó desde que vi su versión cinematográfica siendo niño: El Hombre Menguante, cuya adaptación al cómic publica Planeta Cómic en lujoso tomo y que recopila la miniserie que produjo IDW para el mercado americano. En El Hombre Menguante, Matheson vuelve a utilizar la ciencia ficción como excusa para explorar la soledad del ser humano, de manera similar a como hizo en Soy Leyenda. Sin embargo, el giro final que se produce en aquella novela, cambiando la concepción del lector y del protagonista, se produce aquí de manera lenta, ante nuestros ojos, para que seamos testigos de como el día a día avanza inexorable hacia su final. El proceso de cambio se puede «sentir» y termina siendo asimilado, no solo por el protagonista sino por el lector. Y va mucho más allá de lo que nos cuenta.
Scott queda bañado por una extraña espuma (radioactiva, como mandaban los cánones de la época) mientras realiza un paseo en barco. A partir de entonces notará como su cuerpo comienza a menguar de tamaño día a día, centímetro a centímetro, lenta pero imparablemente. Acompañamos a Scott en este singular calvario siendo testigos de como su vida va transformándose y afectándole en lo personal, social… llevándonos, al final, a la soledad que rodea al hombre y la aceptación de su destino.
Contada a saltos adelante y atrás en el tiempo, respetando así la estructura de la novela original, este cómic es en ocasiones sórdido, en otras melancólico y en otras vibrante, pero siempre profundo y lleno de simbolismos que ayudan a entender lo que Matheson nos quiere contar entre líneas (el duelo con la araña, que es una viuda negra y con ello simboliza la relación del protagonista con su destino, escenificado además en ese símbolo que lleva el arácnido en su cuerpo). Una vez más, la ciencia ficción en manos de un maestro se revuelve de su encasillamiento como género menor y se utiliza no solo para contarnos aventuras imposibles, sino para ahondar en dilemas morales y humanos, para quien quiera verlos e ir más allá.
Ted Adams se encarga de adaptar la novela al cómic, ayudado por su hijo y por Mark Torres en el dibujo, respetando reverencialmente la obra original, tanto en estructura como en su literatura. La admiración que Adams demuestra por Matheson queda reflejada en la calidad final de este cómic. Además, él mismo, siendo editor de IDW, quiso aceptar el reto de llevar este proyecto adelante y dedicar su trabajo al genio que concibió la historia original. El dibujo de Mark Torres no es de un estilo amable ni convencional, puede que incluso a veces parezca descuidado en algunos elementos o personajes, pero su narrativa es excelente llegando en algunos momentos a ser determinante. Retrata con acierto la soledad de Scott y su desgracia, su tristeza desesperada y su resignación. Destacar la composición visual que logra en la escena clave de la página 4 o en la sórdida experiencia como autoestopista de la página 28. Un dibujo poco alegre para abordar tal cantidad de temas y tan delicados… sorprende que en la obra se traten temas familiares, de relación, el abuso infantil, el bulling… en apariencia tan actuales pero que siempre han estado presentes.
Una obra imperecedera que llega ahora en su formato cómic con la única intención de animarnos a leer su versión literaria a manos de su autor original, algo que preocupaba conseguir a Ted Adams, pero tras el resultado obtenido con este cómic… cuesta mucho resistirse a visitar la gran producción del grandísimo Richard Matheson.
- El Hombre Menguante. Planeta Cómic.
- publicación original. The Shrinking Man 1 al 4 USA. IDW
- cartoné. 112 pp. color. 14,95 €