Crítica: «Hay algo matando niños», y no piensa parar.

El spoiler está en el título. Desde luego la nueva publicación que nos trae Planeta Cómic de la cada vez más sorprendente BOOM! Studios es uno de esos cómics que no te dejan indiferente. Primero porque da lo que promete en el mencionado título, sin cortarse… y segundo porque apuesta sin complejos por una mezcla de géneros siempre interesante. En Hay algo matando niños nos trasladamos a un pueblecito de EE.UU. llamado Archer’s Peak donde no dejan de desaparecer niños. Una noche, durante un inocente juego del «atrevimiento o verdad», James y sus amigos son atacados por un ser escondido en el bosque que los trocea y descuartiza. Como único superviviente, James queda traumatizado e incapaz de seguir con su vida entre los prejuicios y acusaciones… y los requerimientos como único testigo de lo sucedido.

Pronto entrará en escena Erica Slaughter. Una joven de irreales y enormes ojos que se dedica a dar caza a esos seres porque, efectivamente, existen y se dedican a la matanza infantil. El problema es que los adultos no los perciben, no los ven… y no saben de su existencia. Solo los niños y Erica pueden ver las horribles formas de estos seres de pesadilla. ¿Qué hay detrás de Erica, que parece no estar sola en esta «caza del monstruo»? ¿Qué misterio se esconde en la existencia y aparición de los monstruos?

Este es el interesante inicio de Hay algo matando niños, que lejos de evitar los clichés y tópicos del terror… los revuelve y adopta para configurar una historia propia. Este primer tomo solo sienta las bases y deja más incógnitas que respuestas, por lo que a pesar de ser intenso y divertido… termina sabiendo a poco. Erica tiene una fuerza impresionante como personaje y el misterio que la envuelve ayuda a que sea todavía más cautivadora. La fuerza del cómic, que no se censura en nada, le hace inclinarse más hacia el terror gore con pinceladas de misterio… pero también con acción y cierto punto de aventura. Es una combinación interesante por la que apuesta el equipo creativo.

Está formado por James Tynion IV al guión. Un escritor que no es de mi agrado en su versión maelstream, cuando ha colaborado con DC, por ejemplo… pero que se muestra más solvente y personal (es lógico) cuando es dueño de su propia historia. Sabe crear ambientación y configurar personajes y situaciones para que sea interesante y despierte nuestro interés a futuro. Los elementos fantásticos, terroríficos y aventureros, están medidos y compensados haciendo que, en general, se trate de una obra destacable. En la parte gráfica contamos con el italiano Werther Dell’edera. Sus trazos bruscos y sucios no se detienen en detalles preciosistas ni en complejas composiciones. Es un estilo ideal para un cómic de terror, impactante y grotesco… pero no olvidemos que también asistiremos a escenas más normales y cotidianas… y ahí el estilo puede resultar un tanto insuficiente. Suerte que en el color contamos con el barcelonés Miquel Muerto (no haré chistes con su apellido, lo juro). Miquel es la guinda necesaria para el dibujo de Dell’edera, pues consigue enfatizar su trazo en los momentos más crudos y terribles… y suavizarlo en esas otras escenas más normales.

Este primer tomo de Planeta Cómic recoge los cinco primeros números de una serie abierta que necesita más páginas para explicarse. Es interesante y enigmática, pese a su abuso de tópicos, y se apoya en algo como es el terror gore extremo: no estamos acostumbrados a escenas tan bestias, a ver muertes horribles de niños… una regla no escrita que se rompe con este título.

Erica y sus nuevos aliados van a tener que enfrentarse a peligros mayores que los vistos en este primer volumen, haciendo crecer la historia y la serie y poniendo a prueba a este equipo creativo. Queremos más monstruos y más sangre, más misterios y más cazadores de monstruos. Hay algo matando niños promete… esperemos que siga por buen camino.