Crítica: HELLBLAZER, de Warren Ellis
Resumen de la Crítica
General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición
Atmósfera opresiva
La visión más terrorífica del escritor británico
Es curioso como a lo largo de los años que lleva John Constantine pimplándose pintas sin parar y fumándose media planta de tabaco del planeta desde que fue concebido en los 80 por Alan Moore, los autores con los que se ha cruzado el brujo han aprovechado para informar a los lectores su visión del mundo en general y de Gran Betraña en particular, como si de un viejo diario abierto se tratara donde despacharse y quedarse a gusto dando fuerte a los poderes públicos. Delano, Ennis, Jenkins, Carey, por nombrar un puñado, británicos todos, han dado su particular punto de vista sobre los rincones de las islas que las agencias de viajes no pueden mostrar. Todos, sin excepción. Poniendo en labios del personaje sus reflexiones sobre política, economía, seguridad, sociedad, y en definitiva, de todos los ámbitos posibles donde puedan alcanzar los tentáculos del poder. Es curioso que en el ecuador de la colección, un norteamericano, Brian Azzarello, haga lo mismo pero sobre su país, Estados Unidos, enseñándonos sin fisuras la cara B del sueño americano.
Y otro autor donde este tipo de discurso le viene como anillo al dedo, y británico encima, es Warren Ellis. Para quien conozca al autor, está claro que con este personaje se puede servir como hizo con su mayor creación Spider Jerusalem (Transmetropolitan) para darnos su parecer de la parcela mas diabólica (que no sobrenatural) de la naturaleza humana. Diez son los comics donde el autor se desahoga sirviéndose de John como tour operator de los rincones más oscuros de la capital inglesa. Otro lo destinará para hablar de otra lacra inmutable como es la operación básica y matemática adolescencia + armas de fuego en los centros educativos norteamericanos.
El tomo que nos ocupa recopila los nums 134 a 143 de la edición original de Hellblazer que escribió el señor Ellis, así como su capítulo de la obra Hellblazer, Shoot, ya mencionado.
Sirviendo como etapa puente entre la que llevó a cabo Paul Jenkins (con permiso de la mini vuelta de Garth Ennis) y la de Azzarelo, el peso de la misma la abandera el arco Atormentada, de seis números. Dejando de lado el escenario sobrenatural donde lo infernal llevaba la voz cantante (veáse Delano y Ennis en mayor medida en sus etapas) y el folclore y mitología británica (veáse Jenkins), en la corta, pero interesante etapa Ellis, nos sumergimos en un thriller oscurísimo donde se da rienda suelta a una violencia descarnada sin comparación en la obra. Reflejado en una atmósfera opresiva hasta decir basta, veremos al Constantine más pesimista posible, ante unos hechos donde incluso es incapaz de sacar de la chistera su característico humor negro, cínico e irreverente. Veremos al protagonista no solo haciendo gala de ese desencanto con la naturaleza humana que desde Moore hemos visto tantas veces, sino en una actitud muy dura y rabiosa, casi sádica cuando cruza la línea y se dirige contra su adversario hasta las últimas consecuencias, que no en muchas ocasiones se ha visto a lo largo de la obra cuando no se trata del diablillo o fantasmilla de rigor. Y ello por el salvaje crimen contra una ex que provocará la búsqueda de su asesino con componente mágico. Un Warren Ellis muy, pero muy oscuro, donde no son pocos los textos descriptivos de lo que piensa del lado oscuro londinense, y no se calla nada el tío.
El resto son cuatro historias autoconclusivas, pero ojo, que no son poca cosa. Los amantes del terror y las conspiraciones no se van a poder quejar, y el último, Contando Cuentos, es una pequeña joyita donde las teorías conspirativas alrededor de los poderes monárquicos de la Gran Bretaña son descacharrantes, riéndose el autor de todo lo que rodea a ese tipo de movimientos, con unas ideas loquísimas pero delirantes. Eso de que la Reina Madre y la reina hija en forma de deidad reptiliana ancestral devoren a un niño inmigrante…no tiene precio.
Para los completistas es de agradecer que se publiquen en el tomo los números 144 y 145 que no son del autor protagonista del volumen y que son los que preceden a la etapa de Azzarello desde el número 145 y que podrían quedarse fuera e inéditas en castellano. Cenizas y Miel, pequeño arco escrito por el croata Darko Caman, nos cuenta una triste (pero interesante) historia sobre la combinación de magia oscura con relaciones paternofiliales con base en raíces originadas en zonas de conflicto tan televisivas.
No podemos olvidar la parte gráfica. Salvo pequeñas excepciones, en la primera mitad de los 300 números de la obra, el dibujo precisamente no ha sido lo más destacado. En opinión de alguien que no dibuja, quien firma esta entrada, que seguro que otros con una visión más objetiva al respecto algo tendría que decirme y recordarme. Cuento a Steve Dillon y Sean Phillips como lo más reconocible y recordable, aunque seguro que alguno me dejo. En Atormentada tenemos a John Higgins que me recuerda mucho a Dillon pero no con la contundencia narrativa y expresiva de este. Aún así no distrae y su participación no es en absoluta confusa. Sostiene bien el texto del guionista. En las historias cortas destacaría al portadista de la etapa, Tim Brandstreet (como en la que vendrá de Brian Azzarello), con un estilo muy a lo Jae Lee y fotorealismo, que en historias con pocos personajes y en entornos cerrados puede dar de sí, pero lejos de tener un sentido narrativo para historias de mas empaque. Sí es cierto que en primeros planos funciona muy bien, y como la historia, El Pesebre, es una sucesión de diálogos e imágenes congeladas, es una pieza interesante para comprobar cómo se desenvuelve el autor en un comic de 22 páginas.
Para terminar, y redondear la propuesta, también se rescata el relato ilustrado navideño que escribió Dave Gibbons para el comic Vertigo: Winter´s Edge nº 3.
Hellblazer, de Warren Ellis. ECC Ediciones. Cartoné. Fecha de edición: Marzo de 2015.