Crítica: «Historias del Punk», talento inconformista

Ni se me ocurre hacer una entradilla hablando de lo que es el Movimiento Punk, ni su historia ni nada parecido. Para eso están los libros, internet o tu padre o hermano mayor que tiene colgada su chupa de cuero y conserva alguna foto con su cresta de color. Eso va para los más jóvenes y, para los que ya peinamos canas, solo recordar que esa corriente (contra)cultural nació a mediados de los ’70 y desembarcó en España una vez muerto el caudillo, aupada por las ganas de libertad y protesta acumuladas durante generaciones.

Yo no sé si aquí pegó más fuerte que en otros países, por ese motivo que menciono, pero sí sé que definió una época y que arrastró, muchas veces sin darse cuenta, a miles de jóvenes y no tan jóvenes. A través de la música saltó a otras artes y marcó una manera de vivir que era, en definitiva, una manera de protesta rabiosa, irreverente, faltona… pero también justificada.

Una de esas Artes que se vio influida por el Punk fue el cómic y allí y así nacieron personajes como Makoki y otros pero hay dos que han sobrevivido en el tiempo a través de las páginas del Víbora y más tarde del Jueves. Son Pedro Pico y Pico Vena, dos anarcas creados, dibujados y mantenidos en el tiempo gracias a uno de los artistas icono de nuestro cómic underground: Carlos Azagra.

Y aunque el movimiento Punk no ha muerto, sí que ha quedado como algo del pasado y ha sido arrasado por otros que son menos, mucho menos, trascendentes. Contar la Historia del Punk en España se ha hecho ya, pero nunca de la manera que acaba de estrenar Grafito Editorial: con un cómic. Y quien mejor para realizar ese cómic, para contar esa Historia del Punk, que el mencionado maestro Azagra y sus dos creaciones.

Así se presenta esta obra, Historias del Punk (yo le hubiera quitado la ese del plural), en la que Pedro Pico y Pico Vena pegan un repaso exhaustivo al movimiento en nuestro país, de manera anarquica (como no) pero intensa deteniéndose en todas esas formas y maneras que tuvo el Punk de llegar hasta nosotros. La labor de Carlos es alucinante, titánica, brutal, porque se dedica a plasmar en imágenes una cantidad de información absolutamente increíble. Habla de los grupos, de los álbumes, de canciones… habla de conciertos y festivales, de garitos, de emisoras de radio… incluso dedica una buena cantidad de páginas a retratar grupos alternativos, de poca difusión o menos conocidos.

Y siempre y cada uno acompañado con su imagen, con su viñeta y con información valiosisima. Por ejemplo, cuando hablan (Pedro y Pico) de las emisoras de radio que daban voz y ponían música al Movimiento Punk, se preocupan de decir su localidad y su dial: Krak Radio, 106 FM; Radio ELA 100 FM, Madrid; Radio Kaos, 89.6, Terrasa. Y así con todo. El nivel de información es una locura.

Otro ejemplo, cuando comentan los grupos menos mediáticos. Puedes dedicarte a bucear por internet o por Spotify y descubrir sus canciones o su historia. Con todo esto lo que quiero decir es que Historias del Punk es prácticamente una enciclopedia del Punk español donde puedes encontrar tanto esos grupos que escuchaste en su momento, esos garitos a los que fuiste hace años o esos discos que compraste en vinilo. Y eso solo por poner un ejemplo, porque también hablan de otras facetas del Punk como el movimiento okupa, ahora tan demonizado por el devenir de los tiempos pero que en su época era (y a veces aun lo sigue siendo) una manera de protesta y rebeldía.

A estas alturas tampoco voy a descubrir yo el arte de Azagra. Ya lo tiene todo dicho y es incuestionable, con ese estilo underground, aparentemente desganado y pasota que esconde un dominio de la escena fuera de toda discusión. Y para la obra presente se sale, porque ha llenado las páginas de viñetas sin fin, llegando en ocasiones a saturar (en el buen sentido de la palabra) con tantísima información y con tantísimas viñetas.

En ocasiones parece que Pedro Pico y Pico Vena están solo de manera testimonial, apareciendo en las imágenes solo para recordarnos que ellos son los narradores y los encargados de llevarnos por este paseo, de garito en garito, de birra en birra, contemplando décadas de Cultura Punk. Y lo mejor de todo es que Azagra no está solo.

Encarna Revuelta es la encargada de colorear tamaña enciclopedia con sus acuarelas y sus exquisito sentido cromático conseguido por su talento y por su veterania. A Carlos y a Encarna les pasa lo mismo, y es que tienen el oficio y el arte en la vena y les sale natural. Para esta ocasión, para este cómic, además, cuentan con haber vivido en el cogollo de lo que cuentan así que lo trasmiten no solo con ese oficio y esa profesionalidad que ya sabemos, sino con un cariño y una pasión que traspasa la obra.

Un comicazo. Una burrada de cómic. La mejor manera de conocer en profundidad, de recordar también, esa manera de vivir con la que varias generaciones gritaron un «aquí estamos», «no nos conformamos». Y lo hacían de verdad, como una forma de vida, muy alejado a las protestas «twiteras» de hoy en día, esas pataletas virtuales que son la sombra de la sombra de lo que fue el Punk.

Eso se cuenta como nunca en Historias del Punk, y que mejor que contado por dos autores de referencia y por sus creaciones. Pedro Pico y Pico Vena, inmortales.

-Hasta el 30 de marzo en preventa en la web de Grafito.-