Crítica: “HELLBLAZER, Otros Hechizos”. La suma de ingredientes no siempre resta la calidad del producto.
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
“La gente es humana, ¿sabes? Sí, lo se. Y ese es el puto problema, ¿no?"
Chas, El Conocimiento lidera una barra libre de John Constantine etiqueta negra.
La consolidación de la serie Hellblazer y el pelotazo de Los Libros de la Magia consiguieron relanzar la idea de juntar de nuevo al grupo de ocultistas más iconoclasta de la editorial en un sello independiente a la línea tradicional. Si los mejores momentos de la obra de Gaiman se encontraban en los desarrollos por separado de Mister E, Dr. Occult, el Fantasma Errante y John Constantine a través del joven Timothy Hunter, en «La Brigada de la Gabardina» la virtud la hallamos en la interacción de los cuatro mencionados a lo largo de toda la miniserie. Con independencia de lo incómoda y desganada que sea su misión. Y es verdad, impedir un futuro apocalíptico como consecuencia de las irresponsabilidades del antepasado ruso de Constantine (como no) es lo de menos, es la convergencia de cuatro personalidades antitéticas en unos casos e idénticas en otros, su mayor logro. Nunca defraudan los contactos de John con sus colegas de profesión y vestuario, ni la lucha de egos que eso conlleva. Aparte de que conocemos secretos ocultos de los hechiceros con dramas internos muy poderosos e insospechados (y hasta sorprendentes), las ideas morbosas a través de la mitología y los diseños de los adversarios en fusión de Lovecraft y Sam Raimi nos dan como resultado un combinado que deja muy buen sabor de boca.
La segunda serie que conforma el tomo es «Love Street», un elegante y brillante arco argumental muy importante en la trayectoria juvenil de Constantine, cuyo intermitente pasado siempre nos ha inundado de curiosidad. Una historia para releer una y otra vez por la cantidad de matices personales expuestos y por la colisión de personalidades juveniles en una época en que la chavalería carecía de miedo y donde gobernaba el amor por la vida como aventura única y misteriosa. El viaje personal domina la obra gracias a la escritura exquisita de Peter Hogan y los auténticos y genuinos lápices de Michael Zulli, que conducen al lector por tránsitos terroríficos, escenarios oníricos y atmósferas sobrenaturales en un juego generacional de ida y vuelta en el que la nostalgia domina el sentir de la lectura. Y es precisamente la temeridad de la juventud la que provoca los mayores clímax del arco y los mejores momentos de impacto mediante el ejercicio de retrocontinuidad en un marco tan rico y siempre bienvenido como es la mitología de Sandman de Neil Gaiman (otra vez).
Más ligera es «Lady Constantine», otra muesca editorial del árbol genealógico de nuestro canalla favorito. A lo largo de esta aventura fantástica, la brujería en ámbitos marítimos de piratería evocan esas añejas historias de ladrones y pícaros timadores en situaciones límite llenas de acción, misterio y romanticismo. La psicología y construcción de personajes desaparece para dar peso al desenvolvimiento de su protagonista (y de un Swamp Thing de otro tiempo) en espacios de agentes secretos suicidas de época y en la amplificación de la galería diabólica de la serie madre en el clásico encuentro con objetos ancestrales. que pueden provocar el caos más absoluto en el mundo conocido. Recurso que no deja de estar al servicio del personaje central para seguir escalando posiciones sociales como paradigma de la esencia más pura de la supervivencia en sociedad. Conceptos como el sacrificio y los dramas familiares resultan indirectos accesorios que en conjunto focalizan sin ninguna duda el poso que deja su lectura.
«Papa Midnite» supone la reentrada en el universo Constantine del peculiar personaje creado por Jamie Delano y expuesto a cuentagotas como reverso oscuro y criminal de las posibilidades de John como personaje. Volvemos a viajar en el tiempo para conocer nuevas parcelas mágicas de nuestra historia escarbando en la época prerevolucionaria de los Estados Unidos. Lo mejor de esta miniserie es la oportunidad que ofrece como lección de historia en períodos no tan utilizados como el ínterin la consolidación colonial y la revolución que devino en su independencia. Aparte que la historia es muy interesante, por el empaque místico que conlleva y el mensaje racial bien tirado, incluso con independencia del conocimiento en el origen de la inmortalidad del personaje, su logro radica precisamente en la vocación académica involuntaria gracias a la rigurosidad de la exploración de los distintos estamentos sociales de este momento histórico, tanto a nivel administrativo, punitivo, político y económico.
«Chas, El Conocimiento» es el pelotazo del volumen. Una pedazo de miniserie protagonizada por el delicioso secundario principal de la serie central. El amigo infatigable, el más paciente de los compañeros y el más subestimado por todo el elenco. Simon Oliver borda una historia donde el análisis introspectivo de su protagonista reina sobre las tensiones dramáticas, los terrores domésticos y el lado oscuro de la humanidad como perpetuo talón de Aquiles del porvenir. La crisis de la mediana edad, las segundas oportunidades perdidas, las responsabilidad hacia los demás, las promesas inquebrantables y el pulso salvaje de la urbe como criatura engordada por las miserias de sus huéspedes, son las piedras angulares de esta serie. Por supuesto el drama y la acción intensa, con chascarrillos de humor negro, están asegurados, pero sin duda el foco está expuesto en el tour de force mental y físico de Chas. Tanto en la eliminación de la amenaza global a la que se enfrenta, como en su lucha interior entre lo que tiene que hacer y lo que le gustaría hacer. En este perfecto estudio del hombre corriente ante situaciones imposibles en contextos fantásticos, con el lastre de la vida cotidiana y reconocible a sus espaldas, el lector encuentra la mejor oportunidad de ver a Chas, desde entones y desde ahora, con otros ojos.
El volumen termina con la adaptación de la película Constantine protagonizada por Keanu Reeves, que no está de más para hacer más completa la edición total del personaje en estos lujosos tomos y para recordar el largometraje dirigido por Francis Lawrence de 2005. Teniendo en cuenta que desde su estreno no ha pasado por mis ojos, me han entrado ganas de recuperarla tras leer su versión comiquera. Y es lo mejor que puedo decir de ella, que no es poco. En fin, una anécdota intrascendente pero indispensable para el completista compulsivo que lo quiere todo del bueno de John.
The Trenchcoat Brigade 1-4, The Sandman Presentes: Love Street 1-3, Hellblazer Special: Lady Constantine 1-4, Hellblazer Special: Papa Midnite 1-5, Hellblazer Special: Chas, The Knowledge 1-5, Constantine: The Official Movie Adaptation, Vertigo/DC Comics. Hellblazer: Otros Hechizos, ECC Ediciones. Cartoné. Color. 580 pags. Pvp: 45 €. Fecha de Edición: Noviembre 2017.